"Si Geli Raubal no hubiera muerto en 1931, la historia del siglo XX habría sido muy diferente"

Existen cientos de libros sobre Hitler y sin embargo, muy pocos ahondan en un hecho que cambió al dictador: la misteriosa muerte de su sobrina, Geli Raubal, con la que mantenía una relación sentimental. Ahora el escritor italiano Fabiano Massimi acaba de lanzar una novela centrada en esta desconocida historia titulada "El ángel de Múnich", sobre la que se atreve a señalar: "Geli Raubal fue la primera víctima de la propaganda nazi".

Portada de "El ángel de Múnich".

Portada de "El ángel de Múnich".

Foto: Alfaguara

Historia National Geographic: Se sabe mucho de Hitler, pero para la mayoría del público en general este amor de Hitler por su hijastra es desconocido. ¿Cómo descubriste la historia de Geli Raubal y su “Tío Alf”?

Fabiano Massimi: Yo mismo no sabía nada, hasta que empecé a leer una novela de Robert Harris ambientada en la Alemania de 1938, cuando se celebraba la Conferencia de Paz con la que las principales potencias europeas intentaban evitar la guerra que Alemania ya estaba preparando. En un determinado momento, uno de los personajes ficticios de Harris entra en el piso de Hitler en Múnich y allí descubre la habitación secreta de Geli Raubal, la "famosa" sobrina del Führer que se había suicidado unos años antes, tal vez a causa de las obsesivas atenciones amorosas de su tío. Esas breves referencias despertaron instantáneamente mi curiosidad, así que comencé a buscar más detalles. En muy poco tiempo estaba totalmente obsesionado con el caso Raubal y decidido a contarlo al mayor número de personas posible. De ahí la decisión de escribir sobre ello en forma de un thriller histórico.


¿Cómo fue el trabajo de documentación previo a escribir El ángel de Múnich?

Fabiano Massimi: Parafraseando al poeta Giacomo Leopardi, hubo meses de "loco y desesperado estudio", en los que me pasé el día y la noche investigando, estudiando y comparando todas las fuentes existentes, tratando de encajarlas en una historia completa y coherente. Una tarea que no siempre resultó fácil. A veces parecía que quienes estaban investigando no eran los dos comisarios Sauer y Forster, ¡sino el propio autor! La verdad, me divertí mucho imaginando soluciones realistas para unas incógnitas reales. Por último, visité todos los lugares de esta historia, para "respirarlos" y poder así reflejarlos con fidelidad. Para mí, Múnich no es solo el escenario en el que se desarrolla la novela, sino un tercer protagonista.

Geli Raubal nació en Linz el 4 de junio de 1908. Era la hija de Leo y Angela Raubal, la hermanastra de Adolf Hitler.

Geli Raubal nació en Linz el 4 de junio de 1908. Era la hija de Leo y Angela Raubal, la hermanastra de Adolf Hitler.

Foto: CordonPress

Siempre que un libro tiene una parte histórica me pregunto lo mismo... ¿cuánto hay de realidad y cuánto de ficción en la novela?

Fabiano Massimi: En lo que se refiere a la geografía, la historia y los personajes famosos, sin duda predomina la realidad; igualmente, toda la investigación está basada en los informes originales redactados por la policía de Múnich. Incluso la cronología de los acontecimientos, por increíble que parezca, refleja exactamente lo que sucedió entre el 18 y el 28 de septiembre de 1931, es decir, entre la fecha de la muerte de Geli y la fecha en que el caso fue archivado oficialmente. Alguien, incluso, ha llegado a calcular que la novela es verídica en un 91%. Por mi parte, puedo decir que, si no llega a este porcentaje, poco le falta, porque entretener al lector es, desde luego, uno de mis principales objetivos, pero en El ángel de Múnich prevalece, ante todo, el deseo de hacer justicia a una historia injustamente olvidada. Y para lograrlo, la fidelidad a lo que se conoce con certeza tenía que ser una prioridad.

Adolf Hitler con su sobrina Angela Raubal en 1930.

Adolf Hitler con su sobrina Angela Raubal en 1930.

Foto: CordonPress

En el mundo actual se antojaría un tanto “rara” la relación entre ambos… ¿Realmente fue una historia de amor? ¿Se querían de manera recíproca o hubo algún tipo de contraprestación u obligación en su relación?

