¡Ah! ¡Quel Cinéma! Un título de álbum con no uno, sino dos signos de exclamación, que significa algo parecido a “qué palabrería”, ya que prepara al oyente para canciones como “Cinemascope”. Temas como las heridas personales (“Ich Bin Cool”), la traición (“Mes Copines”), las deficiencias de la personalidad provocadas por el abuso de drogas (“Methedrine”), la rabia (“Hass-Satellit”), las opiniones infladas de uno mismo (“Brezel Says”), el suicidio (“Le Spleen”), el dolor (“Dancing With A Memory”) y las almas en pena (“Elektroschocktherapie”) se presentan en formato de pantalla panorámica y, a menudo, de la forma más divertida. La afición de Stereo Total por los juegos de palabras no se manifiesta en todas las letras de este disco. Muchas de las canciones de este disco recuerdan a las más sombrías y desesperadas que escribió para su primer grupo, Les Lolitas. Sin embargo, el humor anárquico que puede asociarse a Stereo Total reaparece en composiciones como “Keine Musik” y “Einfach”. Musicalmente, este disco de Stereo Total, su duodécimo, no puede alinearse fácilmente con nada. Si los álbumes anteriores resonaban con influencias que van desde la chanson, el trash o la música disco hasta el punk, el rock’n’roll y la NDW (Nueva Ola Alemana), Stereo Total han llegado ahora a su propio universo musical que no presta atención a los artificios estilísticos, recordando el “rien de tout”. Brezel Göring recurre a su predilección por los instrumentos que se encuentran más bien en las manos de los niños en los hogares en los que la educación musical no está en el orden del día: órgano de plástico para bebés y un espantoso piano de ratón, acompañados de guitarras caseras pegadas por artesanos poco dotados. Stereo Total sigue haciendo música electrónica con sonidos Casio de mercadillo que van en contra de lo que generalmente se acepta como música electrónica. Cada instrumento musical podría traducirse probablemente en coordenadas sociales y, en este sentido, las herramientas del oficio de Stereo Total hablan un lenguaje inequívoco. Stereo Total siguen tocando un rock de garaje lo-fi que se burla de todos los clichés masculinos asociados a las guitarras. Cuando Françoise Cactus toca la batería, los ritmos del feminismo, el antiprofesionalismo y el diletantismo subversivo pasan a primer plano. Cualquier intento de encasillar a Stereo Total. El grupo empezó a hacer música antes de que existiera Internet, antes del euro, antes de la reunificación de Alemania y antes incluso de que hubiera bandas o música. Probablemente seguirán tocando cuando todo eso haya pasado al basurero de la historia. Cuando empezaron a hacer música juntos, se propusieron alterar las reglas, desestabilizar las ideas. Puede que no hayan tirado por la ventana la estructura armónica europea o el compás de 4/4, pero sin duda han cuestionado todos los demás aspectos de las técnicas musicales y líricas.
A1 Einfach
A2 Ich Bin Cool
A3 Mes Copines
A4 Cinemascope
A5 Methedrine
A6 Die Dachkatze
A7 My Idol
B1 Hass-Satellit
B2 Brezel Says
B3 Le Spleen
B4 Sur Un Fil
B5 Dancing With A Memory
B6 Keine Musik
B7 Elektroschocktherapie
