La leyenda de los hermanos Ayar - Palabra Quechua
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La leyenda de los hermanos Ayar narra cómo aparecieron los incas en el mundo andino. Son las vicisitudes ocurridas a cuatro parejas de hermanos desde sus orígenes míticos en el lago Titicaca hasta encontrar la tierra fértil donde se desarrollen sus ayllus o familias.

El entorno mítico se desarrolla en un pueblo moribundo de nombre Tiahuanaco (más información aquí), cultura longeva que se encuentra en caos y pronta a desaparecer por un éxodo masivo cuyas causas se ignoran. En la confusión, aparece un líder de nombre Ayar Manco acompañado de su hermana y esposa Mama Ocllo y sus seis hermanos al mando de una familia conformada por un clan numeroso que están dispuestos a echar suerte en territorios lejanos.

El camino para llegar a tierras ignotas está sujeto a pasajes míticos con genuino sentir incaico. En este post relatamos los sucesos ocurridos a los hermanos Ayar al encuentro de su destino final.

Índice

1. El mito y la leyenda: sentido histórico

La historia del origen de los hermanos Ayar se divulga de forma tradicional mediante la narración de sucesos fantásticos. La procedencia de los incas se acopió a través de relatos fabulosos y, por eso mismo, poco creíbles.

En concreto, la leyenda de los hermanos Ayar cumple el rol de recordar acontecimientos del pasado y es una fuente de sabiduría que describe la travesía de los hermanos buscando tierras fértiles; sin embargo, también es una leyenda con sucesos plagados de fantasía que dificultan su comprensión, quizá por no contar con una fuente distinta para compararlo y hallar los vínculos que los unan. La naturaleza fabulosa de la leyenda no permite a los estudiosos del tema obtener razones que avalen una historia verídica que explique lo acontecido. Para comprender las enseñanzas de la leyenda que nos ocupa, en el transcurso de la narrativa lo iremos comparando con el mito del dios Viracocha.

La cuestión es:

¿Cómo interpretar la narración fantasiosa para escurrir la verdad de la leyenda? ¿Tendrá la leyenda un sentido histórico? ¿Se puede obtener un resultado cercano a la realidad?

Es un desafío que nos fuerza a ingresar en el pensamiento incaico ―ya extinguido― para sustraer la fantasía de la leyenda y extraer la historia verdadera. Por esta razón, consideramos que para encarar su estudio, debemos comparar El mito de Viracocha (ver libro aquí) con la leyenda de estos hermanos. Solo así se logra interpretar el auténtico sentir incaico, caso contrario, no captaremos el mensaje oculto detrás de la entelequia usada para narrarlo.

Iniciemos el relato incaico de los hermanos Ayar:

2. Viracocha el dios creador de los hermanos Ayar

La mayoría de cronistas comienza la leyenda de los hermanos Ayar en el instante en que asoman por una de las cuevas del cerro Tampu T´tocco.

Ahora bien: ¿Cómo llegaron hasta allí? ¿De qué lugar procedían?

Las cuestiones propuestas se revelan en el mito de Viracocha: según De Molina, C. (1573 [1947]: párr. 022018), cuando el mundo se hallaba en tinieblas y el dios Viracocha concebía la segunda creación de gente en la planicie de Tiahuanaco, al mismo tiempo y de la nada, hizo aparecer al sol, la luna y las estrellas, ordenándoles dirigirse a la isla Titicaca y desde allí ascender a los cielos o Mundo Alto incaico.

Pero, antes, el sol se aparta del grupo de luminarias y muta en la figura de un hombre resplandeciente y convoca a Ayar Manco y sus siete hermanos. Y dirigiéndose a Ayar Manco como el hermano mayor, le dijo:

“Tú y tus descendientes habéis de ser futuros señores que sujetarán muchas naciones; ténganme por padre y jáctense de ser hijos míos debiendo reverenciarme como su padre”.

Dicho lo anterior, el sol entrega a Ayar Manco sus insignias, armas y un bastón de oro, para que, a manera de señal, lo hincase por las tierras a transitar y, en aquel lugar donde se hundiera, supiera que era el sitio destinado para fundar su reino. Después, los despidió augurándoles triunfos y buena ventura. En ese instante, Viracocha ordena al sol, luna y estrellas dirigirse al lago Titicaca para ascender a los cielos y tomar posesión del lugar que hoy ocupan. Al irrumpir el sol, se despejan las tinieblas iniciales y aparece la luz por primera vez en la tierra andina.