Fabiano Massimi: La relación entre Geli y "el tío Alf", también conocido como Wolf (lobo en inglés), ya llamó la atención entre sus contemporáneos. En Múnich se murmuraba mucho y, después de la muerte de Geli, cuando los detalles se hicieron de dominio público, estalló un escándalo que por poco no se llevó por delante a Hitler y al propio Partido. Fue por este motivo que la siguiente "primera dama", Eva Braun, fue mantenida en secreto hasta el final de la guerra. En cuanto a la naturaleza de la relación entre tío y sobrina (o entre tutor y protegida), nadie puede saber qué sucedió realmente detrás de los muros de su apartamento en Prinzregentenplatz 16 y, menos aún, en los corazones de los dos protagonistas. Personalmente, creo que sí, que Geli amó a su tío durante un cierto período de su vida, cuando era una ingenua muchacha de dieciséis años, fascinada por el carisma y el poder del famoso político en ascenso. Más adelante, sus sentimientos cambiaron radicalmente, para dar lugar a una sensación de opresión y desesperación extremas, aunque tal vez no tanto como para motivar un suicidio. Hitler, por el contrario, amó a Geli profundamente y durante toda su vida, si es cierto que, donde fuera que viviese o trabajase, no faltaba nunca un retrato de su sobrina. Según el propio Hitler afirmó en más de una ocasión, Geli Raubal fue la única mujer con la que habría podido casarse.


El periodista Ernst Hanfstaengl respecto a las relaciones sexuales de ambos comentó que "tanto si pensó que una joven que ya había perdido la virginidad podía ser sometida fácilmente a sus peculiares gustos, como si en realidad fue la única mujer en su vida que le curó en parte su impotencia haciendo de él un hombre, son cosas que no llegaremos a saber con seguridad". Igualmente el investigador y periodista Konrad Heiden apuntaba que “a comienzos de 1929, Hitler escribió a la joven una carta redactada en los términos más inequívocos. Era una carta en la que el tío y enamorado se mostraba abiertamente; expresaba los sentimientos correspondientes a un hombre con tendencias masoquistas”.
En tu investigación sobre la época y la relación de ambos, ¿qué has podido averiguar sobre la naturaleza sexual de las relaciones entre Hitler y Geli? ¿Marcó de alguna manera este tipo de relación con la manera de ser del dictador alemán?

Fabiano Massimi: En realidad, se sabe muy poco acerca de Hitler desde el punto de vista sentimental y sexual, pese que se han escrito millones de páginas sobre él y que el público en general tiene convicciones graníticas al respecto. De creer en los testimonios de primera mano, Hitler pudo haber sido de todo: impotente, sátiro, pedófilo, gerontófilo, sádico, masoquista, heterosexual y homosexual y, obviamente, cada una de estas opiniones estaría supuestamente avalada por pruebas. Así las cosas, está claro que ninguna de ellas se sostiene de manera definitiva. Paradójicamente, la relación más oscura de la vida de Hitler, la que le unió a su sobrina Geli, es aquella de la que se conocen más detalles; y sí, en la novela los he incluido todos y he llegado a mis propias conclusiones respaldadas por fuentes originales.

Sin embargo, no debemos olvidar que, desde la antigüedad, la difamación de carácter sexual se ha utilizado siempre en política para desprestigiar a los oponentes. En mi opinión, los elementos más interesantes para comprender la psicología del dictador no están en lo estrictamente sexual, sino en lo afectivo, en su apego extremo, a veces morboso, hacia la familia. Sabemos que Hitler era hijo de un incesto (su padre Alois y su madre Klara tuvieron que pedir un permiso papal para casarse) y varios estudiosos creen que su relación especial con Geli surgió de un oscuro deseo de que todo se quedara en el ámbito familiar. Con la muerte de la joven, como diría después Hermann G��ering, Hitler perdió la última gota de humanidad que le quedaba y se convirtió en el monstruo que conocemos.

No era extraño ver a la sobrina de Hitler, Geli Raubal, junto a su tío en diversos actos sociales.

No era extraño ver a la sobrina de Hitler, Geli Raubal, junto a su tío en diversos actos sociales.

Foto: CordonPress

Así pues, ¿ocultó el NSDAP esta relación para no manchar el nombre de Hitler?

