Muere Ben Bradlee, el editor del Washington Post que supervisó la cobertura del Watergate
- Redacción
- BBC Mundo
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Ben Bradlee, el editor del Washington Post encargado de supervisar la cobertura del escándalo de Watergate que provocó la renuncia del presidente estadounidense Richard Nixon en 1974, falleció este martes a los 93 años.
Director ejecutivo del diario entre 1968 y 1991, Bradlee se convirtió en una de las figuras más importantes de Washington y de la historia del periodismo, mientras transformó al periódico en una de las publicaciones más respetadas del país.
Bradlee era uno de los pocos que conocía la identidad de la fuente del escándalo de Watergate "Garganta profunda", que finalmente se hizo pública en 2005 y resultó ser el oficial del FBI W. Mark Felt.
The Washington Post informó que Bradlee murió de causas naturales en su residencia.
Máximo honor
En 2013, el editor recibió la máxima condecoración que puede otorgársele a un civil, la Medalla Presidencial de la Libertad.
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"Para Benjamin Bradlee, el periodismo era más que una profesión, era un bien público vital para nuestra democracia", indicó en un comunicado el presidente Barack Obama tras conocerse su muerte.
"Un verdadero reportero de medios impresos, transformó el Washington Post en uno de los diarios de mayor calidad, y con él a cargo, un creciente ejército de periodistas publicó los Papeles del Pentágono, dió a conocer Watergate y contó historias que necesitaban ser contadas, historias que nos ayudaron a entender nuestro mundo", agregó el comunicado emitido por la Casa Blanca.
"Ben Bradlee fue el mejor editor de periódicos de EE.UU. de su era y tuvo un gran impacto en los editores de la época moderna de este diario", dijo por su parte Donald Graham, antiguo editor de The Washington Post.
Según recuerda el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Thomas Sparrow, Bradlee dirigió la sala de redacción de The Washington Post durante más de dos décadas, periodo en el cual duplicó la circulación del diario y lo convirtió en un medio de referencia internacional.
En su obituario, el Post asegura que Bradlee fue exitoso porque combinó historias basadas en la reportería agresiva con reportajes que tradicionalmente aparecían en revistas, y además señala que dirigió a sus periodistas con una mezcla de "víscera e intelecto".
17 premios Pulitzer
"El obituario resalta que durante la dirección de Bradlee, el Post ganó 17 premios Pulitzer, un contraste con los cuatro que había ganado antes de su llegada", agrega Sparrow.
Indudablemente su momento de mayor impacto fue el caso Watergate a principios de la década de los 70, que no sólo llevó a la renuncia de Nixon sino que les dio un reconocimiento incomparable tanto al diario como a Bradlee, quien se convirtió prácticamente en una celebridad.
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No obstante, el Post asegura que su decisión más importante como editor puede haber sido la publicación de historias sobre los Papeles del Pentágono, un documento oficial sobre la Guerra de Vietnam que les fue filtrado a los periodistas y cuya publicación el gobierno trató de impedir.
Bradlee también tuvo errores considerables y el Post asegura que el editor cayó en un "fraude astuto" cuando publicó una historia de un heroinómano de ocho años, escrito por una joven reportera llamada Janet Cooke.
El artículo se ganó un Pulitzer en 1981, pero resultó ser un invento que obligó a Bradlee a devolver el premio y fue una vergüenza para el diario.
Eso no pareció afectar, sin embargo, la fama de Bradlee a largo plazo y ahora el mundo periodístico lamenta la muerte del que consideran fue uno de los grandes editores de Estados Unidos.
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