La etnia incaica asoma al territorio andino con la creación repentina del sol, hecho ocurrido en la isla del Sol del lago Titicaca.

3. La isla del Sol en el lago Titicaca

Así comienza la leyenda de los hermanos Ayar, con la extinta Tiahuanaco como el territorio de procedencia y la isla del Sol en el lago Titicaca, lugar de la creación de los incas.

Cabello Valboa (citado por Valcárcel, L. 1964: T.3, 244) recuerda que la isla de nombre Titicaca, ubicada en el lago del mismo nombre, es la cuna nativa de los hermanos Ayar. El padre San Nicolás ibid. (T 2, 133) dice que:

“[…] en la isla de Titicaca se construyó un templo al Sol. Fue erigido en memoria y evocando […] el principio y origen de la familia de los reyes del Cuzco. Dicha isla era tenida en gran veneración, y en ella con mayor preminencia un peñasco relacionado con el sol”.

Según el padre Ramos Gavilán ibid. (T.2, 129,130), la isla Titicaca fue un santuario y era conocida también como la isla del Sol. Cuenta Ramos que al interior había una gran peña por donde el Sol apareció por primera vez y que su fama se extendió a lugares remotos como Pasto, Quito y Chile desde donde venían en peregrinación. Dice la gente de aquel lugar que creían que en tiempos antiguos no hubo luz y sus mayores contaban que el sol apareció saliendo de dicha peña.

4. Pacaric Tampu: la paqarina de los hermanos Ayar

 

Los hermanos Ayar proceden de la isla del Sol en Tiahuanaco, pero ¿Cómo fue el traslado hasta Pacaric Tampu? El relato mítico lo revela, los cronistas señalan una cueva del cerro Tampu T´tocco como la paqarina (ver significado aquí) o lugar de origen de los incas, pero… ¿De qué manera llegaron hasta allí?:

Terminada la ascensión del sol, la luna y las estrellas al Mundo Alto, Viracocha ordenó a la segunda creación de gente sumirse en tierra para, a su orden, fueran a surgir por sus respectivas paqarinas, mandato que alcanza también a los hermanos Ayar, como lo confirma la crónica de De Molina, C. (1575/1947) que dice así:

“[…] y que luego en aquel instante, Manco Cápac y sus hermanos y hermanas, por mandado del Hacedor, se sumieron debajo de la tierra y vinieron a salir a la cueva de Pacari Tampu, donde se jactaban de proceder […]”. (Cap. 1, párr. 022018).

En consecuencia, los hermanos Ayar se introdujeron al interior de la tierra o Pachamama, que los albergó y después salieron a través de sus intersticios naturales por una de las cuevas del cerro Tampu T´tocco en Pacaric Tampu o el tambo del amanecer.

La travesía desde Tiahuanaco hasta Pacaric Tampu es muy extensa —570 kilómetros aproximadamente— y el mito no explica las incidencias de la comitiva durante el trayecto, todo ese tramo ha sido ignorado y perdido para siempre; solo cabe especular el posible camino.

La leyenda dice que, en el cerro Tampu T´tocco hubo tres cuevas: una de ellas nombrada como Sutic T´tocco, lugar por donde salió la etnia tampu, la otra Maras T´tocco, por donde surgió la comunidad mara y la cueva del medio o Cápac T´tocco o cueva real o principal que resultó ser la paqarina o lugar de origen de los cuatro hermanos Ayar acompañados con sus esposas y hermanas.

De esta manera, ingresa una nueva casta en el escenario andino, que nace con la creación del sol: los incas. Surgen con el cálido fulgor de la luz, quedando disuelta la oscuridad inicial revelada en el mito del dios Viracocha.

La versión de Cristóbal de Molina permite comprender la aparición de los incas en su paqarina o lugar de origen. Es así como se vincula la leyenda de los hermanos Ayar con el mito de Viracocha, de lo que inferimos lo siguiente:

1) La leyenda de los hermanos Ayar es una ramificación del mito del dios Viracocha.

2) El relato de Cristóbal de Molina el Cuzqueño coincide con el mito de Viracocha y concuerda con el pensamiento incaico que asocia los lugares de origen con las paqarinas. Lo que no poseíamos era el nexo para unir el mito con leyenda.

3) La presencia del dios Viracocha en el hecho de la aparición de los incas es innegable.

