Crítica: Faith No More - We Care A Lot | El Portal del METAL

Faith No More - We Care A Lot

Enviado por Metzger el Jue, 02/08/2012 - 06:07
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1. We Care A Lot
2. The Jungle
3. Mark Bowen
4. Jim
5. Why Do You Bother
6. Greed
7. Pills For Breakfast
8. As The Worm Turns
9. Arabian Disco
10. New Beginnings

Pese a poseer la discografía completa de Faith No More (en su formato digital, jeje), nunca me había preocupado de la era pre-Patton, habiendo escuchado temazos como “We care a lot”, “As the worm turns”, o “The Crab Song”, siempre en la voz de Mike. Por alguna razón me dio por introducirme más en lo viejo, en los derroteros en los que el cantante no era un superdotado, sino que un mortal más. Un interesante camino a recorrer, para saber si el talento de esta banda existía desde sus orígenes, o si fue el sr. Patton quien lo hizo aparecer.

Una portada bastante simple, una estrella formada por dos cuadrados, que sería el logo a utilizar por la banda a lo largo de su historia, no sirve de gran enganche. Su primer álbum, medio-autoproducido, puesto en venta por un sello independiente, se convirtió a la larga en una leyenda entre muchos, incluso existen muchas personas que no disfrutan de la era Patton y se aferran sólo al sonido de estos primeros álbumes. (No digo que esté mal, de ninguna manera) Veamos si tanta leyenda está justificada.

Comienza el disco con el tema-título “We Care A Lot”, un himno de toda la vida, imprescindible en sus conciertos. Resulta realmente magistral en su simpleza, el cantante está al 100% (inevitables los prejuicios con respecto a él) quizás se extraña algo más de protagonismo en los teclados, destacándose la labor del batería Mike Bordin, gran tipo, dando desde el principio un ambiente más funky a FNM. La canción sería regrabada en su siguiente disco “Introduce Yourself”, con mejores resultados si cabe.

“The Jungle”, una de mis favoritas personales, comienza con la voz de Chuk Mosley gritando las primeras estrofas, para recaer en un inspirado riff de bajo-guitarra. Me recuerda mucho a lo que desarrollarían en “Angel Dust”, un tema oscuro, anti-comercial, con teclados bastante penosos por aquella época, pero ojo, sólo en sonido. Una canción genial que sólo pierde un poco con la voz, demasiado plana y con un acento un tanto “chulo”.

“Mark Bowen” suena algo extraña, de nuevo me recuerda a temas más recientes como “Just a man”, el sinfonismo del gran Bottum se ve opacado otra vez por la mala calidad de su teclado, una pega que estará presente a lo largo de todo el álbum. Las líneas de bajo-batería- guitarra son excelentes, todo suena perfectamente empaquetado, pese a tener una calidad de sonido bastante mala. Curiosamente Jim Martin tiene escaso protagonismo, haciendo tan sólo una base rítmica.

Y hablando del rey de Roma, “Jim”, comienza con una charla entre dos miembros de la banda, suponemos que el guitarrista y alguien más. Es una corta instrumental de guitarra acústica, que me recuerda personalmente a “Orchid” de Black Sabbath, o a “Dee” de Ozzy con el magnate Randy Rhoads, pero de sonido más básico. También me recuerda un poco a “Las manitos” o alguna otra canción infantil. Linda y poco más.

Ambiente un poco más denso y metálico se siente en “Why Do You Bother”, un comienzo de bajo y teclado con ruidos de fondo que parecen maquinaria, alguna nave militar en un galpón, quien sabe…Bordin repite la base de “We care a lot” con algún cambio y aplicando doble bombo, y no me quiero cargar contra el cantante, pero es que este trabajo ganaría muchísimo más con alguien más competente. Chuck llega a sonar desafinado, su voz es plana y molesta, con un tono similar a lo que se escucha al hablar y bostezar al mismo tiempo. Desde mi punto de vista, claro. Me encanta el final del tema, muy de película de terror, con Bottum exponiendo su talento.

