A menudo es definida como la “capital romántica”, pero esta etiqueta no le hace justicia a Lisboa. Su atmósfera atemporal, sus escorzos pintorescos y las impresionantes puestas de sol hacen que sea un destino perfecto para unas vacaciones románticas, pero la ciudad es adecuada para todo tipo de viajeros: no sólo las parejas, sino que también los grupos de amigos y los que viajan solos encontraran tantas cosas que hacer en Lisboa y para todos los gustos!
La primera cosa que hacer en Lisboa es explorar los diferentes barrios, cada uno con su propia alma: el histórico Chiado, la elegante Baixa, la tradicional Alfama, Belém y las conquistas marítimas… explorarlas a pie, perderse entre sus esquinas y callejones es la forma más divertida, pero si queréis entender mejor la historia y la cultura o no disponéis de mucho tiempo y queréis aprovechar al máximo la ciudad de Lisboa en pocas horas, la mejor opción es una visita guiada.
Después de visitar la Lisboa romántica y elegante de los distritos históricos, descubra la cara alta de la capital de Portugal: una metrópolis muy moderna, donde puede encontrar edificios futuristas, clubes de moda, coloridas obras de arte callejero.
Durante vuestras vacaciones en Lisboa acordaos de no deleitaros sólo con los ojos, sino también con el paladar. Probad los manjares locales, disfrutad de los pasteles de crema y otros dulces típicos: os sentiréis como un verdadero lisboeta.
Si no os basta con todo lo que hay para hacer en Lisboa, podéis hacer preciosas excursiones de un día a Sintra, Cabo da Roca, Estoril y Cascais.
Lisboa disfruta de un clima templado, con inviernos nunca duros y un verano ventoso. Las lluvias se concentran en otoño e invierno, mientras que son muy escasas en primavera y verano. Debido a su clima favorable ya la cantidad de eventos que se organizan a lo largo del año, la capital portuguesa se puede visitar en cualquier época del año.
Los mejores meses para ir a Lisboa son junio, septiembre y octubre, cuando el calor es agradable y no sofocante, los precios de vuelos y hoteles bajan respecto a julio y agosto y se organizan muchos eventos al aire libre.
En verano, la afluencia turística alcanza su máximo, factor que repercute en los precios y las colas en los museos; tenga en cuenta que incluso en Portugal la mayoría de los ciudadanos tienen vacaciones en verano, por lo que es posible que encuentre muchas tiendas cerradas, especialmente las pequeñas empresas familiares.
Y recuerda: antes de irte, ¡echa un vistazo a la previsión meteorológica de Lisboa.
Podéis pasar todo el día visitando los monumentos y los edificios históricos de la capital: el castillo de São Jorge, en una posición panorámica de la ciudad; el Monasterio dos Jerónimos, la Torre de Belém y el Monumento a los Descubrimientos en Belém; la Iglesia de São Roque, obra maestra del barroco. Si queréis saber más sobre la historia de la ciudad y una de sus perennes tradiciones visitad el Lisboa Story Centre y el Museo do Fado.
Los cuatro elevadores son muy característicos de Lisboa, con los que los lisboetas suben y bajan los empinados desniveles de la capital. El más bonito es el elevador de Santa Justa, una obra maestra de ingeniería y arquitectura.
Para disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad podéis subir a la estatua de Cristo-Rei o al Arco del triunfo de la Rua Augusta.
Si queréis conocer Lisboa desde otro punto de vista podéis reservar un crucero por el Tajo, el río que atraviesa la ciudad y desemboca en el océano. No dejéis de subir al histórico tranvía 28 para hacer un vertiginoso y emocionante trayecto por los barrios de Lisboa.
Descubre todas las atracciones en la página Qué ver en Lisboa.
Si planea visitar al menos un par de atracciones, considere comprar la Lisboa Card: puede viajar gratis en transporte público y obtener descuentos en actividades y restaurantes.