4) Cobo, B. (1653/1964: Cap. 3, párr. 062360) relata una versión similar que reprodujo de Cristóbal de Molina el Cuzqueño.

Los nombres de los hermanos fueron: Ayar Manco, Ayar Cachi, Ayar Uchu y Ayar Auca; los de sus hermanas: Mama Ocllo, Mama Huaco, Mama Cura y Mama Ragua. Todos salieron ricamente ataviados: los varones, con unas mantas largas y unas camisas sin mangas tejidas con lana y muchos bordados o tokapu que, según Cieza de León, significa vestido para reyes; las mujeres, a su vez, vestían mantas y fajas repujadas en oro y transportaban mucho servicio doméstico, labrado en oro y plata, para guisar sus alimentos.

Narra Sarmiento de Gamboa que los cuatro hermanos se pusieron de acuerdo y que, con la convicción de que eran fuertes y sabios, decidieron pactar previamente las acciones que debían llevar a cabo para lograr su objetivo que era: declarar la guerra a los pueblos que no los reconocieran como señores y someterlos para apropiarse de sus tierras. Así, concertado todo, salieron de Pacaric Tampu caminaron por entre cerros y quebradas buscando las tierras fértiles.

La comitiva trae consigo la vara de oro entregada por su padre el Sol, y la hinca cada cierto tramo del camino. Su meta es permanecer en el territorio donde se hunda, dado que es la señal que indica el lugar preciso para fundar el pueblo. El relato permite intuir que la búsqueda de tierras fértiles es una de las causas del éxodo, la falta de tierras aptas para el cultivo y producción de alimentos en Tiahuanaco origina la salida de Ayar Manco y su séquito.

5. La travesía de los hermanos Ayar para llegar al Cuzco

Salieron debidamente pertrechados: portaban haciendas, servicios y armas. Ayar Manco, traslada en sus pertenencias, un ave parecida a un halcón, de nombre Indi, lo guarda en un estuche de paja. Sus familiares le temen, creen que es una huaca (ver significado aquí) o cosa sagrada o encantada.

Caminaron hasta llegar al pueblo Huaynacancha o el Patio Joven, a cuatro leguas del inexistente Cuzco, donde sembraron sus semillas y repusieron alimentos. En esta aldea, Ayar Manco se juntó con Mama Ocllo, encuentro que da lugar a su embarazo. Pero, como la tierra no eran tan fértil como deseaban y no brindaba las cosechas que requerían, decidieron reiniciar la marcha y se mudaron al valle de Tamboquirau o Cuna del Tambo, nombrado así por tratarse del lugar donde Mama Ocllo alumbró al primogénito. La comitiva se dirigió a Pallaqta, que es como decir un pueblo de paso, donde se mantuvieron por un tiempo. Sin embargo, tampoco les agradó la tierra y continuaron avanzando hasta llegar a Haysquisrro.

6. Ayar Cachi: encierro en la cueva de origen

Durante la caminata, uno de los hermanos, el más fuerte de todos, de nombre Ayar Cachi que, traducido al quechua quiere decir Sal, andaba alardeando de su gran fortaleza a la vista de sus hermanos. (Acerca del nombre, estudios lingüísticos consignan un significado distinto, (ver enlace aquí).

Retomando la historia:

En el camino Ayar Cachi saca de su bolsón una honda y coloca una piedra. Dándole vueltas la arroja en dirección a un cerro muy distante y alto; tal fue el impacto que lo derrumbó y abrió paso a una quebrada. Así iba por el camino: arrojando piedras, allanando cerros y formando despeñaderos profundos entre sus diabluras y crueldades.

La actitud de Ayar Cachi causó preocupación a sus tres hermanos, quienes mantuvieron una conversación secreta para deshacerse de su compañía. Amenazados por la fuerza del hermano, llegaron a temer que, en un futuro cercano los sujetara bajo su mando, de modo que en dicha reunión tramaron una treta sutil.

Convocaron a Ayar Cachi y le dijeron:

“Hermano, debes saber que olvidamos en Cápac T´tocco, unos vasos de oro o topacusi y algunas semillas, así como nuestra principal insignia de señores o cetro o suntur paucar. Conviene, por el bien de todos, que vuelvas allá y los traigas”.

Ayar Cachi se negó inicialmente, pero su hermana Mama Huaco lo reprendió severamente y, ante la insistencia de las otras hermanas, asintió.

