Estados Unidos adquirió el territorio de Luisiana de Francia en 1803. Esta vasta superficie terrestre incluía la mayor parte del territorio al oeste del río Mississippi dentro de su cuenca de drenaje.^[23] A cambio, por quince millones de dólares, Estados Unidos obtuvo el control de más de 828.000 millas de tierra habitadas en su mayoría por nativos americanos.Sin embargo, Francia sólo controlaba una pequeña fracción de esta zona, la mayor parte habitada por nativos americanos;para la mayor parte del área, lo que Estados Unidos compró fue el derecho "preventivo" de obtener tierras "indias" mediante tratado o conquista, con exclusión de otras potencias coloniales.^[24] La adquisición otorgó a Estados Unidos el derecho a reclamar tierras a través de tratados o conquistas excluyendo a las potencias coloniales.Antes de esto, Francia había controlado Luisiana desde 1682 ^[25] hasta que fue transferida a España en 1762. En 1800, Napoleón Bonaparte reclamó la propiedad de Luisiana como parte de un plan para expandir la presencia colonial en América del Norte.La incapacidad de Francia para reprimir una rebelión en Saint Domingue y la inminente amenaza de conflicto con el Reino Unido llevaron a Napoleón a contemplar la posibilidad de vender Luisiana a los Estados Unidos.El presidente Thomas Jefferson había deseado durante mucho tiempo adquirir Luisiana para controlar el puerto de Nueva Orleans en el río Mississippi.Para lograr este objetivo, Jefferson asignó a James Monroe y Robert R. Livingston para negociar la compra de Nueva Orleans.Al recibir una oferta del Ministro del Tesoro francés, François Barbé Marbois, actuando en nombre de Napoleón, los enviados estadounidenses rápidamente acordaron comprar el territorio de Luisiana.A pesar de enfrentar la oposición del Partido Federalista, Jefferson y el Secretario de Estado James Madison convencieron con éxito al Congreso para que aprobara y financiara la Compra de Luisiana.La adquisición de Luisiana amplió significativamente el control estadounidense más allá del río Mississippi, duplicando efectivamente el tamaño del país en el papel.En ese momento, Luisiana tenía una población de 60.000 personas, en su mayoría residentes nativos y la mitad de ellos africanos esclavizados.^[26] Tratados posteriores como el Tratado de Adams Onís de 1819 conEspaña establecieron sus límites y se hicieron ajustes a través de acuerdos como el Tratado de 1818 con Gran Bretaña, para sus fronteras.