El legado de San José para los hombres | El Nuevo Siglo
Miércoles, 19 de Marzo de 2014

Los católicos  reconocen a San José como el padre putativo de Jesús. Hombre fiel a María y con respeto de Dios, acogió en sus brazos al hijo del hombre hasta el final de sus días. Para conmemorar su humildad, entrega y benevolencia, se celebra hoy, y como todos los años, su día.

San José se constituyó en el guardián de la Sagrada Familia y en el  santo que más estuvo cerca de Jesús y de la Virgen; siendo así, Colombia adoptó esta fecha para celebrar el día del hombre que aunque no es tan popular como el de la mujer, se creó con un solo fin: promover modelos masculinos positivos, reconocer la labor como padres, hijos, hermanos y mejorar las relaciones entre género.

La fecha se creó en 1999 en Trinidad y Tobago, y luego varios países europeos y la mayoría de latinoamericanos lo adoptaron. El día del hombre en realidad fue aprobado por la Unesco para celebrar el 19 de noviembre, pero las naciones a este lado del globo lo festejan hoy.

Ser hombre va más allá de ser el amo y señor de la casa y de responder por aquellas personas que están a su cargo. Los valores de San José, cuando decidió hacer como suyo el hijo de Dios, son la clave para conmemorar esta fecha: humildad, dignidad, consciente de sus actos, responsable, levantarse si se cae, trabajar por un hogar y mantenerlo vivo, impartir disciplina pero ser justo y sobre todo sabio al tomar sus decisiones.

Asimismo, marcar este día en el calendario cumple otro objetivo importante y es el de adoptar y promover medidas para el cuidado del cuerpo y la prevención de enfermedades. De esta forma, los hombres podrán garantizarse una vida saludable y más años junto a sus seres queridos.

Vale la pena recordar que otra de sus luchas debe ser por la equidad de género, tanto en casa como en el ámbito laboral. Además, debe trabajar por evitar la violencia sea cual sea el sexo y proteger a lo más sagrado que tiene: su familia.

La fe de San José se ha extendido de generación en generación permitiendo a la humanidad conocer  las obras de este gran santo y sobre todo profesarle  la humildad que tuvo al ser padre adoptivo del niño Jesús.