El pr�ncipe Harryha vuelto a Londres para celebrar el d�cimo aniversario de los Juegos Invictus, y todo apunta a que ni siquiera se encontrar� esta vez con su padre el rey Carlos, con quien despach� durante apenas 45 minutos tras su diagn�stico de c�ncer durante su visita rel�mpago en febrero. "En respuesta a las continuas especulaciones sobre si el duque de Sussex se encontrar� con su padre durante su estancia en el Reino Unido esta semana, lamentablemente no ser� posible debido a la agenda completa del programa de su Majestad", inform� un portavoz del pr�ncipe Harry.
"El duque entiende los compromisos y las prioridades que tiene su padre en su diario y espera que se puedan verse pronto", agreg� el citado portavoz, que dej� la puerta abierta a un posible cambio de planes de �ltima hora, antes del regreso de Harry a California a finales de semana.
Harry lleg� a Londres a primera hora de la tarde del martes y particip� en un coloquio con la presentadora de televisi�n y ex atleta Louise Minchin, como pre�mbulo al aniversario de los Juegos Invictus que se celebra el mi�rcoles con una acto en la catedral de San Pablo.
Carlos III estar� a esa hora despachando con el "premier" Rishi Sunak en el palacio de Buckingham. El rey, que la semana pasada volvi� a participar en actos p�blicos mientras dura su tratamiento, tiene previsto participar en los pr�ximos d�as junto a la reina Camila en un homenaje a las enfermeras, despu�s de su visita el martes pasado al centro especializado del c�ncer en el hospital MacMillan de Londres.
"Es sorprendente que el rey y Harry no se encuentren, y es tal vez un signo de lo mucho que queda a�n por hacer para la reconciliaci�n de la familia", declar� a The Daily Mail el cronista real Richard Palmer. "Ha habido mucha especulaciones estos d�as, y yo mismo he llegado a creer que se encontrar�an".
Se trata en cualquier caso de la primera visita de Harry desde que Kate Middleton hizo p�blico su propio diagn�stico de c�ncer. La tensa relaci�n de Harry con Guillermo, con quien no se ha comunicado desde hace meses, hace que sea pr�cticamente imposible pensar en una visita sorpresa al chal� Adelaide, donde viven los pr�ncipes de Gales con sus tres hijos.