Crítica: Immolation - Here in After | El Portal del METAL

Immolation - Here in After

Enviado por Hawkmoon el Mié, 20/04/2011 - 18:10
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1. Nailed to Gold
2. Burn with Jesus
3. Here in After
4. I Feel Nothing
5. Away from God
6. Towards Earth
7. Under the Supreme
8. Christ's Cage

Immolation son una de las mejores formaciones de Death Metal de todos los tiempos. Así de fácil, de simple, y más real que la vida misma.

Los neoyorquinos más molones (con el permiso de Anthrax, Overkill, Daredevil y Spider-man) hicieron historia con su pedazo de debut, de nombre "Dawn of Possesion", en el mundo cavernoso e infernal del Death Metal. Un solo disco les bastó, a Dolan y colegas, para hacerse un hueco en una escena, que en 1991, y gracias a bandas como Morbid Angel, Pestilence, Bolt Thrower, Obituary, Gorefest, Deicide, Death o Messiah, estaba en su cima. Immolation pusieron su granito de arena y, con la coña, lo que hicieron fue crear una tormenta de arena cojonuda. "Dawn of Possesion" es uno de los trabajos más grandes que se han parido en el ilustre reino del Death Metal. A la primera va la vencida. Menuda verdad. Eso sí que es debutar, y por la puerta grande. La gran putada es que, pese a ser "Dawn of Possesion" una obra magna absoluta y abrumadora, nadie, en 1991, lo quiso ver, y la banda debía de hacer frente a la ignorancia de miles y miles de metalheads que escuchaban, únicamente, el Death Metal con olor a Florida.

Tours extenuantes, problemas con la discográfica, enfermedades en el seno de la banda y un parón que casi lo jode todo. Demasiados ingredientes en contra de la "salsa Immolation".

Aunque, mientras tanto y, para hacer boca, Immolation se sacaron de la chistera su "Stepping on Angels...Before Dawn", un compendio de demos (de cuando se hacían llamar Rigor Mortis), muy en la linea de "Abominations of Desolation", de sus adorados Morbid Angel. Había que caldear, y tantear, el ambiente de cara al retorno de los "retoños" más molones del Death. Y así se hizo. El eco que empezaba a crear un aura legendaria al primer discazo, en pleno 1996, y con los antiguos dioses del feudo a punto de vivir sus horas más bajas y oscuras, volvía a sonar brutote. El ambiente se enrarecía, muchas bandas cayeron en combate, otras decidieron cortarse el pelo e imitar a U2, algunos cambiaron totalmente de rollo y muchos, pese a seguir luchando, murieron y aún, a dia de hoy, no se han dado cuenta.

1996 no era, ya, el mejor momento para tener un banda de Death Metal. Pero eso poco les importaba a Immolation, que se sabian ganadores, de antemano, del cetro Deathmetalero. Cinco años después de "Dawn of Possesion", Immolation se armaban hasta los dientes, se santiguaban (a la inversa) y apretaban, y mucho, los dientes. Nos ibamos a enterar, del todo. A aquellos que no creyeron en la banda y a aquellos que la ignoraron brutalmente, iban a abrir sus ojitos de cordero degollado, iban a lanzar a la basura lo último de Deicide, e iban a apostar por un caballo ganador: Immolation. "Here in After" nació para demostrar que sí había vida en el reino de Immolation. Y más que nunca. Ahora verás. Bienvenido a "Here in After". Un disco al que se entra fácil, para ya no se puede salir. Jamás. Da un paso adelante si tienes lo que hay que tener.

Una portada bellísima, muy impactante, obra de Andreas Marschall (la leyenda que estuvo detrás de portadas enormes para bandas como Blind Guardian, Running Wild, Sodom, In Flames, Kreator, Rage o Destruction) y mejorando incluso la de su primer trabajo, nos recibe, muy grotesca, oscura y deprimente. Ideal para un trabajo Death. Ideal para Immolation. Bandaza enorme, que además de cuidar, y un huevo, su material sónico, se esmeran mucho en las presentaciones de sus discos. Las portadas de Immolation, siempre, molan un cojón. Una de las razones por las que tengo a la banda viviendo en mi estanteria, con toda su discografia original. Es una gozada escuchar a la banda y perderse por la perfección "Marschalliana". Al tajo...

"Nailed to Gold", la primera blasfemia, que nace muy "Morbidangelina", y en su etapa del "Blessed Are The Sick", enseguida nos pone las pilas por el cuerpo sólido de sus guitarras, el frenesí esquizoide al que nos somete, el tremebundo vaivén "blastbeatero", la "chicha" solista, la garra melancólica (y, a la vez, ultra-salvaje y animal) y el vozarrón de Dolan, que no tienen nada que envidiar a los mejores "gargantillas" del reino, caso de David Vincent, Glenn Benton, Chris Barnes o John Tardy. Huracán total.

"Burn With Jesus" (montaña densa, riffera y estoica), "Here in After" ("Death-Doom-Thrash", con sus buenas dosis de carne quemada, cuerdas al rojo vivo, y nivelón apocalíptico. Tema que Morbid Angel habrían matado por tener en "Domination"), "I Feel Nothing" (ambiente ecléctico, con ritmos dantescos y más maldad en las guitarras), "Away From God" (con unas cuerdas chirriantes, y tempos de jodida locura) y "Towards Earth" (velocidad asesina) nos aplastan contra un muro de sonido, que son ellos mismos, y rebotamos, una y otra vez, contra fuerzas huracanas, y ventiscas demoníacas a las que no estamos muy acostumbrados. Alucinados andamos. La banda sabe "robar" de los mejores maestros para "adoctrinar", a la parroquia, a su manera.

"Under The Supreme", que se antoja como una de las mejores del trabajazo, acomete el camino de la máxima agresión, la brutalidad porque sí. No hay que preguntar. Solamente te tienes que apartar del tren que son Immolation, y oler, de refilón, justo cuando te pasen, a toda mecha, por el lado, a hierro oxidado, a sangre seca y a azufre. Bestias infernales revestidas en kevlar. Eso es Immolation. Un infierno blindado.

Llega la hora de ser testigos de la "muerte" de "Here in After", y antes del estertor final, antes de que la (espeluzantemente bella) pesadilla termine, nos damos de cara contra "Christ's Cage", tema que nace extrañete, con unas cuerdas que nos intranquilizan, que nos van sumergiendo en un trance jodido y con auras a mal viaje de L.S.D, pero que, poco a poco, como si se tratase de un león al que estamos cabreando más de la cuenta, va ganando aplomo, fiereza, ira y, en nada, sin darnos cuenta, ya lo tenemos encima. Atmósfera, pegada, brutalidad y ganas de sonar a delirio metalero. Portentos en cada surco de los temas. Nada queda vacio, todo se llena de humo, riffeo y baterías. Densos a más no poder. Poderosos como pocos. Unos amos totales.

5 cuernos (medios) para "Here in After". Infaltable.

Jugosa continuación del seminal "Dawn of Possesion" y antesala enorme al "Failure For Gods".

Ross Dolan: Voz y bajo
Robert Vigna: Guitarra
Tom Wikinson: Guitarra
Craig Smilowski: Batería

Sello
Metal Blade