Víctor Torres, el verdadero wayki de los hermanos Nicanor y Dina Boluarte, camina esposado y escoltado por policías. Hace apenas dos meses, por voluntad y decisión propia, decidió ingresar a las oficinas de Cuarto Poder para aceptar lo que antes calló: el copamiento de las prefecturas y subprefecturas con personajes del ya cuestionado partido Ciudadanos por el Perú, antes llamado Comités Ciudadanos, que tuvo a Nicanor Boluarte como cofundador.
La fiscalía le imputa los “delitos de organización criminal” y “tráfico de influencias”, por coludirse con Nicanor Boluarte y ser un operador de ese “poder de facto” desde que Dina Boluarte se hizo presidenta. A Víctor Torres se le responsabiliza de “gestar el plan criminal mediante el copamiento de cargos públicos” prefectos y subprefectos siendo “que Víctor Torres, sin ser funcionario, se encargaba de acopiar los expedientes de curriculum vitae, CV”.
Cuando el 2021, Dina Boluarte fue ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Víctor Torres obtuvo 5 órdenes de servicio por S/53 mil en sus entidades adscritas como Qalli Warma y el Programa País. Lo sacaron cuando el escándalo mediático lo puso en evidencia.
Hoy detenido y esposado, Víctor Torres parece estar imperturbable, pero el expediente contra él tiene también el peso del testimonio de un particular testigo.
Todos quedamos impactados cuando en febrero del 2024 este hombre, Juan José Enciso, se convirtió en colaborador eficaz y entregó parte de las coimas en el proceso seguido contra el expresidente Martín Vizcarra por el direccionamiento de licitaciones en Provias del MTC durante su gobierno.
Un testigo protegido ha narrado que, meses antes, este hombre, trabajador en tercera línea de Provías, fue buscado por Víctor Torres.
Dice el testigo protegido 08-2024 que “Víctor Hugo Torres Merino le propone el cargo de director de PROVIAS DESCENTRALIZADO [es decir, el gran ascenso] a José Enciso Torres, y le señala que “estamos buscando gente de confianza”, y luego este lo lleva al domicilio de Nicanor Boluarte”.
