Pánico en Wall Street

El Crack de 1929 en imágenes

El 29 de octubre de 1929, el pánico se apoderó de los inversores de la Bolsa de Nueva York, que se deshicieron de más de 16 millones de acciones provocando el caos financiero y el desplome del valor de las acciones de las empresas más importantes del país. Desde la apertura de Wall Street se sucedieron las órdenes de venta a precios cada vez más bajos. Según las crónicas periodísticas, dos horas después del cierre del mercado, las máquinas seguían emitiendo teletipos con las transacciones registradas: "parecía que se derrumbarían. En cuanto a los hombres, ya se habían derrumbado". 

Ese día ha pasado a la posteridad como el "martes negro" y culminó el desastre que se había iniciado cinco días antes, el 24 de octubre. Ese jueves, ya se vivieron escenas de pánico vendedor y abruptas bajadas de las cotizaciones, pero la intervención de los grandes bancos evitó el desastre total, o más bien solo lo aplazo.

El Crack del 29 fue el súbito pinchazo de un globo que venía hinchándose desde hacía años: desde el final de la Gran Guerra, millones de norteamericanos invertían todo lo que tenían e hipotecaban sus bienes para comprar unas acciones que, cualquiera que fuese su precio, siempre aumentaban de valor. El resultado del súbito pinchazo de esa burbuja fue la desaparición de grandes fortunas y la ruina de millones de pequeños inversores, que perdieron todos sus ahorros e, incluso, su vivienda, y que se vieron abocados a la peor y más larga crisis conocida hasta entonces: la Gran Depresión.

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Días de vino y rosas

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Días de vino y rosas

Nadie supo o quiso prever el desaste que se avecinaba. Desde el final de la Gran Guerra, la economía norteamericana había conocido un desarrollo extraordinario y los precios de las acciones experimentaron un alza sin límites aparentes. Millones de personas invirtieron sus ahorros en unas acciones que siempre aumentaban de valor. La fotografía sobre estas líneas, muestra a empleados de la oficina de un corredor de Wall Street el 20 de octubre de 1929, uno de los días más ajetreados que jamás haya conocido la Bolsa.

Mercado desbocado

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Mercado desbocado

Todo ello, unido a la facilidad de acceso al crédito que ofrecían los bancos para entrar en ese mercado produjo una burbuja especulativa que parecía no tener fin. La tormenta perfecta había dado una serie de avisos en forma de quiebras de empresas y súbitas bajadas de algunas cotizaciones que nadie quiso ver. Esta caricatura, publicada a inicios de octubre muestra un mercado bajista (bear market en inglés) desbocado en Wall Street al que un inversor intenta aferrarse mientras le llueve el dinero de los bolsillos.

Consternación

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El Jueves Negro

El Jueves Negro se produjo un récord de órdenes de venta, 12’9 millones de acciones. El valor de los títulos se redujo en miles de millones y las grandes acciones cayeron a las cifras más bajas de su historia. Los corredores no pudieron seguir el ritmo de petición de transacciones, lo que provocó retrasos e informes incorrectos que aumentaron el pánico y la confusión generalizados. La imagen sobre estas líneas muestra una multitud de aturdidos inversores reunidos al cierre del mercado fuera de la Bolsa de Nueva York, donde se envió policía para sofocar posibles disturbios.

Jueves negro

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Consternación

Wall Street el jueves 24 de octubre de 1929 a la salida de la Bolsa. El caos y el pánico que se vivieron dentro del edificio del mercado de valores se reprodujeron fuera. Había caos en las calles de Nueva York. Las multitudes se agolpaban enfrente del monumento a Georges Washington, junto a la Bolsa de Nueva York.

El mayor crack de la historia

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El mayor crack de la historia

El Crack del 29 fue el súbito pinchazo del globo especulativo y alcista del precio de las acciones desde hacía años. Al día siguiente del Jueves Negro, los titulares de los periódicos de todo el mundo, como el Daily Mail de Londres –arriba– hablaban de “El mayor crack en la historia de Wall Street”. A pesar de todo, la compra masiva de aciones por los grandes bancos para frenar el pánico logró que el Dow Jones cerrara con una caída de sólo seis puntos ese día.

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Superado en cinco días

Pero ese récord duraría poco. El martes 29 de octubre, el pánico volvió a apoderarse de los inversores, que se deshicieron de más de 16 millones de acciones provocando el caos financiero y el desplome del valor de las acciones de las empresas más importantes del país. Las escenas vividas el jueves anterior se repitieron en proporción a la magnitud del desastre y se repitieron las aglomeraciones de inversores a las puertas de Wall Street, esta vez sin ninguna esperanza de recuperar su dinero. 

