Los secretos de Iván Pedroso, el genio detrás de las medallas de España: "Sin él, esto no sería posible"

Daniel Arribas

Publicado5 de marzo de 2024, 16:06 h

• Link
• Whatsapp
• X

Entre las luces frías y una tibia bienvenida en la Terminal 4 de Barajas, Iván Pedroso llega a Madrid de incógnito, bajo el calor de su abrigo y metros por detrás de sus atletas. A sus 51 años, el cubano, saltador de época, oro olímpico en Sídney 2000, entrena a Ana Peleteiro y a Fátima Diame, las dos únicas medallas de España en los Mundiales de pista cubierta de Glasgow: la gallega, bronce en triple salto con una marca de 14'75 metros, la valenciana, mismo metal en longitud con un registro de 6'78 metros.

El éxito es reciente, demasiado incluso, pero la relación de Pedroso con ambas saltadoras viene de lejos. Tras los Juegos Olímpicos de Río 2016, cuando Peleteiro aún tenía 21 años y veía el futuro incierto, lejos de las cotas a las que había apuntado en categorías inferiores, el cubano acudió al rescate. "Iván me sacó de la mierda", reconoció la gallega años después, tajante tras conseguir el bronce olímpico en Tokio 2020. "Cogió una niña que sí, que sabía saltar y tenía técnica, pero que pesaba 65 kilos y le sobraba grasa por todas partes. Confió en mí y me dijo que lo íbamos a conseguir".

Así fue. Ocho años después, más madura, mejor atleta y madre de la pequeña Lúa —que no se perdió nada desde las gradas de Glasgow—, la coruñesa se mueve, salta y habla como lo que es, una estrella. "Aún estoy en proceso de construcción", advierte bajo los focos de la T4. "Llevo tantos campeonatos desde el sofá que ahora tengo ganas de más. Trabajo mucho a nivel físico con Iván, soy muy currante y ahora mismo mi objetivo es establecerme por encima del 14'50, pero para eso tenemos que trabajar mucho".

Al estadio Fuente de la Niña de Guadalajara, centro que le cambió la vida bajo las órdenes de Pedroso, llegó en 2021 la valenciana Fátima Diame, un año más joven que la saltadora gallega. "Confío plenamente en el sistema de trabajo de Iván", dice ahora, cansada de un viaje con escala en Londres, la tercera del mundo en longitud, que aún mastica un éxito con el que soñó en la 210, la habitación que compartió en Glasgow con Peleteiro. "Es muy fuerte, se ha dado, es mi primera medalla en un campeonato internacional y estoy súper contenta".

Diame, que acumulaba siete medallas entre Europeos Junior, Juegos del Mediterráneo —juveniles y absolutos— y Campeonatos Iberoamericanos, ha conseguido en Escocia su primera gran medalla internacional. "Ahora mismo tengo sensaciones muy buenas, pero nos queda mucho trabajo por delante. De momento, no voy a pensar en el futuro, iremos a París y a ver qué pasa", aclara a Relevo. "Lo importante ahora es esto. Iván me ha dado muchísima confianza en todo este tiempo y creo que sin él, no hubiera llegado hasta aquí, nada de esto sería posible. Al final, lo que más he cambiado desde que trabajo con él es la mentalidad. Me ha enseñado que puedo estar ahí, que soy igual que mis competidoras y que si dejo atrás ese complejo de inferioridad puede llegar un día, como ayer, en que me meta en las medallas".

Pedroso, que volvió de Escocia con tres bronces, el de Peleteiro, el de Diame y el del portugués Tiago Pereira, también integrante del equipo que se exprime cada invierno en Guadalajara, acumula éxitos a un palmarés ya de por sí imponente como técnico. "Si la gente viera un entrenamiento del 'Team Pedroso' [compuesto, entre otros, por los españoles Jordan Díaz, Fátima Diame, Ana Peleteiro o Tessy Ebosele, además de Yulimar Rojas], creo que vería personas que se dejan todo por trabajar y que a la vez que son una pequeña familia", sentencia Diame en la terminal madrileña. "Nos apoyamos mucho entre nosotros, y fuera de las pistas también, nos llevamos muy, muy bien, hacemos muchos planes en nuestro día a día".

También es relevante...

Ana Peleteiro saca pecho por el sistema español: “Los demás lo ven con envidia”