Se estudia el proceso de modernización en México a partir de una periodización de los siglos XIX y XX que contempla las continuidades y rupturas que abarcan un periodo más largo, desde fines del siglo XVIII virreinal, hasta las primeras décadas del siglo XX. Así, el impacto modernizador en México será estudiado en términos de los procesos productivos o de trabajo y de las formas culturales e ideológicas. Partimos de fines del siglo XVIII en tanto decisivo en la construcción del orden moderno en la medida que a nivel europeo culmina la transición hacia las estructuras capitalistas y en Américas en el último intento de reorganizar el orden colonial español y finalmente su desaparición.

Se estudia el proceso de modernización en México a partir de una periodización del Siglo XIX que contempla las continuidades y rupturas que abarcan un periodo más largo, desde fines del siglo XVIII virreinal, hasta las primeras décadas del siglo XX. Así, el impacto modernizador en México será estudiado en términos de los procesos productivos o de trabajo y de las formas culturales e ideológicas. Partimos de fines del siglo XVIII en tanto decisivo en la construcción del orden moderno en la medida que a nivel europeo culmina la transición hacia las estructuras capitalistas y en América se vive el último intento de reorganizar el orden colonial español y finalmente su desaparición.

El siglo XIX, en la perspectiva europea de pleno triunfo, auge y expansión del orden capitalista, significa para la realidad mexicana la transición, entendida ésta en el sentido de que a lo largo de este siglo, a pesar de la Independencia política de España, es el período donde observamos continuidades, permanencias, adherencias y finalmente el surgimiento paulatino y tímido de un orden nuevo de características capitalistas. Asistimos al intento de modernización de la realidad mexicana para adecuarla a las nuevas condiciones de desarrollo europeo, transformando el orden productivo y cultural que aún está marcado por formas pre capitalistas y mercantiles.

Esta línea especializada en la Historia Social del siglo XX, en particular se interesa en analizar en este periodo las relaciones de clase, etnia y género de las diferentes clases sociales y a través de ellos comprender como los actores sociales organizan sus distintos vínculos que constituyen el complejo entramado social. Plantea como temáticas generales de investigación, la formación de clases y grupos sociales, familia y la cultura popular. 

El estudio de la fotografía ha sido incorporado al análisis de la investigación histórica desde hace varias décadas, consolidándose un campo de historia visual, que plantea básicamente la necesidad de que las imágenes fotográficas dejen de ser consideradas como una simple ilustración de los discursos escritos y que comiencen a ser valoradas desde una perspectiva más compleja, atendiendo a la lectura e interpretación de sus contenidos específicos.

La historia visual no se limita a una puesta en escena de las imágenes o a su mera vinculación a un período determinado, como podría ser el caso de una historia ilustrada. Por el contrario, su propósito es más complejo, y consiste en desarrollar un análisis, una lectura y una interpretación del discurso visual cotejando las imágenes con todo tipo de documentación escrita y no escrita, asequible a la historia social y cultural.

Esta línea de trabajo ha comenzado a producir aportaciones sólidas e importantes para la historiografía latinoamericana y mexicana. Sin embargo, puede considerarse todavía como un área marginal de la misma, con un desarrollo precario e incipiente. En este seminario de investigación abriremos el espacio a investigaciones de historia social y cultural que retomen las imágenes en general y la fotografía en particular como parte de su documentación.