El comienzo vocal de “Greed” no me deja de recordar a alguna canción de alguna banda como Aerosmith o sucedáneos. Un bajo-batería muy funk (y es que en este disco ambos instrumentos se acoplan tan bien que parecen estar interpretados por un autómata-doble pensante/instrumentista con sentimientos y todo); el teclado da un ambiente ciertamente ochentero, en el cual pareciese que actúa un poco mejor el errático Chuck Mossley, sin tanto desafine pero con igual dosis de gritos.

Siento restarle importancia al bueno de Jim Martin, pero es cierto que no hace mucho por lucirse, la verdad me parece que en “Angel Dust”, siendo que varias de sus partes fueron borradas, destaca más.

Tendrá más suerte en ese aspecto con “Pills For Breakfast”, donde a base de hacer un riff hermanado con el bajo, se roba el protagonismo del tema, que resulta ser un breve instrumental tenso e indigesto. Como píldoras al desayuno. O casi.

Un viejo conocido, “As the worm turns”. Toca conocer como era su versión original. El comienzo no defrauda, una versión más lenta y clásica que la facturada como bonus track en el álbum del 92’. Sin embargo, las vocales ARRUINAN este tema totalmente. Un cantante totalmente desenfocado, desafinado, plano y que pareciese que canta punk del más esquizofrénico y no…lo que sea que haga Faith No More. Como sea, no pega para nada. La banda se luce, cada línea instrumental es una joya en sí misma…una lástima.

La penúltima canción, “Arabian Disco”, una buena composición similar a “The Jungle”, pero más relajada a ratos, pese a tener su dosis de tensión. Otra vez me trae reminiscencias de lo que sería el futuro de la banda, “Last Cup Of Sorrow” o “Smaller and smaller” se me vienen a la mente. El riff final de Martin es un tanto desquiciante, y se basta sólo para poner fin a un tema bastante “piola” o inadvertido en el disco. No es malo, pero no es una maravilla tampoco.

El último track “New Begginings” nos despide con tranquilidad y buen gusto, el guitarrista sí que se luce en esta ocasión, con unas melodías excelentes, la batería y el bajo ayudan a que este tema se sienta mucho más rockero y menos experimental que el resto del disco, prácticamente inclasificable. Quizás la canción más accesible de éste, y que ayuda a despedirnos con un sabor de boca algo mejor.

Para ser su primer disco, es bastante bueno, con unas composiciones poco pulidas eso sí, y que podrían dar más (y que lo dieron, en el caso de “We care A Lot” y “As the worm turns”) con una buena producción y un cantante decente, ya que gran parte de la culpa de que este álbum no sea tan bueno como el común de los pertenecientes a FNM la tiene Chuck Mosseley, errático, sin afinación alguna a ratos, excesivamente gritón a otras…sin duda un plomo para la banda. Mención especial sin duda al bajista Billy Gould, sin él este disco ni siquiera gozaría de la fuerza rítmica que posee- el tipo construye junto al batería un armazón elástico y sólido a la vez, sobre el cual los demás instrumentos construyen uno a uno los temas del álbum.

Se siente, sin duda, el sonido Faith No More en el disco, oculto, eso sí, bajo el básico sonido desarrollado en la época. Ese sonido adictivo, experimental e inclasificable, que refinarían en “The Real Thing”, llevarían a su máxima expresión con “Angel Dust” y culminaría en “King For A Day…Fool For A Lifetime” y “Album of the Year”

2 cuernos altos para este disco, bueno pero no tanto. Se vislumbra un poco el talento escondido que saldría a la luz violentamente con “The Real Thing”, y que los destacaría como uno de los grupos más influyentes de las últimas décadas, no obstante, la brillantez se ve opacada por momentos de mediocridad e indigestión instrumental. Aún no estaba lista la fórmula.

Chuck Mosley: Vocales
Roddy Bottum: Teclados
Mike Bordin: Batería
Billy Gould: Bajo
Jim Martin: Guitarra

Sello
Mordam Records