Máquinas superadas por los acontecimintos

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Máquinas superadas por los acontecimintos

Durante el martes negro, las máquinas no dieron a basto para registrar las operaciones de venta. Según las crónicas periodísticas, dos horas después del cierre del mercado, estos aparatos seguían emitiendo teletipos con las transacciones registradas: "parecía que se derrumbarían. En cuanto a los hombres, ya se habían derrumbado". Arriba, varios especuladores observan los teletipos con los valores de las acciones durante una sesión en Wall Street en 1929.

Captura de pantalla 2023 10 24 a las 11 53 06

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Colapso en Wall street

Portada del New York Times el miércoles 30 de octubre de 1929, el día después del desastre del Martes negro. El titular refleja todavía el optimismo, iluso de los bancos, que dicen querer continuar con su ayuda.

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The Granger Collection / Cordon Press

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Las cifras de la tragedia

El mismo periódico reflejaba en sus páginas las operaciones del día anterior, 16.410.030, que habían fulminado el récord de las 12'9 millones de transacciones del Jueves Negro.

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Especulador arruinado

Un especulador arruinado el día anterior vende su coche en las afueras de Wall Street "tras haberlo perdido todo en la Bolsa".

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The Granger Collection / Cordon Press

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¿Ola de suicidios?

Varios brokers hacen cola para lanzarse por la ventana. Los rumores sobre oleadas de suicidios se sucedieron tras el colapso de la Bolsa, pero no parece que se corresponda con la realidad.

Ahorros esfumados

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Ahorros esfumados

En esta ocasión, las grandes corporaciones financieras no pudieron salir al rescate del mercado de valores y muchas de ellas se hundieron junto a sus clientes. Un grupo de personas se manifiestan bajo la lluvia ante el Banco de los Estados Unidos tras su quiebra en 1931.

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Una triunfadora

Esta es Helena Rubenstein, magnate de la cosmética en 1931. En 1928, había vendido su negocio a Lehman Brothers por 7,3 millones de dólares. Tras el crack de 1929, recompró las acciones por menos de 1 millón de dólares y amplió su negocio con salones y puntos de venta en las principales ciudades de Estados Unidos.

Los nuevos pobres

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Los nuevos pobres

Pero la cruda realidad es que tan solo unos pocos escaparon del desastre. Millones de personas se vieron abocadas a la ruina de la noche a la mañana, En la imagen, miles de desempleados hacen cola delante de la iglesia de San Francisco de Asís, en Nueva York, para recibir algo de dinero de la parroquia.

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Las marchas del hambre

La Gran Depresión dejó sin trabajo ni esperanza de encontrarlo a millones de personas. Miles de desempleados sin nada más que hacer marchaban a Washington para protestar por la situación. Esta imagen, tomada en 4 de diciembre de 1932 muestra a centeneres de marchadores desayunando a las afueras de Washington, escoltados por 1.200 policías.

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Veteranos arruinados

Miles de veteranos de la primera guerra mundial arruinados se establecieron en un campamento improvisado en Washington en 1932 para reclamar el cobro de unos bonos emitidos por el Gobierno Federal en compensación por sus servicios en la Gran Guerra.

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Comedores sociales

La miseria que siguió a la Gran depresión hizo proliferar los comedores sociales, en los que los desempleados obtenían la comida caliente que no podían pagar. En el comedor de la imagen sobre estas líneas (tomada en febrero de 1931) se ofrecía sopa, café y donuts gratis a los desempleados de Chicago, gentileza de Al Capone.

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Infraviviendas

Varias viviendas en los patios traseros de casas adosadas de tres pisos en Washington durante la Gran Depresión donde vivía la comunidad afroamericana.

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Pobreza familiar

Una familia en la cocina de su vivienda en Hamilton County, Ohio, en 1935.

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Afectados

Varios antiguos granjeros de Oklahoma esperan para recibir su cheque de ayuda en California. Los agricultores del medio oeste se vieron afectados por la bajada de los precios provocada por la Gran Depresión.

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Industria afectada

Este antiguo trabajador cualificado de la industria del petróleo se vio abocado a trabajar en una cuadrilla encavando zanjas durante la Gran Depresión. Foto de 1939.

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