- ‘Barbenheimer’ es una realidad: así es el brutal poster que fusiona ‘Barbie’ y ‘Oppenheimer’
- Después de 'Barbie', Mattel planea su propio universo cinematográfico a lo Marvel
- Las películas más esperadas de 2023 para no perderse
El proyecto de Barbie ha dado muchas vueltas y por él han pasado mujeres tan potentes en su discurso como Diablo Cody o Amy Schumer, entre otras. Todas ellas lo abandonaron porque no era suficientemente feminista o crítico con un icono opresor, sexualizado y machista con el que han crecido generaciones de niñas desde los años 60. Cuando Margot Robbie se hizo con los derechos para producirla y convenció a Greta Gerwig para que la escribiera, todo encajó.
Y no es porque sea complaciente con el universo Barbie. Ni mucho menos. Hay que ser muy brillante para escribir el guion que ha creado ella (ya lo hizo con las agudas 'Frances Ha' y 'Mistress America' que, como esta, firmaba junto a Noah Baumbach). Y hay que estar muy empoderada para convencer a los señores de Mattel (que al fin y al cabo pagan la fiesta) de que lo rueden.
Gerwig campa a sus anchas por el jardín de las contradicciones de Barbie en el que nadie había sabido cómo entrar. Ella cree que es inspiradora para las chicas, porque ahora fabrican modelos de diferentes profesiones, tallas y razas. Pero cuando viaja al mundo real descubre que las adolescentes del siglo XXI la odian, porque representa todo lo que está mal en el mundo: el machismo, el consumismo, la falta de conciencia medioambiental… Hasta le llaman fascista.
Luego, se atreve a mostrar una junta directiva de Mattel formada exclusivamente por hombres convertidos en una parodia de sí mismos a golpe de cuñadismo. Greta Gerwig muerde la mano que le da de comer y, encima, le aplauden.
Porque cuando tira de sarcasmo para sacar los colores al patriarcado resulta absolutamente desternillante (Ken buscando su emancipación y masculinidad merece una película aparte).
Gerwig utiliza el juego de hacer traspasar a Barbie el espejo siguiendo el conejo blanco para sacarla de Barbieland y llevarla a un mundo desconocido, el de los humanos. En ese viaje lleno de aventuras (ahí está su homenaje a ‘El Mago de Oz’ y su camino de baldosas rosas) son las mujeres quienes la guían. Pese a ser una película radicalmente distinta en tono y forma a sus anteriores trabajos, ‘Lady Bird’ (2017) y ‘Mujercitas’ (2019,) ese es el sello Gerwig. En todas ellas están de fondo las redes afectivas que construyen las mujeres y la relación entre madres e hijas como vehículo de amor y conocimiento.
El rosa del que tanto se ha hablado durante meses en una de las campañas de promoción más rimbombantes en años, brilla gracias a la cámara de Rodrigo Prieto, director de fotografía habitual de Iñárritu y Scorsese. Nada decepciona en ese decorado ni ese vestuario. Tampoco en sus coreografías y canciones creadas por Mark Ronson, productor de Miley Cyrus, Lady Gaga o Dua Lipa.
Con toda la carne puesta en el asador, se mueve cómodamente en un tono absolutamente cómico y en su espíritu reivindicativo consigue colar hasta un ‘Sí se puede’, en español incluso en la versión original. Habrá que ver qué hace Greta Gerwig en su próximo trabajo, tras fichar por Netflix para una nueva versión de ‘Las crónicas de Narnia’, pero con Barbie ha demostrado ser capaz de ir un paso más allá de lo que habría llegado la mayoría.
Para comprobar que se puede hacer comedia sin renunciar a la enjundia.
Lo mejor: El sarcasmo que utiliza como arma de denuncia.
Lo peor: Cuando esa denuncia se presenta demasiado discursiva y subrayada.
FICHA TÉCNICA
Dirección: Greta Gerwig Reparto: Margot Robbie, Ryan Gosling, Emma Mackey, America Ferrera, Simu Liu País: Estados Unidos Año: 2023 Fecha de estreno: 20–7-2023 Género: Comedia Guion: Greta Gerwig, Noah Baumbach Duración: 114 min.
Sinopsis: Una muñeca que vive en 'Barbieland' es expulsada al mundo real por no ser lo suficientemente perfecta. Basada en la popular muñeca Barbie.
Laura es crítica de cine y periodista cultural. La primera vez que fue al cine vio ‘E.T. el extraterrestre’, y eso no se olvida nunca. Ha escrito sobre teatro, música, arte, fotografía, arquitectura y gastronomía en ‘Elle’ y ‘Harper’s Bazaar’. En ‘Fotogramas’ se especializa en lo que podríamos llamar ‘cine de autor’, aunque toca todos los palos.
Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y se especializó en el conflicto en Irlanda del Norte en la Queen University of Belfast. Lo que le llevó a verse ‘Agenda Oculta’ (Ken Loach, 1990), ‘En el nombre del padre’ (Jim Sheridan, 1997), ‘Bloody Sunday’ (Paul Greengrass, 2002) y todas las películas que tuvieran que ver con el IRA.
Viajó a Cuba para estudiar en la EICTV (Escuela Internacional de Cine y Televisión) de San Antonio de los Baños, donde vio mucho cine latinoamericano y bebió demasiados mojitos. También rodó un documental en la isla lleno de personajes maravillosos. Uno de sus primeros trabajos fue en el canal de televisión ‘Cineclassics’, donde coescribió el documental ‘El cine durante la Guerra Civil Española’.
Adora ‘El imperio del sol’ (Steven Spielberg, 1987), ‘Drácula de Bram Stoker’ (Francis Ford Coppola, 1992), ‘Thelma & Louise’ (Ridley Scott, 1992) y ‘La edad de la inocencia’ (Martin Scorsese, 1993). Pero, en general, siente predilección por las películas pequeñas que cuentan historias en las que nadie se fijaría si se las cruzara por la calle. Le gusta ese cine que vive más allá de los márgenes del entretenimiento.
Ha coescrito el libro ‘Cine y Moda’ (Ed. Pigmalion Edypro) y a lo largo de su carrera ha entrevistado a intérpretes y cineastas como Helen Mirren, Al Pacino, Jessica Chastain, Isabelle Huppert, Juliette Binoche, Julianne Moore, Hirokazu Koreeda, Sam Mendes, Jonathan Glazer, Margot Robbie, Ryan Gosling, Jude Law o Hugh Jackman.