De modo que el valiente Ayar Cachi resulta convencido para regresar a la cueva en búsqueda del requerimiento. Pero no fue solo: los hermanos designaron a Tambochacay (nombre tenebroso; significa el tambo de la noche) como compañero comisionándole en sigilo eliminar al hermano pendenciero. Ayar Cachi tenía que desaparecer.

Con opuesto cometido, partieron ambos. Cuando llegaron a Tampu T´tocco, Ayar Cachi ingresó a la cueva y Tambochacay colocó una peña colosal tapiando la entrada y se sentó encima para evitar cualquier posible fuga. No pasó mucho tiempo para que Ayar Cachi hallase la salida taponada, entendiera la traición de Tambochacay y quisiera vengarse. Secuestrado por su furia, puso toda la fuerza en la roca y con vigorosos gritos hizo temblar el monte; aun así, no logró salir.

Dando por segura su muerte, vociferó con todo el ímpetu de la rabia acumulada:

“Tú, traidor, que tanto mal me has hecho, ¿piensas llevar las nuevas de mi mortal carcelería? ¡Pues no sucederá así! ¡Por tu traición, quedaras ahí, convertido en piedra!”.

Dicho esto, Tambochacay quedó convertido en piedra a un lado de la cueva Cápac T´tocco y Ayar Cachi quedó confinado en la oscura cueva.

A los siete hermanos que habían quedado en Haysquisrro, les pesó tanto en el ánimo el crimen cometido, que prorrumpieron en un gran llanto. Aun así, optaron por proseguir su camino, no sin antes acordar que la hermana y mujer de Ayar Cachi se quedara a cargo de Ayar Manco, pero en calidad de sirvienta.

Hasta aquí el relato nos crea ciertas dudas, como: ¿Cuál es el significado de la prisión de Ayar Cachi? ¿Qué rol asumen sus tres hermanos?

Molinié, A. (1987:71-81) ayuda a responder ambos interrogantes cuando dice:

“El agua es para Taguapaca lo que es el interior de la tierra para Cache” (78).

Dicha frase se hace entendible por el principio de correspondencia que dice:

“Lo que sucede en el Mundo Alto ocurrirá en el Mundo Bajo y viceversa”.

Si comparamos la interpretación del mito de Viracocha (ver libro del mito aquí) con la leyenda de los hermanos Ayar, hallamos que los cuatro soles del mito del dios tienen sus similares en los cuatro hermanos Ayar. Es decir, por el principio dicho: lo que sucede en el Mundo Alto incaico (mito) ocurrirá en el Mundo Bajo (leyenda) y viceversa. Para comprender los nexos que unen el mito de Viracocha (cielo) con la leyenda de los hermanos Ayar (tierra), detallamos sus similitudes:

1) El mito tiene cuatro dioses protagonistas: Viracocha y sus tres hijos. La leyenda, por su parte, revela cuatro hermanos: Ayar Manco y sus tres hermanos.

2) El mito dejar ver tres soles luminosos y uno oscuro; de igual modo, la leyenda revela tres hermanos juntos y uno en la oscuridad de una cueva.

3) Viracocha cumple la función de padre y es apoyado por sus dos hijos dóciles; a su vez, Manco Cápac es el jefe del clan y tiene bajo su mando a los dos hermanos dóciles.

4) Tres soles luminosos equivalen a los tres hermanos Ayar y un sol oscuro equivale a un hermano cautivo. En el Mundo Bajo, Ayar Cachi equivale al hijo de Viracocha de nombre Tawapaka del Mundo Alto. Asimismo, en el Mundo Bajo, Ayar Manco, Ayar Uchu y Ayar Auca equivalen a Viracocha, Ymaymana y Tokapu que son los dioses del Mundo Alto.

5) Los tres Viracochas continúan la creación, en tanto que Tawapaka ingresa en la oscuridad, igualmente, los tres hermanos Ayar continúan la búsqueda de tierra fértil, en tanto que Ayar Cachi queda sepultado en la oscuridad de una cueva.

6) En el aspecto lingüístico también hay similitudes: Tawapaka significa el cuarto (sol) que está oscuro, oculto, secreto. Es, por tanto, el sol oscuro que personifica la muerte. En cuanto a Ayar Cachi, sabemos que está asociado a un encierro en una cueva oscura; de manera simbólica su propio nombre lo vincula con un cerco tapiado (ver significado aquí), donde es confinado, a la vez, su acompañante Tambochacay significa tambo de la noche. La oscuridad andina está relacionada con la muerte; y no otra será la suerte que correrá Ayar Cachi.

