Historia de España-Federico Guillermo IV de Prusia

Federico Guillermo IV de Prusia

Introducción

FEDERICO GUILLERMO IV, rey de Prusia (1795-1861; 1840-1861).

Entre la rígida actitud conservadora de su padre y las realizaciones prácticas de la Nueva Era de Bismarck, el gobierno de Federico Guillermo IV de Prusia se caracteriza por más de una contradicción y de una paradoja. Romántico, con veleidades liberales y racionalistas, pero a la vez autoritario y tradicionalista, fue durante un tiempo el ídolo de los elementos avanzados de Alemania, quienes veían en él al posible realizador de la unificación del Reich bajo un signo liberal. Sin embargo, no respondió a ninguna de estas esperanzas, pues no supo prescindir de Austria para acometer la tarea de unidad nacional, ni romper con las normas tradicionales en el gobierno de Prusia. Realmente, navegando entre la seguridad del pasado y las necesidades del porvenir, Federico Guillermo IV no halló la fórmula que más tarde, quizá favorecido por las circunstancias, había de constituir la base del éxito de Bismarck.

Nacido en Berlín el 15 de octubre de 1795, de Federico Guillermo III y de Luisa Augusta de Mecklemburgo Strelitz, Federico Guillermo IV fue educado esmeradamente por su madre. En su juventud se desarrollaron las incidencias de la guerra de independencia alemana contra Napoleón (1813-1814), en las que tomó parte. Este hecho le vinculó a la formación nacionalista de la nueva generación de Alemania. En consecuencia, se mantuvo apartado de la política ultraconservadora practicada por su padre, particularmente después de 1833.

Cuando el 7 de junio de 1840 ascendió al trono de sus mayores, tuvo que hacer frente a arduos problemas internos —el liberalismo, la cuestión religiosa en la Renania católica— que se dispuso a resolver en forma morigerada. En 1847 estableció la Dieta Unida, reuniendo las ocho Asambleas provinciales creadas por Federico Guillermo III en 1823. Esta medida no satisfizo a los elementos progresistas, los cuales se levantaron en Berlín el 18 de marzo, en un acto integrante del gran movimiento revolucionario de 1848. Federico Guillermo IV se mostró conciliador y prometió la reunión de una Asamblea Nacional, que, en efecto, funcionó de mayo a diciembre de 1848, sin resultados prácticos.

La actitud radical de los progresistas, las instancias del partido militar y de los conservadores, la presión de Rusia y el fin del movimiento subversivo en Viena, indujeron a Federico Guillermo IV a disolver la Asamblea Nacional. El 28 de marzo de 1849 renunció a la corona imperial de Alemania, que le fue ofrecida por una delegación de la Asamblea general de Francfort. Este acto puso término eventual a la agitación nacionalista.

Sin embargo, Federico Guillermo IV no se desentendía de sus sueños más queridos. El 31 de enero de 1850 otorgó una constitución a Prusia, de base censitaria y conservadora, que funcionó hasta 1918. Poco después, a propuesta de Radowitz, intentaba concertar una confederación germánica septentrional con los soberanos de Sajonia y Hannover. Este proyecto, al que se opuso Austria, motivó la humillación de Prusia en la conferencia de Olmütz (noviembre de 1850). A partir de esta fecha Federico Guillermo IV mantuvo un buen gobierno en Prusia, pero se alejó de los conflictos internacionales de la época. Afectado por un ataque apoplético en octubre de 1857, entregó la regencia del reino a su hermano Guillermo, Poco después, el 2 de enero de 1861, moría en el palacio real de Sans Souci, en Potsdam.

VICENS VIVES, Jaime, Mil Figuras de la Historia, Ed. Instituto Gallach, 1944, T. II, pág. 225.