El menguante club de los dientes imperfectos
Son los últimos del diente torcido, los anarquistas del diastema. En un mundo invadido por incisivos blancos como la tiza y alineados como el dominó, descubrimos las claves para lograr la "cuidada imperfección" en tu dentadura
Cada vez cuesta más encontrarlos, pero están ahí. Conforman la resistance ante la invasión de sonrisas pluscuamperfectas; son los últimos del diente torcido, los anarquistas del diastema. En un mundo invadido por incisivos blancos como la tiza y alineados como el dominó, el menguante club de los dientes imperfectos es el fascinante diapasón de la belleza natural.
Aunque a primera vista nadie lo diría, resulta que en muchos casos esas dentaduras descuidadas están más pensadas de lo que parece."La gente nos pide que le dejemos la boca bonita, pero que no se note. El secreto de una sonrisa bella y natural pasa por dejar imperfecciones", cuenta Sandra Sánchez, directora de la madrileña Clínica Smiling.
Ella tiene claro que "una boca blanca, grande y cuadrada da sensación de persona mayor". En este punto, dice, hay una diferencia fundamental entre Estados Unidos y Europa:ellos quieren lucir unos dientes muy blancos y anchos, "que se note que se han gastado dinero"; mientras que aquí "queremos tener una sonrisa radiante, pero que nadie se entere de que nos hemos hecho algún tratamiento".
Para lograr ese efecto de "cuidada imperfección", Sánchez da unas cuantas claves que hay que respetar:
-Dejar el borde de los dientes un poco roto: "Si las piezas están perfectamente pulidas, la sensación artificial aumenta".
-Si tienes diastema (separación entre las paletas), déjatelo: "Mucha gente nos lo pide, se arreglan el resto de la boca, pero eso lo quieren mantener porque les da mucho carácter".
-Elige bien el tratamiento blanqueador. Sánchez asegura que el Zoom de Phillips, el que usan en su clínica, no deja un blanco nuclear. Tardan una hora y media en hacértelo, cuesta 600 euros y su efecto dura cuatro años.
-Si lo tuyo no son imperfecciones, sino un drama, hazte el tratamiento íntegro: "Hay mucha gente que sólo se lo hace en los dientes de arriba. Si pones Tele5 verás que todos se han hecho la arcada superior y la inferior ni la han tocado. Ese error es muy común y se nota una barbaridad".
-No confundas imperfección con extravagancia. Hace tres años en Japón se puso de moda el Yaeba, torcerse los dientes hasta tener la apariencia de un vampiro. Una tendencia extraña que toco techo con la saga Crepúsculo y que llegó a España. Bien lo saben en Smiling, donde tuvieron el caso de una persona que, más que ladear, quiso alargar sus colmillos. En la clínica se negaron en rotundo.
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