Cumplió 42 años como escribano público, pero todavía añora sus días de labor periodística.

De figura menuda pero certero y expresivo en cada uno de sus pensamientos, que revelan notable riqueza cultural y humanística, Jorge Jara Grau dice que a la labor notarial llegó fortuitamente, pues el periodismo fue la actividad que siempre lo atrajo.

Por eso recuerda que antes de que lo designaran notario segundo del cantón Guayaquil en marzo de 1958, él ya había realizado a partir de 1944 una amplia labor como cronista de los diarios EL UNIVERSO, El Telégrafo y El Comercio de Quito.

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Siempre le gustó andar en la calle para encontrar la noticia y llevarla como primicia a sus jefes y compañeros, que dicho sea de paso lo rodearon de confianza y estimación, confiesa complacido.

La enfermedad de su padre lo puso al frente de la notaría segunda y desde entonces la atendió sin interrupción hasta septiembre del 2000, en que también se retiró por razones de salud.

Poco a poco le tomó amor a la profesión de notario, pues en sus años mozos hasta se le escondía y escapaba a su progenitor para que no lo pusiera a sacar copias de protocolos, una tarea que le parecía aburrida.

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Recuerda con emoción que a lo largo de sus cuatro décadas de labor logró hacer muchísimos amigos y clientes y, sobre todo, poner en alto el nombre del país en los congresos, simposios y certámenes afines que se celebraron en naciones americanas y europeas.

Ríe al señalar que su pequeña estatura nunca le impidió compartir con colegas de mayor talla, porque siempre lo respetaron y estimaron.

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Una prueba de esto fue cuando en unión del argentino Jorge Bollini recibió en 1995 durante el XXI Congreso de Berlín, Alemania, la Orden Al Mérito Notarial que creó ese mismo año la Unión Internacional del Notariado Latino.

Muestra satisfacción porque jamás traicionó la ética que exige su profesión; asimismo, por la lucha que desplegó en favor de sus colegas y de la entidad que los agrupa.

Ejerció por dos ocasiones la presidencia de la Federación Ecuatoriana de Notarios y es el autor del Decálogo del Notario, aprobado en el VIII Congreso Internacional del Notariado Latino (México, 1965), que se difundió en francés, italiano, español y guaraní.

Aclara ser el gestor de la Primera Ley Notarial y del Primer Arancel Notarial (1966); en igual forma, que por su iniciativa se estableció de manera oficial el Día del Notario Ecuatoriano, el 26 de octubre de cada año a partir de 1986.

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Jorge Jara Grau evoca su etapa de estudiante de primaria en la escuela fiscal Simón Bolívar Nº 1, en la que preceptores como José Anacleto Ochoa exigían la excelencia de la caligrafía con canutero.

En el Alma Máter de Guayaquil donde logró la creación del Día del Novato Universitario (1953) y se tituló de abogado y doctor en jurisprudencia, tuvo como maestros a José Vicente Trujillo, Ángel F. Rojas, José de Rubira Ramos, Leonidas Ortega Moreira y otras grandes figuras.

Inmerso en el quehacer periodístico tampoco descuidó la militancia institucional, pues presidió la Unión Nacional de Periodistas, núcleo del Guayas, y organizó la Primera Exposición Mundial de Periódicos en Guayaquil.

Llamado por las autoridades de su querido colegio dictó las materias de castellano e historia durante seis años; dejó la enseñanza porque ya era notario y no podía ejercer otro cargo público. “Únicamente se permitía ser bombero y con pena no lo fui”, agrega.

Jorge Jara Grau se define como persistente y triunfador, aunque en cierta etapa estudiantil lo castigaron varias ocasiones por hacerse la “pava” para ir al cerro a coger ciruelas o bañarse en el Salado.

Incluso interrumpió su secundaria, pero meditó en el mal que se hacía y retomó los estudios con mayor entusiasmo.

Una frase que tiene como lema de vida es “Lo que la dicha no alcanza, la constancia lo consigue”, mas no descarta aquella que reza “Solo el estudio salva al hombre”.

MUY PERSONAL

Nombres: Jorge Carlos Jara Grau.

Nacimiento: Guayaquil, 23 de abril de 1920.

Padres: Segundo Jara Alvarado y Victoria Grau Carrión.

Esposa: Elsy Delgado

Hijos: Victoria Maritza, Jorge Antonio, María Cecilia y Víctor Hugo Jara Delgado.

Nietos y bisnietos: Tiene 12 nietos y 4 bisnietos.