Cuando el sol se pone, el día en Lisboa no ha terminado. La capital portuguesa es famosa por su animada vida nocturna: comenzad la noche con una o más copas en uno de los pequeños bares del Barrio Alto y a continuación soltaos la melena en una de las discotecas de moda de la capital.
Si la electrónica y el house no es lo vuestro, dejaos emocionar por las conmovedoras notas del fado, la tradicional música popular portuguesa. Asistir a un concierto de fado es una de las experiencias que no os podéis perder en Lisboa.
Gracias a un rico y variado calendario de eventos, con fiestas tradicionales, música de todo tipo en locales y al aire libre, festivales de cine y literatura, ferias enogastronómicas, competiciones deportivas, ferias comerciales, siempre hay algo nuevo y emocionante que hacer en la ciudad!
La forma más rápida y económica de llegar a Lisboa desde España es en avión. La capital portuguesa tiene un solo aeropuerto, que está conectado con España por vuelos directos; hay una buena selección de vuelos de bajo coste que salen de varios aeropuertos españoles.
El aeropuerto de Lisboa está a menos de 10 km del centro histórico, de fácil acceso en metro o autobús shuttle; también hay autobuses públicos, que son más baratos pero más lentos.
La mayoría de los turistas de vacaciones en Lisboa eligen dormir en la Baixa y el Chiado, zonas muy céntricas con una amplia oferta de hoteles y apartamentos de vacaciones de gama media y hostales baratos, dispersos a lo largo de las calles que unen la Praça do Comercio y la Praça del Rossio.
Están estratégicamente ubicados en el corazón del centro histórico, con muchas de las principales atracciones al alcance de la mano, y están bien comunicados por transporte público con otras áreas de la ciudad. Otra de las ventajas de dormir en la Baixa y Chiado es la gran cantidad de tiendas, bares y restaurantes.
Si buscas algo más romántico, la mejor zona donde alojarse en Lisboa para ti es sin duda el encantador barrio de Alfama, repleto de hoteles con encanto y pequeños b&b con espléndidas vistas panorámicas.
Aquellos que quieran un hotel de lujo o una zona muy tranquila pueden elegir la Avenida da Libertade, mientras que si estás en Lisboa por diversión, busca tu hotel o apartamento en el centro neurálgico de la vida nocturna: el Barrio Alto.
Moverse por Lisboa es realmente sencillo porque el transporte público es eficiente y barato. La red de transporte público de Lisboa incluye metro (4 líneas), tranvías o eléctricos (5 líneas), autobuses (más de 140 líneas, incluidos los autobuses nocturnos); a estos se suman los históricos ascensores y funiculares que ayudan a los ciudadanos y turistas a salvar los grandes desniveles entre las distintas zonas de la ciudad de forma rápida y sin esfuerzo.
A diferencia de lo que ocurre en otras capitales europeas, el metro es poco utilizado por los turistas de vacaciones en Lisboa, que por lo general solo lo utilizan para ir del aeropuerto al centro y viceversa. Esto sucede porque las líneas fueron diseñadas principalmente para conectar el centro con las áreas periféricas, que son de poco interés para los turistas. Más a menudo pasará a utilizar tranvías y autobuses.
Una peculiaridad de Lisboa es que el transporte público no es solo un servicio útil sino un atractivo atractivo: gracias a los históricos tranvías, con sus característicos coches amarillos, ya las estaciones de metro artísticamente decoradas con los típicos azulejos portugueses.
Si quieres hacer menos esfuerzo en lugar del transporte público puedes utilizar los autobuses turísticos hop on hop off, muy cómodos en una ciudad llena de altibajos como Lisboa. Todas las paradas se encuentran en las principales atracciones turísticas.
Lisboa es la capital más occidental de Europa y la única que da al Océano Atlántico. Se encuentra a lo largo de la costa oeste de Portugal, en la parte central del país, y precisamente en el estuario del río Tajo. Descubra en el mapa de Lisboa la ubicación de la ciudad y las principales atracciones.
Su territorio histórico comprende siete cerros: São Jorge, São Vicente, Sant’Ana, Santo André, Chagas, Santa Catarina, São Roque.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.
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