Las guerras que olvidamos

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SIN PAÑOS TIBIOS

Las guerras que olvidamos

A 19 años de su estreno, “El Reino de los Cielos” aún cautiva, no sólo por su estética visual y la inmaculada belleza de Eva Green, sino porque, a pesar de los dislates históricos de Ridley Scott, supo transmitir un mensaje esencial y necesario en el contexto de los sucesos desencadenados tras los ataques del 11 de septiembre –invasiones de Afganistán (2001) e Irak (2003)–, pero también atemporal, porque trasciende épocas y conflictos; un relato que nos dice que en toda guerra, sin importar la justeza de su causa, siempre encontraremos radicales y agitadores en ambos bandos; seres que sólo quieren imponer su visión por sobre todos sin importar los medios o consecuencias; pero también quienes asumirán que la violencia nunca generará entendimiento y convivencia; que el diálogo puede darse desde el respeto y el reconocimiento; y que tocará al liderazgo responsable buscar el equilibrio.

Lejanos quedaron los días en que la Guerra de Ucrania ocupaba titulares y generaba atención. Hoy, 814 días después, se antoja un conflicto lejano que no nos importa y del que cada vez sabemos menos, sólo lo que Occidente nos hace saber en función de su agenda. Allí, donde soldados y civiles sufren y mueren por igual en una guerra absurda y evitable, no existe la verdad ni el rigor, sólo los intereses y la propaganda. Ucrania es un tubo de oxígeno al complejo militar industrial norteamericano y una espina clavada en la delirante visión imperial de Putin, que no parará hasta lograr su objetivo… o sucumbir.

El ruido ucraniano fue ocupado por el israelí, a raíz del sorpresivo y cruel ataque de Hamas de octubre. Al comienzo del conflicto, Israel contaba con casi todos los argumentos y razones a su favor, pero, con el pasar de los meses, lo que se presentó como una operación de legítima defensa, se ha convertido en una cruel limpieza étnica que no respeta límites, convenciones o acuerdos.

Desde su nacimiento como Estado-Nación, Israel lucha por el derecho a existir que le niegan algunos países árabes, que entienden que no lo tiene. En ese contexto, harán todo lo que tengan que hacer para subsistir, pero a medio plazo llevarán las de perder a nivel de relato. Estados Unidos empezó a perder Vietnam en sus universidades, calles y periódicos, como ahora... Por más censura o represión que se ejerza contra quienes protestan por una violencia indiscriminada que lleva más de 35,000 muertes (¡73% mujeres y niños!), la indignación planetaria alcanzará masa crítica y desbordará la capacidad de control de quienes quieren imponer el silencio y normalizar la matanza.

Y no. Apoyar la creación del Estado palestino y exigir el cese de bombardeos a blancos civiles no es estar en contra de Israel, ni a favor de Hamas, ni ser antisemita. Eso es un chantaje inaceptable que quiere imponer su gobierno contra cualquier disidencia o cuestionamiento.

Israel tiene derecho a existir, al igual que el Estado palestino. Empecemos por ahí.

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