Sara Hurtado y el patinaje como "herramienta vital"
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Sara Hurtado y el patinaje como "herramienta vital"

  • La patinadora empieza una nueva etapa con una escuela de patinaje en Madrid
  • Ha recordado como fue su salida de Rusia tras el inicio de la guerra en Rusia

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Los patinadores Sara Hurtado y Kirill Jalyavin en la presentación de SK International Ice Dance School
Los patinadores Sara Hurtado y Kirill Jalyavin en la presentación de SK International Ice Dance School

El patinaje es para Sara Hurtado “una herramienta vital”. La patinadora olímpica considera que es una forma a través de la que ha aprendido “a vivir” y “no solo a competir”. Algo que le ha servido para “trabajar junto a una persona”, a cumplir sus metas o a comprometerse. Señala que ponerlo en práctica, aprender sobre este y sobre ella misma, le han dado la persona que es. Lo ha contado en A media mañana.

A media mañana - El nuevo camino profesional de la patinadora Sara Hurtado - Escuhar ahora

Tras dejar la competición en 2022, acaba de abrir la escuela SK International Ice Dance School junto a Kirill Khalyavin, su pareja deportiva, en Majadahonda, Madrid. Ambos se vieron obligados a salir de Rusia, cuando estalló la guerra en Ucrania en febrero de 2022.

Cinco días con miedo

En Radio Nacional de España ha recordado cómo fue su partida hace casi un año de Moscú a Madrid. Tuvo “miedo, incertidumbre y mucho despedirme de todo sin prepararme” en los cinco días desde que estalló hasta que pudo salir.

Puso su vida en tres maletas y se despidió de su gente por una videollamada, ni siquiera les pudo dar un abrazo. Estuvo tres días en el consulado español “haciendo todas las gestiones necesarias para poder traer a Kirill Khalyavin y a su familia. Porque se vino con su mujer y con su hijo”.

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A lo largo de estos días fueron “días de no hablar nada con nadie, ni de compartir en redes sociales. De repente fue no existir porque lo único que queríamos era pisar tierra firme”.

La decisión

“La gente no se creía lo que estaba pasando” el primer día. “Fue bastante shock y como que todo el mundo tenía la esperanza de que esto fuese como una pequeña amenaza, pero que luego se iba a retirar. Era solo una demostración de fuerza, poco más. O sea que no iban a ir a más”, ha evocado lo que pensó aquellos días.

Le dejó de funcionar su tarjeta, “no podía pagar” y vió cómo se formaban “colas en los bancos de gente sacando su dinero”. Esta sacudida le dio “una sensación de miedo generalizado". Desde el consulado le recomendaron que volviera lo más pronto posible, no solo pensó. Tras el shock, “el segundo o el tercer día” tomó la decisión.

“Vale, ya estamos saliendo”

Ha señalado que no tuvo miedo “por la integridad física porque, dentro de lo que cabe, Moscú era el lugar más seguro donde podíamos estar. No veías guerra en las calles. Sí que veías muchísima más seguridad en metros, en las calles y demás, pero ya de por sí Rusia es un lugar muy militarizado”.

La preocupación le vino cuando Kirill Khalyavin le dijo “esto en el momento que se declare maniobra militar, a mí me convocan. Entonces fue como 'vale, ya estamos saliendo'. En mi vida me hubiese imaginado que se llegase a tal decisión. O sea, de locos”.

El alivio en el ambiente

“Salimos vía Estambul”, ha recordado la patinadora. “Los billetes estaban volando al segundo”. Ha destacado que “poco se habla de la cantidad de gente que se ha ido, tengo todavía la sensación como muy vívida de ese avión Moscú - Estambul de máxima capacidad lleno hasta los topes. Era todo gente rusa que se iba. Nada más despegó el avión, se sintió un alivio en el ambiente”.

“Se retrasó el avión. Estábamos todos como ‘verás que nos quedamos en tierra’. Notabas la tensión en la gente: ‘Necesito salir, necesito salir’”. Ha rememorado como estaba lleno de “madres con niños, estudiantes, muchos hombres”. “Nada más aterrizar el aeropuerto de Estambul era Rusia. Es una locura la de gente que ha salido huyendo”.

“No publiques estas cosas”

Una vez llegaron a España, en el caso de Kirill Khalyavin, ha señalado que no dio entrevistas “porque su familia sigue ahí”. “Se han dado casos de llegar la policía a la puerta de casa de familiares tuyos, de rusos, que están viviendo fuera. Tengo una amiga que vive en Estados Unidos que publicó en redes sociales que no estaba de acuerdo y la fueron a buscar a casa. Su familia le dijo ‘fijate, han venido a buscarte a casa. Quizá, no publiques estas cosas porque nos puedes generar un problema. Es otro mundo del que no se está hablando y es muy complicado”.