La fama de su exquisito queso parmigiano y del proscuitto di Parma llevan el nombre de esta ciudad italiana a dar la vuelta al mundo. Sin embargo, cuando te planteas qué ver en Parma, ¿tienes claro cuáles son sus otros atractivos? Se trata de una de las ciudades más hermosas de la región de Emilia-Romagna y sus orígenes se remontan a los etruscos. Solo por disfrutar de su gastronomía o por caminar por las calles adoquinadas de su casco histórico ya valdría la pena visitarla, pero hemos decidido darte más ideas.
En Skyscanner hemos investigado hasta encontrar nada menos que 10 lugares imprescindibles que ver en Parma. Porque su patrimonio, su historia, su arte y su vida cultural invitan a descubrir este enclave desde muchas perspectivas diferentes. ¿Quieres saber qué hacer en Parma? Pues sigue leyendo, porque te lo vamos a contar.
1. El Duomo de Parma
Situada en la Piazza del Duomo, centro neurálgico de Parma, se encuentra la catedral, de estilo románico y cuya construcción comenzó en el 1059. Se trata de una de las cosas que ver en Parma y al visitarla no estará de más que te fijes en el púlpito dorado, muestra de una ostentación que llegaría a su culmen con el barroco. Pero si hay algo que destacar en el Duomo de Parma, es La Asunción de la Virgen, la obra de Antonio Correggio representada en la misma cúpula del edificio. Contemplarla supone una revolución para los sentidos: la pintura es tan realista que parece que va a cobrar vida en cualquier momento.
En la otra punta de la catedral, en el sur de la nave central, se halla el Descendimiento, de Benedetto Antelami. Se trata de un relieve de 1178 que es toda una obra maestra en su estilo.
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2. El baptisterio
La joya de la corona o, lo que es lo mismo, uno de los lugares que ver en Parma sin falta. En la misma Piazza del Duomo se encuentra este edificio de mármol rosa de Verona y de planta octogonal que, podríamos decir, es la principal atracción de la ciudad italiana.
Proyectada por Antelami –el mismo autor del relieve del Duomo-, en este caso decidió aunar románico y gótico en una misma obra y dar forma a, posiblemente, el que fue su mejor trabajo. El baptisterio de Parma fue destinado al bautismo cristiano en el siglo XIII y en su interior cuenta con algunas obras de arte maravillosas. ¿Por ejemplo? Los altorrelieves que muestran el juego de figuras que representan los meses del año, las estaciones y los signos del zodiaco.
La construcción del edificio arrancó en 1196, pero tardó más de 100 años en completarse debido a las continuas interrupciones, en ocasiones, porque se agotaba el mármol rosa de Verona. Uno de los lugares que ver en Parma, sin lugar a dudas.
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3. Palazzo della Pilotta
Se trata de un complejo monumental único y, sin lugar a dudas, uno de los lugares que ver en Parma. El Palazzo della Pilotta es un símbolo palaciego del poder ducal de la familia Farnese, además de estar considerado centro histórico y civil de Parma.
Se trata de un complejo monumental que ha ido ampliándose a lo largo de los siglos para dar cobijo a diversos espacios. Fueron muchos los arquitectos que trabajaron en sus diferentes edificios a lo largo de la historia. Hoy día, en su interior se hallan la Galería Nacional, el Museo Arqueológico Nacional, la Biblioteca Palatina y el Teatro Farnese, uno de los símbolos de la ciudad y otro de los lugares que visitar en Parma.
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4. El Teatro Farnese
Cuando se habla de qué ver en Parma, no puede faltar el Teatro Farnese. ¿La razón? Con capacidad para más de cuatro mil personas, se trata de uno de los teatros más grandes de toda Italia. Fue construido en 1618 por Giovanni Battista Aleotti, posee un estilo barroco y se halla, precisamente, en el interior del Palazzo della Pilotta.
La idea de levantar este fabuloso teatro fue del Duque de Parma, Ranuccio i Farnese, que quiso celebrar de una manera especial el paso del Gran Duque Cossimo II de Médici cuando se dirigía a Milán para honrar la tumba de Carlos Borromeo. Construido por completo en madera, la belleza del teatro solo duró hasta la II Guerra Mundial, cuando fue bombardeado y destruido en su práctica totalidad. En 1962, sin embargo, fue reconstruido, y gracias a ello visitarlo es contemplar una de las arquitecturas teatrales más espectaculares del siglo XVII. Por supuesto, una de las cosas que hacer en Parma.
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5. Museo del Parmigiano Reggiano
Está claro: si hay algo por lo que destaca esta ciudad italiana, es por la inmensa cantidad de productos gastronómicos de calidad que se elaboran en ella. ¿Cómo íbamos a obviarlo al plantear nuestras propuestas de cosas que hacer en Parma? Empezando por su famoso queso parmigiano, continuando por el proscuitto de Parma, la coppa de Parma o su funghi porccini de Borgotaro… La lista es interminable y las ganas por probar y conocer cada una de sus exquisiteces, enormes.
Pero nos centramos en esta ocasión en su prestigioso queso. En Soragna, una pequeña localidad a tan solo 35 kilómetros de Parma, se encuentra el Museo del Parmigiano Reggiano, el paraíso para los amantes de este producto. En una antigua finca agrícola del siglo XVIII propiedad de la familia de los príncipes Meli-Lupi, se puede aprender sobre todo lo relacionado con el queso. Una exposición con más de 120 objetos utilizados a lo largo de la historia para su elaboración se exponen en la granja. También se puede visitar la antigua lechería, de forma semicircular con una impresionante columnata.
