Cuantísimas veces nos habremos referido a una promesa del balompié como "el nuevo X". Laterales derechos brasileños que han der ser los nuevos Cafú o Dani Alves, mediocentros argentinos catalogados como los nuevos Fernando Redondo o talentosos centrocampistas españoles que son rápidamente equiparados a leyendas como Xavi Hernández o Andrés Iniesta. En la mayoría de ocasiones, dichas comparaciones terminan por ser una losa demasiado pesada para los jóvenes talentos a los que equiparamos, a menudo a la ligera, con mitos del deporte rey.
Es el caso de Yoann Gourcuff, apodado 'petit Zizou' desde sus inicios en las categorías del Rennes. Su destreza con el balón en los pies, sus regates, la calidad que mostraba en espacios reducidos el joven Yoann... Todo hacía presagiar que Gourcuff estaba capacitado para coger el relevo del mítico '5' del Real Madrid, pero Zinedine Zidane hay uno solo.
El mediapunta de Ploemeur jugó su primer partido en la Primera División francesa con 17 años y solo dos temporadas más tarde dio el salto al Milan, que en verano de 2006 se adelantó a todos los grandes de Europa y le firmó por un lustro. A pesar de coronarse campeón de la Champions League en 2007, su paso por Italia fue un rotundo fracaso y solo dos años después regresó a Francia para jugar cedido en las filas del Girondins de Burdeos.
Gourcuff coincició con Kaká en San Siro
Campeón y Mejor Jugador de la Ligue 1
Su retorno no pudo ir mejor y en 2009 Gourcuff realizó su mejor campaña como profesional: alzó la Ligue 1 con el Girondins y fue nombrado Mejor Jugador del campeonato galo tras anotar 15 tantos y repartir 14 asistencias de gol. Unos números que provocaron que los 'Marines Et Blancs' no se lo pensaran a la hora de hacer efectiva su opción de compra de 13,4 millones de euros.
Otro buen curso a las órdenes de Laurent Blanc le valió la convocatoria para el Mundial 2010, de infausto recuerdo para los franceses. El enfrentamiento de Nicolas Anelka con Raymond Domenech derivó en un motín del equipo contra su seleccionador y los 'bleus' cayeron en fase de grupos, con Gourcuff siendo expulsado en el último partido contra la anfitriona, Sudáfrica.
Gourcuff cerró el Mundial 2010 siendo expulsado
Lyon, el principio de su fin
Dos meses después, y todavía con 24 años, Gourcuff dejó el Girondins y se convirtió en la nueva estrella del Olympique de Lyon, en un traspaso que fue el principio de su imparable devaluación. Durante las cinco temporadas que estuvo en el Stade des Lumières el centrocampista no fue capaz de alcanzar, ni de lejos, el nivel que demostró en Burdeos y en septiembre de 2015 volvió al Rennes con la esperanza de relanzar su carrera.
Algo que jamás sucedió. Los 126 minutos que disputó en competición oficial con el modesto Dijon, al que llegó libre en 2018, fueron los últimos coletazos como profesional de uno de los muchos herederos frustrados de Zidane.
Vuelta a su primer amor
En un giro inesperado, Gourcuff retornó a su primer amor en 2019, cambiando la pelota por la raqueta y volviendo a competir, aunque en lugar de en un estadio en una pista de tenis. Y es que antes de ser considerado uno de los mayores promesas del fútbol europeo, Yoann también destacó en el mundo del tenis. En la actualidad juega con el Larmor-Plage en la Regional 1 masculina, donde según informó recientemente 'Le Télégramme' está invicto.
Gourcuff con su club de tenis, el Larmor-Plage