Casi perfecta (2019), de Jake Helgren

La joven Peyton se hace pasar por asistenta para introducirse en la mansión de una famosa diseñadora. Allí se hace amiga de la vecina de al lado, Stella Marshall, encantadora bloguera y su hija. Peyton se obsesiona con Stella, a la que considera la madre que nunca tuvo, lo que en principio agrada a la mujer. Sin embargo levanta las sospechas de su hija, que no ve con buenos ojos la presencia en su casa, cada vez más frecuente, de la entrometida asistenta.

Architípico telefilm de personaje aparentemente normal que sin embargo resulta ser un peligroso psicópata. Le falta algún giro que no esté trillado, pero por lo general gustará a quienes aprecian este tipo de producciones para la pequeña pantalla.