Géminis - Análisis

¿Quién te salvará de ti mismo?

Crítica de Géminis (Gemini Man)

El cine, una industria tan antigua, no deja de reinventarse cada poco tiempo. Géminis, de Ang Lee, es la nueva revolución en un nuevo formato, el de 120 frames por segundo, que junto con el 3D pretenden dar al público un resultado mucho más cercano a lo que vemos en la realidad. Es como si prescindieran de ese filtro cinematográfico y vieras todo directamente desde una ventana. Esta misma combinación la adoptará James Cameron para sus secuelas de Avatar, así que no es un simple experimento puntual, sino el comienzo de lo que puede llegar a ser el nuevo estándar.

Este prodigio técnico ha tenido que esperar 22 años para hacerse realidad. El concepto original parte de una idea de Darren Lemke en el año 1997 para Walt Disney Pictures, quienes llegaron a fundar un departamento especial para conseguir sacar adelante esta cinta de agentes especiales con un doble papel, siendo el segundo, la versión más joven de un clon, recreado íntegramente por CGI. En su momento la tecnología digital no estaba lo suficientemente avanzada como para sacar adelante el proyecto con garantías y cierta credibilidad con respecto a lo que estás viendo en pantalla.

Al final, el proyecto lo ha acabado sacando adelante Skydance Pictures y Paramount Pictures, en gran medida basándose en la experiencia técnica de WETA Digital, la empresa neozelandesa de efectos visuales que ha conseguido duplicar al único e inimitable Will Smith. Esto se debe a que el argumento, sin entrar en spoilers, trata sobre la persecución a un jubilado Henry Brogan de Junior, un clon suyo 25 años más joven que, evidentemente, no solamente sabe predecir todos sus movimientos, sino que la diferencia de edad lo convierten en la mejor versión posible del mejor asesino del mundo.

 

Y el tema de la jubilación está bien tratado, desde una forma respetuosa y no como en el caso de Polar. A Henry Brogan se la juegan porque tiene información sensible y los departamentos de inteligencia lo ven como una amenaza. Pero claro, estamos ante un pseudo-John Wick al que no puedes dar caza de forma tan simple... ni siquiera con su propio clon. Lo que podría ser una cinta de acción más sin alma, está dirigida por Ang Lee (Tigre y Dragón, Brokeback Mountain, La Vida de Pi), por lo que da su particular toque humano a un tema tan delicado como el de los clones.

Lo más impactante de la película son las escenas en las que coinciden los dos personajes de Will Smith, aunque solamente se debiera dar crédito a uno. Hay diálogos especialmente sensibles para lo que podía pensarse que iba a ser un simple festín de tortas. Por una parte, Henry Brogan quiere retirarse de la vida de asesino porque su vida está llena de fantasmas y no ha sido capaz de encontrar otro propósito en la vida a sus 51 años. Esta crisis existencial puede hacer que el espectador, sin ser un asesino de élite, pueda sentirse identificado con el personaje principal de Will Smith. Y por el otro lado, cuando Junior descubre sus orígenes, no deja de plantearse la duda sobre qué nos hace humanos. ¿Es un experimento genético un humano de pleno derecho? ¿A quién pertenece esa vida? ¿Cómo se vinculan original y clon?

Conseguir ser medianamente original en un tema tan manido en las películas como el de los clones o dobles es complejo, pero podemos decir que, a pesar de que el guion flojee en algunos puntos, la sensación general es satisfactoria en la mayoría de las 2 horas de duración de la cinta. Decimos "en la mayoría", porque el final se desmorona un poco y no consigue estar a la altura del resto, siendo posiblemente el elemento más divisivo de toda la cinta.

 

Ang Lee sabe hacer grandes escenas de acción. Solamente hay que repasar la filmografía del director taiwanés para comprobarlo. Gracias a la inclusión de los 120 fotogramas por segundo, la fluidez de los movimientos juega en favor de la credibilidad en cámara, aunque en ocasiones la sensación será de tal velocidad en la ejecución de algún golpe en combate, que perderá realismo por pasarse de revoluciones, literalmente. El cuidado de los planos y la variedad de escenarios (Colombia, Budapest...) hacen que cada escena no se sienta repetitiva y en todas ellas es perfecto el clon digital de Smith, que si bien no se parece exactamente a la imagen que tenemos del actor y rapero en la etapa de El Príncipe de Bel-Air, indudablemente nos consigue colar que pudiera ser él de joven.

Aunque el protagonista sea Smith por partida doble, hay un par de secundarios que merece la pena reseñar. Principalmente nos quedamos con Mary Elizabeth Winstead como Danny Zakarweski, que consigue demostrar que, pese a ser medianamente novata en el negocio de la inteligencia y el contraespionaje, aprende rápido y puede valerse por sí misma, teniendo sus momentos de brillo y sin caer en ningún momento en el manido "acompañante de la que se acaba enamorando el protagonista". Hay afecto y se intuyen sentimientos, pero nunca consigue sentirse como el simple interés amoroso de Brogan. En el lado contrario, como alivio cómico está Benedict Wong como "El Barón".

 

En el lado opuesto está Clive Owen en el papel de Clay Verris, un horrible villano maniqueo que grita "cliché" desde que aparece en pantalla hasta su última toma. No solamente nos molesta por el desperdicio de un gran actor como Clive Owen en un papel tan plano. Es lo peor de la cinta, cada vez que habla y suelta el discursito malo de villano nos saca completamente de situación y resta credibilidad a una película que, salvo el tema de los clones, que es lo más ficticio, está bastante asentada en una posible realidad.

Pros

  • Podemos llegar a acostumbrarnos a los 120fps.
  • Nadie diría que ese Will Smith es completamente CGI.
  • Aire fresco para la temática de clones/dobles.

Contras

  • El final se desinfla.
  • Su villano es un mal chiste.

El veredicto

Géminis acaba siendo una película que funciona tanto a nivel de la revolución técnica que intenta implementar como en el más puro sentido de película, aunque se hubiera rodado a los clásicos 24fps. Consigue humanizar temas de pura ficción como la investigación genética y los clones humanos. Es increíble pensar que ese otro Will Smith no es real, es completamente digital y solamente se ha colocado una cara CGI por encima de un doble de cuerpo. Con respecto a la actuación real de un Will Smith más mayor, nos sentiremos identificados con muchos de los dilemas morales y la crisis existencial de un personaje que podría ser uno de los mejores asesinos del mundo al estilo John Wick, pero que no es perfecto precisamente por la vulnerabilidad de ser humano.

En este artículo

Géminis

Skydance Interactive | 11 de octubre de 2019

Crítica de Géminis (Gemini Man)

7
Bueno
A Géminis vinimos por la revolución técnica y nos conseguimos quedar por su historia tan humana, por muchos altibajos que presente su guion.
Géminis
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