Como consecuencia de lo manifestado, existen analogías entre los cuatro Viracochas o cuatro soles del Mundo Alto con los cuatro hermanos Ayar del Mundo Bajo. Lo acaecido en los cielos se repite en la tierra en virtud del principio de correspondencia o “como es arriba es abajo, como es abajo es arriba”.

Podemos concluir que el relato incaico de los hermanos Ayar es consecuente con el pensamiento incaico de los cuatro soles del mito de Viracocha. En Manco Cápac y sus tres hermanos se repite la misma historia del mito de Viracocha con sus hijos, aunque en un contexto distinto. Esto es así, porque el mito de Viracocha tiene por escenario el Mundo Alto (cielo), en cambio, la leyenda de los hermanos Ayar se cumple en el Mundo Bajo (tierra) incaico.

Quedan respondidas las cuestiones planteadas al inicio. Y con este nuevo referente podremos entender mejor el actuar y proceder de los demás hermanos Ayar.

7. Los hermanos Ayar y sus acuerdos

Consumado el hecho, se reanudó la marcha hasta llegar a Quirirmanta, muy cerca al cerro Huanacauri, lugar ubicado a dos leguas del Cuzco. En este pueblo, los tres hermanos restantes se reunieron para conferenciar y realizar consultas para dividir los oficios que cada uno debía asumir.

Pactaron lo siguiente:

1) Ayar Manco debía casarse con su hermana Mama Ocllo.

2) Ayar Manco fue elegido como el superior de todos, quien tenía a cargo a todas las familias. Como consecuencia cambió su nombre, en el futuro será nombrado como: Manco Cápac (ver significado de Cápac aquí).

3) Ayar Uchu se quedaría convertido en una huaca o lugar sagrado en el cerro Huanacauri para ser venerado por los incas.

4) Ayar Auca debía obedecer las órdenes de Ayar Manco. El acuerdo fue que debía instalarse en el lugar donde se fundaría el futuro reino.

8. Ayar Uchu y la suerte que corrió

En tanto dejaban el cerro atrás, Ayar Manco observó a lo lejos una huaca que obstaculizaba el camino. Ayar Uchu se ofreció ir y adelantarse para retirarla. No bien llegó, se sentó encima y le preguntó qué hacía en aquel lugar, La huaca volvió la cabeza tratando de ver de qué se trataba, pero como el peso la oprimía no pudo volverse. A la vez, Ayar Uchu quiso pararse, pero sus pies quedaron pegados al suelo y, de forma paulatina se fue convirtiendo en una estatua de piedra.

Cuando llegó, Ayar Manco lo encontró transformado, aunque aún podía hablar. Ayar Uchu le dijo que se quedaría así, como un ídolo petrificado, solicitando como retribución por su buena voluntad lo siguiente:

1) Que le rindieran veneración en todas sus fiestas y honores cuando ocurriese la celebración de la ceremonia de Huarachico o fiesta de armar caballeros.

2) Que fuera el primero en recibir las ofrendas y lo adorasen como padre en aquel preciso lugar en que se quedaba.

Cuando Ayar Manco acepta el pedido, Ayar Uchu queda en definitiva petrificado.

Y fue así como se transformó en una huaca, de modo que, en su memoria y recuerdo, bautizaron el sitio como Ayar Uchu Huanacauri (ver significado aquí). La ceremonia del Huarachico tuvo vigencia permanente desde el tiempo de Ayar Manco hasta el arribo de los españoles. Los sacrificios y ofrendas, según refiere Cristóbal de Molina, se dirigían primero al cerro Huanacauri cumpliendo de esta manera lo acordado con el hermano.

Proseguimos con el relato:

Tristes por la pérdida de otro hermano, partieron del lugar y descendieron del cerro hasta llegar a los valles del Cuzco. En el camino divisaron el pueblo de Matagua (Mataguaya, en puquina), cuyo significado según Cerrón Palomino, R. (2013) (2016) es Cuesta Rasa, lugar donde construyeron sus chozas y vivieron un tiempo.