El mejor final se halla en la tienda del museo, donde además de comprar queso parmesano, se puede catar el producto. Una de las cosas que hacer en Parma, sin duda alguna.
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6. Piazza Giusseppe Garibaldi
Levantada sobre lo que en el pasado fue el antiguo foro romano, esta mítica plaza siempre ha sido durante toda su historia lugar de encuentro para los vecinos de Parma. Los parmesanos no solo vienen hasta aquí para disfrutar del ambiente que se crea en torno a los bares y restaurantes que existen en sus alrededores, sino también para visitar algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
Por ejemplo, el Palacio del Ayuntamiento, un edificio diseñado en ladrillo macizo por Magnani en 1632. Su increíble Salón del Consejo, decorado con hermosos frescos de Girolamo Magnai i Barill Cécrope, es uno de sus lugares más destacados.
En el norte de la plaza se levanta el Palacio del Gobernador, otra obra de arte hecha edificio formada por dos construcciones diferentes del siglo XIII cuyo detalle más importante es el reloj de sol que hay en su fachada. Fue abierto al público en 2010 y, junto con el monumento en honor a Correggio de Agostino Ferrarini y a la fuente de estilo decimonónico que también decoran la plaza, son lugares que visitar en Parma de manera obligada.
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7. El Palacio Ducal
También conocido como Palacio Jardín, el Palacio Ducal fue, una vez más, un proyecto impulsado por la familia Farnese, que buscó crear una residencia elegante y con mucho gusto digna de representarles. Se construyó, eso sí, en torno a un antiguo castillo que pertenecía a la época de los Sforza. Un hermoso lugar que, aunque sirve como sede para el Cuartel Principal de los Carabinieri, merece la pena ser incluido en nuestra lista de qué ver en Parma.
La primera parte del palacio pertenece a mediados del siglo XVI, aunque pronto resultó ser demasiado modesto para los Farnese, que no dudó en ampliarlo con nuevos espacios a comienzos del siglo XVII.
Llaman la atención los cuidados estucos que decoran algunas de las estancias, así como el cofre que se puede contemplar en el salón de Maria Luigia del siglo XVIII y que representa 204 aves diferentes. El Salón del Beso, el Salón de Orfeo o la Sala del Amor tampoco desmerecen una visita. Un plan perfecto que hacer en Parma.
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8. San Giovanni Evangelista
Tres espacios conforman el complejo monástico de San Giovanni Evangelista: la iglesia, el convento y la antigua botica de San Giovanni, que aún conserva su interior original.
Originaria del siglo X, el campanario del lado derecho se agregó ya entrado el siglo XVII. Lo más destacado de la iglesia es su cúpula, que posee unos hermosos frescos de Correggio, además de una serie de Francesco Parmigianino. Los tres claustros del monasterio benedictino bien merecen una visita. Además, como curiosidad, los monjes siguen produciendo en él aceites y ungüentos que pueden adquirirse.
La biblioteca del monasterio posee frescos del siglo XVI que merecen una parada. Cuenta con aproximadamente 20 mil volúmenes, algunos de ellos manuscritos de los siglos XV y XVI. Con todos estos atractivos, ¿cómo no iba a ser uno de los lugares que visitar en Parma?
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9. Museo di Glauco Lombardi
En el centro de Parma, en el Palazzo di Riserva, se halla el Museo di Glauco Lombardi, una ecléctica exposición permanente en la que descubrir una curiosa colección de ropajes, muebles, cuadros, joyas, porcelanas y todo tipo de adornos históricos del siglo XIX. Muchos de los objetos expuestos pertenecieron en el pasado a María Luisa de Austria, quien gobernó Parma después de la derrota de su marido, Napoleón, en la batalla de Waterloo.
También se puede disfrutar en el museo de una interesante selección de pintura que incluye obras de artistas tan renombrados como Paulo Toschi, Giuseppe Molteni, François Gérard o Giuseppe Drugman. Visitar el espacio es una interesante actividad y, por su puesto, uno de los lugares que ver en Parma.
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10. Teatro Regio
¡Volvemos al teatro! Y es que, tratándose de una ciudad que cuenta con hasta 12 diferentes, indiscutiblemente teníamos que insistir en que esta es una de las actividades que hacer en Parma. En esta ocasión proponemos una visita a uno de los más prestigiosos dedicados a la lírica: el Teatro Regio, que fue construido en el siglo XIX.
Levantado por voluntad de la duquesa María Luisa de Austria, tiene capacidad para 1.200 espectadores. Cuenta con un público que, según se dice, es de lo más competente, pero también de los más exigentes de toda Italia. El Teatro Regio abrió por primera vez su telón, una hermosa obra de arte pintada por Borghesi, el 16 de mayo de 1829 con la ópera Zaira, de Vicenzo Bellini.
Conseguir un abono de temporada supone para los grandes melómanos parmesanos hacer cola a la intemperie durante casi una semana. Algo nos dice que sí, que definitivamente visitarlo es otra de las cosas que ver en Parma. Como curiosidad, el nombre de Teatro Regio se encuentra estrechamente relacionado al de Giuseppe Verdi. De hecho, todos los años se celebra un festival dedicado al compositor.
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