Ramón Barea: A Baroja no se le ha admitido tener ideas propias, pese a su mirada generosa - EFE Noticias

El director de escena e intérprete Ramón Barea (d) y el actor Diego Pérez durante la presentación de la obra de teatro "La lucha por la vida", de Pío Baroja, este miércoles en Santander. EFE/ Pedro Puente Hoyos

Ramón Barea: A Baroja no se le ha admitido tener ideas propias, pese a su mirada generosa

Santander (EFE).- El director teatral y actor Ramón Barea ha reivindicado este miércoles la “vigencia” de la obra de Pio Baroja, del que cree que “no se le ha admitido tener ideas propias” en asuntos como la política o la religión, porque “no se sabe muy bien a quién pertenece”, a pesar de su “mirada amplia y generosa”.

“Se han falseado algunos de sus escritos y se ha llegado a tergiversar el título de algún ensayo”, ha defendido en la presentación en Santander de la adaptación al teatro de la trilogía del escritor vasco “La lucha por la vida”, que recalará este viernes en el Palacio de Festivales de Cantabria.

Barea ha subrayado que esta novela de Baroja ofrece elementos de “modernidad sin forzar la máquina” pese a tener más de un siglo y, aunque sin que haya querido establecer paralelismos con la situación actual, ha defendido que refleja una “España que se repite a sí misma”, en la que ya aparece la corrupción. “Eso que está en esa España complicada de principios de siglo, lo sigue habiendo”. ha opinado.

Adaptación “moderna” de una obra “vigente”

La adaptación de José Ramón Fernández, producida por el Teatro Arriega de Bilbao, utiliza, según ha detallado Ramón Barea, el texto de las novelas “tal cual”, sin añadir o actualizar ningún elemento que no estuviese en la trilogía original de Baroja, manteniendo la “sencillez” de su literatura, pero sacado la parte “teatral escondida” para llevarla a los escenarios.

“No está todo Baroja, pero todo lo que hay es Baroja”, ha resumido el director, que ha estado acompañado en la rueda de prensa por el actor Diego Pérez y el director artístico del Palacio de Festivales, Esteban Sanz.

Barea, que sobre el escenario interpreta al escritor vasco, ha explicado que en esta adaptación se ha querido trabajar con una idea “moderna” del teatro, con una escenografía sencilla que permite que se sucedan de forma rápida el paso del centenar de personajes que suceden de forma “vertiginosa”, de la mano de una decena de actores.

“Es como mágico”, ha definido Diego Pérez, que interpreta al protagonista de la historia, Manuel Alcazar, un joven que emigra a Madrid, donde su madre trabaja de criada a principios del pasado siglo, que quiere “ser bueno”, pero que acaba siendo “infeliz” y convertido en un “tipo muy peligroso” porque todo lo que está a su alrededor huele a podrido”, ha expuesto Barea.

Diez actores; cien personajes

El director ha detallado que sobre el escenario, casi sin decorado, el protagonismo lo tiene un muro que representa el extrarradio de Madrid donde se mueve Manuel. “No se ha añadido nada, pero se reconocen muchos elemento”, ha incidido Ramón Barea, quien ha ahondado en la dificultad de poner en escena una obra con tantos personajes, algunos de ellos con poco diálogo pero que “son magníficos”, que han solventado solo con diez actores.

Salvo Barea que solo da vida a Baroja sobre el escenario, el resto de actores representa, en algunos casos, hasta a una veintena de personajes que se suceden “rápidamente” gracias a “pequeños cambios de vestuario y voz”. “Es un juego actoral muy chulo, que para el espectador es fácil de ver”, ha descrito Diego Pérez.

De esta forma, Ramón Barea ha recalcado que se ha podido adaptar al teatro, en un ejercicio de “atrevimiento”, una obra con una “historia muy potente”, de un escritor “clave” de la literatura española, ha ensalzado el director artístico del Palacio, Esteban Sanz.