Habían transcurrido muchos años; tan así que Sinchi Roca había crecido y tenía la edad para armarse como caballero y le horadaran las orejas. En Matagua, celebraron el rito del Huarachico con mucho regocijo salpicado de llantos y pena por el recuerdo de los hermanos perdidos. Según Sarmiento de Gamboa, también allí inventaron el lloriqueo en honor a los muertos imitando el gorjeo de las palomas.

9. Ayar Auca, le aparecieron alas

Después de dos años en Matagua, reiniciaron la búsqueda de tierra fértil. Unos cuentan que Mama Huaco y otros que Ayar Manco fue quien lanzó la vara de oro en Colcabamba, topónimo que hace alusión a un lugar con muchas llanuras, pero el cayado no se hundió. En la segunda lanzada, la vara llegó a Huaynapata o Lugar de Andenes y se perdió; nunca más la pudieron recuperar. Era la señal esperada: estaban en el terreno fértil que tanto buscaban y en ese instante decidieron invadirlo. Gozosos con el acierto, regresaron a Matagua para planear el despojo y apropiación del territorio.

Desde Matagua, Ayar Manco divisó a lo lejos un mojón de piedra ubicado cerca a lo que hoy es el monasterio de Santo Domingo del Cuzco. Se lo mostró a Ayar Auca —a quien le habían brotado alas— y le ordenó alzar vuelo, sentarse y tomar posesión de la zona donde estaba el mojón, lugar destinado para el futuro pueblo de los incas. Ayar Auca emprendió vuelo en la dirección indicada y, al tocar tierra y sentarse en el mojón, quedó convertido en una piedra. Por último, quedaron Ayar Manco, Mama Ocllo y sus tres hermanas, con quienes se funda el Cuzco.

Ayar Auca quiere decir Ayar el Guerrero por traducción del quechua, pero el relato mítico no expresa ningún contexto bélico donde destaque este hermano (ver significado aquí).

¿Cuál es el sentido incaico ante la pérdida de ambos hermanos?

Si comparamos la leyenda con el mito de Viracocha, de nuevo el escenario descrito tiene similitud con el mito. Es el suceso del recorrido llevado a cabo por los tres dioses del mito, recuerda a los tres Viracochas avanzando por tres lugares distintos: Ymaymana por los Andes (amanece el sol), Tokapu por los llanos (ocaso del sol) y Viracocha por en medio de los dos (sol del mediodía). De forma similar procedió Ayar Manco, cuando ordenó a sus hermanos los lugares por donde debían ir:

1) Ayar Uchu, quedó convertido en piedra en el cerro Huanacauri, lugar por donde amanece el sol, entonces, es el símil de Ymaymana Viracocha.

2) Ayar Auca se posó sobre un mojón en un sitio cercano al convento Santo Domingo, según narra De Sarmiento, P (1572/1965), inferimos que es el lugar donde se oculta el sol; de ser así, Ayar Auca sería símil de Tokapu Viracocha.

3) En último término Ayar Manco funda el Cuzco y adopta el papel equivalente al padre de los Viracochas.

Falta aclarar el significado de la aparición de alas en Ayar Auca y su vuelo hasta convertirse en piedra. Desde nuestro punto de vista, el simbolismo es evidente: el vuelo es una alegoría que simula el recorrido del sol de un lugar a otro. Es el camino que el astro recorre desde el amanecer (Huanacauri) hasta su ocaso, lugar donde muere el sol y donde queda petrificado Ayar Auca.

Como consecuencia de todo lo anterior, la caminata terrenal de Ayar Manco y sus hermanos simula la caminata celestial efectuada por Viracocha y sus hijos. El mito de Viracocha evidencia el recorrido solar cuyo escenario es el Mundo Alto incaico, y la leyenda de los hermanos Ayar, indica el recorrido terrenal cuyo escenario es el Mundo Bajo. En consecuencia, el mito y la leyenda cuentan historias parecidas, pero en contextos distintos. Los cuatro soles del mito de Viracocha son los símiles de los cuatro hermanos Ayar. Mito y leyenda se unen y complementan por el principio de correspondencia o “como es arriba es abajo, como es abajo es arriba”.

Aquí concluye la leyenda de los hermanos Ayar, relato que deja muchas enseñanzas y argumentos que permiten entender el origen de los incas y su aparición en tierra cuzqueña.

10. Conclusión

A continuación, extractamos sus claves:

1) La patria natal de Ayar Manco (después Manco Cápac), sus hermanos y los ayllus conformantes del séquito es Tiahuanaco, una demarcación territorial y origen de cultura del mismo nombre pronta a desaparecer. El ocaso propicia el éxodo de los hermanos. Por el relato de los cronistas, sabemos que los ayllus proceden de la isla del Sol ubicada en el lago Titicaca.

