Cuando una mujer se divorcia, separa, enviuda ó bien regresa a la soltería, es usual que quede en un cierto estado de vulnerabilidad, sin embargo, como parte normal de la vida desea rehacer su vida, por lo que a pesar de lo sufrido vuelve a socializar, a conocer y a darse la oportunidad de vivir diversos tipos de experiencias, algunas agradables, otras no tanto y en casos extremos, muy desagradables. Pero ¿Qué pasa cuando se topa con un vividor? ¿Cómo poderlos distinguir? ¿Cómo saberlos reconocer? ¿Cómo poder tener éste cuidado de no involucrarse con alguien que pueda hacer un fuerte daño emocional y económico?
Un día Mónica, me pidió orientación respecto de una situación desagradable que vivió, misma que te comparto. Me platicó que en su red social de pronto recibió una solicitud de amistad de un hombre relativamente guapo, de mediana edad, extranjero, que aparentemente en su foto de perfil se veía confiable y buena persona, así ella con inocencia, buena fé, una gran dosis de deseo de encontrar a su pareja ideal y quizás de soledad, lo aceptó, por lo que iniciaron una linda amistad por chat, él sabía escucharla, entenderla, apoyarla y le hacía sentir su cariño con frecuencia. Durante más de un mes platicaban su día a día, compartían preocupaciones, sueños, deseos, gustos, todo parecía ir viento en popa, él sabía exactamente cómo llegarle, cómo hablarle y qué decirle para enamorarla, cuando de repente éste hombre en quién ella estaba totalmente confiada y ya encariñada, le pidió nada menos un préstamo de $5,000.00 dlls. ya que ella era la única persona con quién contaba, cantidad que de no facilitársela, podría llevarlo a la cárcel pues tenía un problema en el trabajo, prometiéndole que se lo pagaría en un periodo breve, además de que lo haría personalmente, pues vendría a nuestro País a verla. Desafortunadamente, nublada por la emoción de encontrarse con él y con la terrible angustia de pensar que su confidente, amigo y posible pareja tuviera un problema legal, a pesar de que amistades cercanas le dijeron que no lo hiciera, acudió al banco a retirar una pequeña parte de sus ahorros, depositándolos de inmediato a la cuenta que él le había proporcionado, afortunadamente, no le dio la cantidad solicitada, ya que además no contaba con tanto dinero, en realidad fue poca la pérdida económica y una vez que él recibió la cantidad en su cuenta bancaria, nunca más volvió a aparecer en la red social por la cual la contactaba, jamás volvió a responderle un mensaje, desapareciendo abruptamente de su vida, habiéndola dejado no solo con su pérdida económica, sino totalmente herida, frustrada, lastimada en su orgullo, su buena fé, su confianza y tantos sentimientos dolorosos que pueden aparecer en una situación como éstas. Y legalmente, prácticamente sin nada que hacer, no firmaron ningún documento que avalara el préstamo, mas que las constancias que habían dejado los chats, pero ¿Cómo localizarlo?¿En dónde encontrarlo? ¿Era cierta su ubicación que le había dicho? En realidad, prácticamente imposible recuperar su dinero.
Como la historia de Mónica, cada día hay más hoy en día y no se necesita ser una mujer exitosa ni adinerada, para sufrirla, Hombres que pierden sus carteras a la hora de pagar, por lo que logran pago de cuentas en restaurantes, teatros, regalos costos, vacaciones, préstamos de dinero y tantas otras situaciones más.
De acuerdo al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española un vividor ó vividora entre otros adjetivos se refiere a la persona “que vive a expensas de los demás, buscando por malos medios lo que necesita ó le conviene”. Aclaro, no solo es exclusivo de nuestro género ya que también los hombres se topan eventualmente con mujeres que buscan obtener beneficios económicos de ellos.
Sus principales características son:
ü Seductores.
ü Carismáticos.
ü No necesariamente guapos.
ü En ocasiones no tienen un empleo estable, fijo ó bien remunerado.
ü No desean compromisos a largo plazo, ni relaciones serias, pretenden y desean vivir el día.
ü Manipulador, chantajista.
ü Buscan mujeres con alto grado de vulnerabilidad.
Todo depende de lo que quiera quien pasa por ésta situación, puede ser que desee tener una experiencia y disfrutar también el momento con aquél carismático personaje, sabiendo y asumiendo las posibles consecuencias, sin duda se vale y está en su derecho, sin embargo, si no fuese ésa su intención, ni desea pasar por una experiencia que le puede dejar ingratos recuerdos, es necesario estar atenta con las personas que se relaciona, a qué personas acepta en su vida, con quienes podrá compartir sus momentos y aspiraciones, la soledad ó el deseo de encontrar a alguien en ocasiones acentúa la vulnerabilidad de quienes lo viven lo que permite atraer a vividores.
Si algún día se te presenta un vividor, te pido que pongas atención a las señales y por encima de todo no hay que perder de vista que antes que nadie está nuestra propia valía. Nunca prestes dinero, bienes, etc. por motivos equivocados y sin tener certeza legal, no te expongas y principalmente no te dejes manipular, ni chantajear por nadie, bajo ningún concepto ni circunstancia.
Y recuerda como siempre, que no estás sola!
Lic. Claudia Torres G.
Abogada, mediadora y coach
abogadaclaudiatorres@hotmail.com
Facebook: Claudia Torres (abogada)
Twitter: @abogadaclaudiat
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