Fabiano Massimi: Tal vez lo intentara, pero nunca lo consiguió. Durante todo el Tercer Reich, el nombre de Geli siguió siendo famoso, mientras que el de Eva Braun permaneció en la oscuridad. El motivo fue que Eva Braun, ya presente en la vida de Hitler desde 1929, al ver que el dictador se estaba cansando de ella, fingió querer suicidarse también. El temor a que estallase otro escándalo indujo al Partido a "blindar" a Eva Braun como consorte legítima de Hitler, pero en secreto, para evitar que ella tuviera demasiado poder sobre él.

Y más allá del NSDAP, ¿qué papel jugó el propio Hitler en la muerte de su sobrina?

Fabiano Massimi: No lo sabemos. Como es sabido, Hitler nunca dejaba nada por escrito (ni siquiera escribió las órdenes para la Solución Final; no digamos diarios como los que un falsificador afirmó haber encontrado en 1983). Además, todo lo relacionado con Geli fue ocultado, o incluso destruido (por ejemplo, como cuento en la novela, el informe de la autopsia). También en este caso tengo una idea clara de cuáles fueron las verdaderas responsabilidades en la muerte de Geli, y los comisarios Sauer y Forster, en la ficción, llegan a aclararlas. Creo que se puede afirmar sin temor a ser desmentidos que fue Adolf Hitler quien mató a Geli Raubal, aunque solo fuera por la presión (opresión) intolerable que ejercía sobre ella.

Hay otra persona clave en las informaciones sobre el caso de Geli Raubal: Otto Strasser. ¿Qué papel jugaron este y otros políticos del partido en las informaciones vertidas sobre Hitler y el suicidio de Geli?

Fabiano Massimi: Otto Strasser, hermano del más famoso Gregor - antagonista de Hitler al frente del Partido hasta que murió en la Noche de los Cuchillos Largos- , huyó de Alemania para evitar ser asesinado y, desde París, publicó un libro (ya imposible de encontrar), Hitler et moi, que contiene numerosas revelaciones sobre el Führer y el partido, así como sobre Geli, de quien era amigo personal. También encontramos otras revelaciones suyas en una colección de documentos recopilados por los Aliados durante la guerra, el OSS Hitler Sourcebook. He sacado muchísima información de esta fuente porque coincide con muchos otros testimonios y circunstancias; demasiados, creo, para no creer que contienen una dosis considerable de verdad. Pero Geli Raubal fue tan importante, tanto viva como muerta, que todos los grandes jerarcas, desde Goebbels hasta Himmler, Göering y Von Schirach, hablaron mucho de ella en sus diarios, memorias y autobiografías. Al no querer inventar nada, he reproducido palabra por palabra todo lo que encontré en esas fuentes, a menudo esclarecedoras.

Angela "Geli" Raubal durante una comida junto a su tío Adolf Hitler.

Angela "Geli" Raubal durante una comida junto a su tío Adolf Hitler.

Foto: CordonPress

Volviendo a la trama de la novela, ¿se resolvió policialmente como “suicidio” tan rápidamente como apuntas en el libro? ¿El poder y el miedo al partido Nazi estuvieron directamente vinculados con dicho veredicto?

Fabiano Massimi: Mi respuesta a ambas preguntas es que sí. Geli fue encontrada muerta el sábado por la mañana y el sábado por la tarde el caso ya estaba cerrado. Un valiente fiscal impugnó ese cierre apresurado impuesto por el entonces ministro de Justicia de Baviera (después ascendido a ministro de Justicia de todo el Reich), por lo que el caso se reabrió el lunes por la mañana, pero volvió a cerrarse de nuevo el lunes por la tarde. Mientras tanto, el cuerpo de Geli - del que no existe un informe de autopsia - desaparece. Todas estas anomalías las cuento - y a veces las explico - en mi thriller, en el que he tenido que inventar muy pocos giros y misterios: ya estaba todo allí.


Para recrear ciertas conversaciones como el interrogatorio a Hitler, ¿cómo te documentaste para que fuera más fidedigno? ¿Realmente Hitler se debió comportar como especificas en tu novela (por ejemplo cuando Sauer le interroga por primera vez)?

