¿Cuál es el mensaje esencial de la cruz? | Coalición por el Evangelio

¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

Nota del editor: 

Este es un fragmento adaptado del libro Dios salva pecadores: Una exposición bíblica a los 20 temas más importantes de la salvación de Dios (Poiema Publicaciones, 2016), por Oskar E. Arocha.

El apóstol Pablo dijo: «Jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo» (Gá 6:14), porque la cruz es la vida, gozo, alegría, deleite y felicidad del cristiano. Pues no hay ira tan profunda que la cruz de Cristo no apacigüe, ni transgresión tan grave que no quite, ni sufrimiento tan profundo que no pacifique, ni mancha tan sucia que no limpie. No hay pecado que la cruz de Cristo no borre, ni deuda tan grande que no pague. ¡Oh, excelsa cruz de Cristo!

En la cruz fue la muerte expiatoria de nuestro Señor Jesucristo, pero ¿cuál es el mensaje esencial de la cruz? Es que Cristo murió haciendo expiación penal en sustitución por nosotros. Dios, en Su Palabra, presenta que la muerte expiatoria de Cristo fue una muerte sustitutoria, penal y satisfactoria.

Una muerte sustitutoria

La sustitución señala un glorioso intercambio: Cristo tomó nuestro lugar. Nos tocaba ser humillados y avergonzados como Él lo fue. Nos tocaba recibir el castigo que Él recibió y sufrir lo que Él sufrió. Él murió la muerte que nos tocaba morir. En esos términos coinciden todos los pasajes que hablan de este tema.

El apóstol Pablo escribió a los hermanos en Corinto: «Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros» (2 Co 5:21). También dijo a los de Galacia: «Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros» (3:13). El autor de Hebreos escribió: «para que por la gracia de Dios [Jesús] probara la muerte por todos» (2:9). El apóstol Juan en su carta dijo que Jesús «es la propiciación por nuestros pecados» (1 Jn 2:2).

Jesús dijo de Sí mismo: «el Hijo del hombre vino… para dar Su vida en rescate por muchos» (Mr 10:45; cp. Mt 20:28). Así que en estos pasajes vemos la descripción explícita de que la muerte de Cristo fue, en esencia, sustitutoria, es decir, en lugar de aquellos por quienes murió.

Una muerte penal

El elemento penal de la muerte de Cristo significa que Su muerte fue aquel castigo prescrito como pena a todo aquel que se rebela en contra de Dios y viola Su ley. Cabe señalar que el problema del hombre con Dios no mejora con un cambio de conducta. Tampoco podemos asumir que la vida de Cristo fue tan solo un gran ejemplo a seguir y que desafortunadamente terminó en las manos del Imperio romano. Su muerte no fue una corrección, ni una calamidad, ni una disciplina, sino un castigo penal.

¿Por qué castigar? Porque Dios ha atado la gloria de Su nombre a Su justicia y Su justicia demanda que toda maldad sea pagada. Él ha declarado y no se retractará: «Yo pagaré» (Dt 32:35; Ro 14:19). La muerte es el castigo que merece el pecado. La justicia de Dios demanda castigo y el castigo es la muerte. La Palabra dice: «El día que de él comas, ciertamente morirás» (Gn 2:17), «el alma que peque, esa morirá» (Ez 18:20), «la paga del pecado es muerte» (Ro 6:23; cp. Lv 24:15-16; Gá 3:10).

Por tanto, sabemos que solo hay dos opciones: o paga el pecador, o paga Cristo, y si paga Cristo somos «hechos justicia de Dios en Él» (2 Co 5:21), porque en Él fue anulado «el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz» (Col 2:14).

Una muerte satisfactoria

El elemento de satisfacción es nuestra garantía de que no hay manera que se pague dos veces por un mismo pecado. Cuando Cristo murió por los pecados, todos los pecados fueron pagados y la justicia de Dios fue satisfecha. Dios quedó satisfecho por completo, porque una compensación completa fue realizada. Así lo expresa el autor de Hebreos:

Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio, así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente lo esperan (Heb 9:27-28).

El pasaje muestra que, en ambos casos, el nuestro y el de Cristo, hay un aspecto finito: Los hombres mueren una sola vez. El caso del hombre es grave porque sus oportunidades para prepararse para el juicio terminan cuando muere, pero, entonces, Cristo es introducido para llevar los pecados. En medio de la explicación, el autor vuelve e inserta la misma extraordinaria frase una sola vez, a fin de que no quede duda de que la obra de Cristo en la cruz logró satisfacer el juicio de Dios.

El apóstol Juan resalta la misma garantía en su evangelio. Cuando llegó el momento de que Jesús terminara Su obra, lograra la redención y la salvación para los suyos, Jesús dijo: «Consumado es» (Jn 19:30). Con esas últimas palabras Jesús selló la obra que finalizó el castigo, y la justicia de Dios quedó satisfecha.

Por tanto, podemos estar seguros de que «tenemos paz para con Dios» (Ro 5:1), que habiendo Dios entregado a Su Hijo por nosotros, sabemos también que «nos dará también con Él todas las cosas» (Ro 8:32) y que nada ni nadie «nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro» (Ro 8:37-39).

Una “mesa de tres patas”

Como se dijo al principio, la esencia de la cruz contiene estos tres elementos imprescindibles, mostrando que la muerte expiatoria de Cristo fue una muerte 1) sustitutoria, 2) penal y 3) satisfactoria. Esta unidad inseparable la podemos ilustrar con una mesa de tres patas. Si le quitas una de las patas a la mesa, la mesa se cae. De igual manera, si solo suspendemos uno de los elementos, hemos perdido la esencia de la cruz.

Agradecemos al Padre que derramó toda su ira por nuestros pecados sobre Jesús. Y damos gracias a Jesús, quien puso Su vida en sustitución por la nuestra. Por eso sabemos que Dios quedó satisfecho y ya «no hay condenación para los que están en Cristo Jesús» (Ro 8:1).


Adquiere el libro: Físico | Kindle 
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando