Gestión Científica de Frederick Taylor: Teoría y críticas
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Gestión Científica de Frederick Taylor: Teoría y críticas

Publicado el 16 abril, 2024

¿Quién es Frederick Taylor?

Frederick Taylor fue un maestro de ingeniería estadounidense que desarrolló la Teoría de la Gestión Científica, comúnmente conocida como taylorismo. Se le considera el padre de la gestión científica tras haber desarrollado diversos métodos de gestión. Nació en 1856 en Filadelfia y posteriormente se unió a la Academia Philips Exeter. Tuvo un buen desempeño y calificó para ingresar a la Universidad de Harvard, pero no pudo ingresar a la institución debido a problemas de vista.

Más tarde, Frederick Taylor aprendió a hacer patrones como aprendiz en la empresa Hydraulic Enterprise Works. Después de trabajar durante tres años en Hydraulic Enterprise Works, empezó a trabajar en Midvale Steel Works. Trabajó durante varios años ascendiendo de rango y luego se convirtió en ingeniero jefe en Midvale Steel Works. Después de conseguir el puesto de ingeniero jefe y trabajar durante tres años, Frederick Taylor introdujo el estudio de tiempos, un sistema de observación del trabajo y cuantificación del tiempo necesario para completarlo. El estudio del tiempo sentó las bases para las teorías científicas de la gestión que siguieron.

Una contribución de Frederick Taylor a la teoría de la gestión fue que la productividad aumentaría mediante la optimización y simplificación del trabajo y no obligando a los trabajadores a trabajar más duro. También propuso la cooperación entre los directivos y los trabajadores. Había una interacción mínima entre gerentes y trabajadores en ese momento, pero Taylor cambió esa narrativa.

Además, Taylor argumentó que la motivación de los trabajadores estaba integrada en incentivos financieros y, por lo tanto, introdujo el salario justo por un día de trabajo justo. Esto significaba que a un empleado se le pagaría de acuerdo con su productividad diaria. Por lo tanto, a un empleado menos productivo se le pagaría menos que a un empleado más productivo y viceversa. La importancia de Frederick Taylor para el campo de la gestión fue que estableció la Teoría de la Gestión Científica para estudiar los antecedentes científicos del trabajo determinando el efecto del desempeño laboral en la productividad de los trabajadores.

La gestión científica de Frederick Taylor

Frederick Taylor estableció los principios de la teoría de la gestión en 1909. La teoría de la gestión científica de Frederick Taylor era un modelo que buscaba comprender el proceso científico del trabajo. La teoría de Fredrick Taylor explicaba que la optimización del trabajo se traducía en productividad y eficiencia y no en cómo se obligaba a los trabajadores a trabajar duro. La teoría de la gestión científica de Taylor suponía que la productividad podría aumentar simplificando y optimizándolos los trabajos.

Además, la teoría suponía que los gerentes debían interactuar con sus subordinados para mejorar la eficiencia en el lugar de trabajo. Durante ese tiempo, los gerentes apenas interactuaban con los trabajadores. Se dejaría a los trabajadores trabajar en proyectos y ejecutar tareas solos. Sin embargo, Taylor creía que las organizaciones mejorarían la eficiencia si los gerentes se relacionaran estrechamente con los trabajadores.

La teoría también suponía que se podía hacer que los trabajadores trabajaran más rápido y mejor y obtuvieran más productividad brindándoles incentivos que los obligaran a hacerlo. A través de esa suposición, Taylor estableció la narrativa de un salario justo por un día de trabajo justo. Esto significaba que el empleado más productivo recibía un mejor salario y viceversa. Por lo tanto, los empleados estaban motivados a trabajar mejor y más rápido para producir más productos debido al incentivo financiero. Frederick Taylor utilizó cuatro principios en su teoría de la gestión científica. Los cuatro principios son:

  1. Dividir el trabajo entre gerentes y trabajadores: los gerentes participarían en la planificación utilizando métodos científicos, mientras que los trabajadores realizarían sus tareas de manera eficiente utilizando los planes formulados.
  2. Contratación científica y formación de trabajadores: Las empresas debían contratar personas en función de sus capacidades y no simplemente asignar a una persona a cualquier trabajo.
  3. Recopilar información y su análisis para transformarla en reglas y leyes: a través de métodos científicos, los gerentes debían determinar las formas efectivas de realizar las tareas.
  4. Monitorear el desempeño de los trabajadores: los gerentes debían supervisar a los trabajadores para asegurarse de que utilizaran los métodos más eficientes para realizar las tareas asignadas.

Taylor también desarrolló estudios de movimiento y tiempo donde mostró preocupación por el movimiento de los trabajadores en el lugar de trabajo al realizar sus tareas. La teoría se centró en reducir los movimientos improductivos en el lugar de trabajo para minimizar la pérdida de tiempo y aumentar la productividad. Un ejemplo es el estudio de la pala en Bethlehem Steel Company.