Fabiano Massimi: Esta es una pregunta crucial y me ha tenido en ascuas durante mucho tiempo. Estaba claro que, en una novela que gira en torno a Hitler, este debía aparecer en la escena, pero no sabía muy bien cómo hacerlo. Pero sobre todo tenía miedo: miedo a convertirlo en una caricatura, a desdibujarlo o, por el contrario, a ensalzarlo. También existía el riesgo de falsear la historia; un riesgo que una novela puede asumir con cierta despreocupación, pero que El ángel de Múnich tenía que abordar de manera diferente, so pena de que la verdadera e increíble historia de Geli perdiese credibilidad. Así que, finalmente, decidí dejar que los personajes reales hablaran solo a través de lo que realmente dijeron o escribieron. Por ejemplo, la larga historia de Heinrich Hoffmann, el fotógrafo oficial y amigo de Hitler, que estaba con él cuando llegó la noticia de la muerte de Geli, la he tomado de sus memorias. Hice lo mismo con la forma de vestir y comportarse de estos personajes históricos, acudiendo a testimonios contemporáneos y biografías históricas para recabar incluso detalles poco conocidos, pero siempre verídicos, como el pasado militar de Göring o el oficio menos noble de Himmler.

Fotografía en color de Adolf Hitler con su sobrina Geli Raubal.

Fotografía en color de Adolf Hitler con su sobrina Geli Raubal.

Foto: CordonPress
Casa donde, según la versión oficial, se suicidó la sobrina de Hitler.

Casa donde, según la versión oficial, se suicidó la sobrina de Hitler.

Foto: CordonPress

Y tú, personalmente, ¿crees que Geli realmente se suicidó?

Fabiano Massimi: Esto me temo que no puedo revelarlo para no estropear la lectura del libro. Sin embargo, en la novela, mi punto de vista coincide con el de los investigadores, que al final de la historia, a través de una sucesión de descubrimientos y golpes de escena, llegan a una conclusión clara y definitiva que, personalmente, considero más que probable.

Hay quien afirma que la muerte de Geli lo dejó totalmente devastado al punto de repercutir en la relación de Hitler con el resto del mundo y de querer suicidarse también. ¿Es así? ¿Cómo crees que cambió Hitler tras la muerte de su amada?

Fabiano Massimi: Después de la muerte de Geli, Hitler tuvo que ser vigilado durante tres días y tres noches porque había manifestado el deseo de abandonar no solo la política, sino quizás también este mundo. Después, según contaron varios colaboradores, su carácter se volvió rígido y "extremo". El efecto tranquilizador de Geli cesó y los ataques de ira aumentaron, como aumentó la rabiosa dedicación con la que se volcó en su carrera política. Probablemente, si Geli no hubiera muerto el 18 de septiembre de 1931, la historia del siglo XX habría sido muy diferente.

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Posteriormente Hitler declararía a su círculo cercano mucho más tarde que Geli había sido la única mujer que había amado en su vida. ¿en qué lugar deja a Eva Braun esta declaración?

Fabiano Massimi: En la posición que todos los biógrafos de Hitler y Eva conocen desde hace tiempo: la de una compañera de vida más tolerada que amada, con la que Hitler se casó solo in extremis, en el búnker bajo Berlín, unas pocas horas antes de suicidarse juntos. Que ella lo amara está fuera de toda duda, pero en absoluto se puede decir lo mismo de Hitler. Eva Braun fue mantenida siempre en secreto, y en los últimos tiempos tuvo incluso que renunciar a las relaciones íntimas porque Hitler ya no podía, o no le apetecía, y le dijo claramente que se las arreglara.

Finalmente, y volviendo un poco al inicio de la conversación, ¿Por qué crees que esta parte de la vida de Hitler es una de las más desconocidas del dictador alemán?

Fabiano Massimi: Porque podía haberlo destruido a él y a su carrera política, mostrando a los alemanes toda su fragilidad. En los doce años que duró el "Reich milenario", esto no podía suceder bajo ningún concepto; un poco como en Italia, no se podía mostrar el lado débil de Mussolini, ni hablar abiertamente sobre su intensa vida extraconyugal. Sin embargo, tras el final de la guerra, Geli permaneció en el olvido porque la forma en que se gestionó su muerte representa un paradigma negativo para lo que vino después. No se puede decir que ella fuera la primera víctima del nazismo - las matanzas de las SS empezaron en 1923 - pero sin duda fue la primera víctima de la propaganda nazi. Una primacía trágica e inmoral que nadie quería resucitar.

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