Star Wars: El ascenso de Skywalker - Análisis

Una satisfactoria conclusión.

Crítica de Star Wars Episodio IX: El Ascenso de Skywalker - Star Wars: El ascenso de Skywalker

Desde que fuera estrenada hace más de 40 años, Star Wars (La Guerra de las Galaxias) se ha convertido en todo un fenómeno cultural que trasciende la gran pantalla en la que nació. Este fenómeno fan celebra el estreno de su Episodio IX: El Ascenso de Skywalker a partir del jueves 19 de diciembre y nosotros ya hemos podido ver la cinta más larga de este universo cinematográfico de la galaxia muy, muy lejana desde que Disney compró los derechos cinematográficos en octubre de 2012.

Como sabréis, esta tercera entrega de la tercera trilogía iba a ser dirigida originalmente por Colin Trevorrow (Jurassic World), pero salió del proyecto y en la silla de director se colocó a J.J. Abrams, quien ya había dirigido el Episodio VII: El Despertar de la Fuerza. Como el propio cineasta ha admitido, parte de su idea ha sido deshacer algunas cosas del Episodio VIII: Los Últimos Jedi de Rian Johnson, una de las entregas más polémicas en todo Star Wars. Como alguien a quien no gustaron demasiado ciertas decisiones narrativas en la película de 2017, puedo decir que esta da respuesta de forma bastante satisfactoria a tanto interrogante y situación que se había pasado por alto.

J.J. Abrams no se suele meter tanto en el fango, y el guion que firma junto a Chris Terrio nuevamente vuelve a unir al trío protagonista de Rey, Finn y Poe (siendo claramente ella la que más protagonismo tiene) con algunas de las caras conocidas de la vieja guardia, destacando Ian McDiarmid como el Emperador Palpatine (en lo que hubiera sido la mayor sorpresa de cara a este desenlace... si no fuera porque nos destriparon su regreso desde el primer tráiler), Carrie Fisher como Leia reciclando material rodado antes de su muerte pero no utilizado, el regreso de Billy Dee Williams como Lando Calrissian o Anthony Daniels como C-3PO.

 

La cinta se apoya mucho en el sentimiento de nostalgia y despedida. Al fin y al cabo, el público que acuda a las salas ya sabe que esto es el desenlace de todo lo que conocemos, "el final de la saga Skywalker", como Disney ha promocionado una y otra vez, así que es imposible no sentirse conectados emocionalmente con esos personajes con los que hemos crecido o a quienes llevamos conociendo tantos años. Más allá de eso, encontraremos una estructura clásica, con momentos muy previsibles y apenas una sorpresa inesperada que no hubieran comentado sus protagonistas, realizadores o se hubiera mostrado en algún material promocional.

Teniendo en cuenta el complejo desafío que tiene El Ascenso de Skywalker por delante para abarcar semejante rango de edades (desde niños para los que BB-8 es su mejor personaje de la saga hasta talluditos que querrán ver la despedida y homenaje a Carrie Fisher), podemos decir que afortunadamente nos hemos encontrado una película más adulta de lo que pensábamos. Las escenas con Palpatine son especialmente tenebrosas, casando a la perfección la fotografía de las mismas con la representación del Lado Oscuro, y siendo por momentos más cercanas a lo que sería una película de terror de Star Wars si algún día se hiciese una.

 

En cuanto a las caras nuevas, por desgracia no todas destacan de igual manera. El enigmático personaje de Zorii Bliss es el que más partido podría haber tenido, pero Keri Russell apenas aparece en dos escenas. Esperemos que una serie de Disney+ o algún que otro material canónico expanda y amplíe su historia, porque podría dar mucho más de sí. Más desapercibido todavía pasa Dominic Monaghan como Beaumont Kin, quien simplemente aparece de fondo junto a los líderes de la Resistencia y apenas tiene diálogos, no pudiendo considerarse más que un cameo. Quien verdaderamente destaca es Naomi Ackie como Jannah, a quien se da más tiempo y se explica un poco más de su historia, pero en líneas generales la partipación de los 3 podía haber sido eliminada del metraje sin apenas trascendencia.

Igualmente, aparecen un par de personajes de corte más cómico, en ese guiño a los pequeños que suele haber en cada película, como fue BB-8 en El Despertar de la Fuerza y los Porgs en Los Últimos Jedi (aquí regresan). Hablamos del droide D-O y del pequeño Babu Frik, cuya presencia en pantalla ha sido bien gestionada y cada aparición o frase que sueltan nos hace esbozar una sonrisa sin llegar a ser cansinos. Sí, sabemos que esto va de vender muñecos, pero hay formas y formas de hacerlo.

 

J.J. Abrams, además de encargarse de resolver a su manera todas las lagunas argumentales que dejó Rian Johnson, está excelente en la dirección, apoyado en una dirección de fotografía exquisita y en la tecnología visual contemporánea, que nos permite ver con credibilidad la mayoría de piruetas y loopings de naves espaciales o unas luchas de sable láser escasas, pero muy impactantes. Quizás solamente quede el borrón de una escena concreta a modo de flashback en la que el rejuvenecimiento digital no está a la altura.

Habrá que juzgar una vez que la gran masa de seguidores galácticos acuda al estreno, pero también puede haber cierta polémica. Abrams ya vaticinó que introduciría "nuevos poderes de la Fuerza que no gustarán a todos los fans" y así es. No solamente porque haya algunos puristas que prefieran seguir con el ahogamiento a distancia, la atracción de objetos y poco más, sino porque abusa mucho del "porque sí" para presentarlos en pantalla. Es cierto que los caminos de la Fuerza son todopoderosos y no se han estipulado límites, pero quizás aquí J.J se ha pasado de la raya. Aun así, con algunos de ellos ha sido lo suficientemente sutil como para que todo quede a interpretación del espectador y hasta poder lavarse las manos, como se suele decir.

 

Pros

  • El tono maduro en líneas generales.
  • Puede gustar a todo tipo de públicos de Star Wars.
  • Corrige y amplía algunas de las lagunas argumentales de Los Últimos Jedi con bastante respeto.
  • Gran homenaje a Carrie Fisher teniendo en cuenta el material del que se disponía.

Contras

  • Cierta escena a modo de flashback.
  • La introducción de nuevos poderes de la Fuerza "porque sí".

El veredicto

J.J. Abrams recoge las cenizas que dejó Rian Johnson con Los Últimos Jedi y construye su propio Ave Fénix para una épica y satisfactoria -aunque no perfecta- conclusión a la trilogía, más que a la saga. No se suele meter en muchos charcos más allá de la aparición de nuevos poderes de la Fuerza y quizás abusa un poco de la aparición de Palpatine como villano principal de la función, pero a su vez corrige con acierto algunas de las lagunas argumentales que dejó la anterior cinta a la vez que es respetuoso con ese legado. Daisy Ridley y Adam Driver están de lujo, y todo el reparto de secundarios también tienen sus momentos. Teniendo en cuenta el desafío que supone desarrollar una película para un amplio abanico de públicos, podemos decir que, como adultos, hemos quedado bastante satisfechos con el tono general de la película, muy épica, tenebrosa y emotiva por momentos.

En este artículo

Star Wars: El ascenso de Skywalker

Lucasfilm | 19 de diciembre de 2019

Crítica de Star Wars Episodio IX: El Ascenso de Skywalker

8.5
Muy bueno
J.J. Abrams recoge las cenizas que dejó Rian Johnson con Los Últimos Jedi y construye su propio Ave Fénix para una épica y satisfactoria -aunque no perfecta- conclusión a la trilogía, más que a la saga.
Star Wars: El ascenso de Skywalker
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