A través de la investigación, Taylor se dio cuenta de que la operación de la empresa sería más eficiente si los trabajadores tuvieran mejores palas. Las palas utilizadas en la época eran similares a las de todos los trabajadores, las que cavaban para romper sustancias pesadas y las que recogían materiales ligeros. Los trabajadores que excavaban sustancias pesadas estaban en gran desventaja porque las palas les eran desfavorables.

¿Cómo ha influido la teoría de Taylor en la gestión moderna?

La teoría de la gestión científica de Taylor ha influido en la gestión contemporánea al hacer que muchas empresas adopten el modelo para mejorar sus operaciones comerciales mediante la formación, la selección y la supervisión. La teoría ha ayudado significativamente a la gestión moderna al garantizar que a los trabajadores se les asignen tareas que coincidan con su motivación y capacidades para fomentar y mejorar la eficiencia.

Cuando se mejora la eficiencia, la empresa reembolsa a los trabajadores con mejores incentivos financieros para motivar su productividad. Algunos otros aportes de la teoría de la gestión científica son el análisis de datos, donde la recolección de información se reduce a reglas y fórmulas; la formación de los trabajadores, donde su mejora potencia la eficiencia; especialización, donde a los trabajadores se les asignan tareas de acuerdo con sus capacidades y calificaciones, y estándares de calidad, donde las tareas se realizan para cumplir eficazmente los objetivos específicos de la empresa.

La teoría de la gestión científica también mejoró los sistemas de pago en los que a los trabajadores se les paga por pieza de trabajo. Taylor creía que si a los trabajadores se les pagara por pieza, trabajarían mejor y más rápido para obtener mejores salarios. También sería fácil valorar la cantidad de trabajo que realizó cada trabajador porque el sistema de cuantificación valoraba el trabajo por pieza. Además, la teoría ha tenido un impacto positivo en la utilización de recursos al minimizar el desperdicio de recursos y tiempo.

Críticas a la gestión científica

La gestión científica de Frederick Taylor ha enfrentado varias críticas por parte de críticos que se oponen a su aplicabilidad en las organizaciones. Algunas de las críticas son:

  • Los críticos argumentaron que la teoría sólo se basaba en una forma particular de hacer bien las cosas. Argumentaron que la teoría de Taylor no daba lugar a la adopción de otros modelos que promovieran la responsabilidad individual y la toma de decisiones inclusiva. Los críticos creían que la adopción de modelos que promovieran la inclusión en la toma de decisiones hacía posible que los empleados no siguieran una forma específica de realizar las tareas, sino que actuaran de manera más racional ante esa situación.
  • Los críticos también argumentaron que la teoría de Taylor iba en contra del trabajo en equipo. Creían que la teoría de Taylor sólo se centraba en las tareas individuales y no hacía hincapié en que los trabajadores se esforzaran en conjunto para mejorar el trabajo en equipo. Por lo tanto, los críticos se opusieron a la teoría porque creían que el objetivo general era la eficiencia y productividad holísticas de la organización y no la productividad de cada individuo. Por lo tanto, sería mejor combinar esfuerzos y asegurar el crecimiento de la productividad organizacional general.
  • Los críticos también afirmaron que la teoría de Taylor no se centraba en la contribución mental de los trabajadores a través de ideas. Creían que las ideas de los trabajadores también desempeñarían un papel fundamental en la mejora de la eficiencia de la organización a través de la innovación, un concepto que la teoría de Frederick Taylor no incorporaba.

Resumen de la lección

Frederick Taylor fue un inventor estadounidense que estableció la teoría de la gestión científica o taylorismo para influir en la forma en que se realizaba el trabajo utilizando técnicas científicas. Taylor se formó como ingeniero mediante una maestría en ingeniería mecánica. Para mejorar su teoría, Frederick Taylor escribió libros como Shop Management y The Principles of Scientific Management. A través de esos libros, Taylor impactó la administración a través de conceptos cuantitativos como contabilidad de costos, ergonomía y producción en línea de ensamblaje para aplicar la ciencia para realizar análisis cuantitativos.

La teoría de la gestión científica se basó en cuatro principios: la división del trabajo entre gerentes y trabajadores, donde los gerentes debían crear planes mientras los trabajadores usaban el plan para ejecutar tareas; la contratación y formación científica de trabajadores; crear leyes y reglas a partir de la recopilación y análisis de datos e información. A Frederick Taylor también se le ocurrió el estudio del movimiento que se refería al uso de métodos científicos para comprender las tareas de los trabajadores y luego desglosarlas para generar la forma más efectiva y eficiente de realizar esas tareas.

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