2) El objetivo principal de los hermanos Ayar fue hallar tierras fértiles donde se desarrollen sus familias y añadir prosperidad a sus vidas.

3) Desde los inicios de la leyenda se vislumbra los dioses que serán venerados en un futuro por los incas: uno es Viracocha, el dios Hacedor del universo incaico, y el otro es el Inti o Sol, creado por el propio Viracocha. Se desprende del relato, que los incas reconocían y adoraban dos dioses.

4) La paqarina o lugar de origen de los incas es el cerro Tampu T´tocco en Pacaric Tampu, cerro que adquiere connotación de huaca o lugar sagrado y que fue objeto de culto en el transcurso de todo el incanato. Se fundamenta que, en el futuro, las etnias tendrán como lugar de origen una paqarina.

5) Los incas adquirieron diversos conocimientos avanzados propios de la cultura tiahuanaco, tales como religión, agricultura, ganadería, metalurgia, construcción de viviendas, astrología, canalización de acequias, milicia, confección de vestidos, etcétera.

6) La leyenda pormenoriza los lugares y aldeas por donde transitó la comitiva de ayllus hasta llegar al Cuzco. Los topónimos de dichos lugares son palabras de origen puquina que aluden a la geografía cusqueña. La peregrinación demoró muchos años y se vuelve evidente en la travesía: Ayar Manco embaraza a Mama Ocllo y el hijo de ambos, Sinchi Roca, sucesor y futuro soberano, cuenta con dieciocho años de edad cuando se constituye como guerrero en la ceremonia del Huarachico. En esa época, Ayar Manco aún no había invadido el Cuzco. Presumimos que entre la salida de Tiahuanaco y la llegada al Cuzco transcurrieron más de veinte años. No olvidemos que antes de instalarse tuvieron que guerrear con los lugareños para apropiarse de sus tierras.

7) La leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo (ver aquí), según Garcilaso de la Vega, presenta a los incas como gente magnánima cuyo objetivo es culturizar a los indígenas en estado primitivo. La pareja procede del cielo, extremo que vulnera el pensar incaico de los lugares de origen o paqarinas. El relato carece de argumentos incaicos que permitan validarla y la versión de Garcilaso pierde validez como documento histórico.

8) La leyenda de los hermanos Ayar posee en su estructura mítica un conjunto de eventos que la vinculan con el mito de Viracocha, de modo que se deduce fácilmente que la leyenda es una extensión del mito. Dicho de otro modo: la leyenda cuenta una historia semejante al mito de Viracocha. Los cuatro hermanos Ayar son los símiles terrenales de los cuatro Viracochas o cuatro soles míticos. Ayar Manco equivale a Viracocha, Ayar Auca a Tokapu, Ayar Uchu a Ymaymana y Ayar Cachi a Tawapaka. Ayar Manco, Ayar Uchu y Ayar Auca se corresponden con los tres soles luminosos del mito de Viracocha y Ayar Cachi es el sol oscuro. Como corolario de las equivalencias, la leyenda de los hermanos Ayar es, además, una genuina narración inca que evidencia los orígenes míticos de los incas en conformidad con el mito.

9) La caminata mítica de los hermanos Ayar desde Tiahuanaco hasta llegar al Cuzco tiene relación con el recorrido solar. Es obvio que la ruta de los hermanos Ayar fue observando el comportamiento del recorrido solar, que los lugares donde se convierten en piedra Ayar Uchu y Ayar Auca representan el sol al amanecer y sol en el ocaso, que el encierro de Ayar Cachi simboliza el sol oscuro, y que, al final, queda Ayar Manco que es el sol en lo alto, en clara identificación con Viracocha. El sol muestra el camino a seguir hasta posesionarse del territorio cuzqueño.

Todo lo anterior se confirma en el análisis lingüístico de los nombres de los hermanos Ayar: es el caso de Ayar Uchu y Ayar Auca o Ayar el Menor y Ayar el Mayor. Falta Ayar Cachi que, como se ha concluido, tiene su análogo en Tawapaka, el sol oscuro.

10) Los conocimientos astrológicos de Ayar Manco permitieron guiar a su pueblo a la búsqueda de tierra fértil. Por otra parte, el camino del sol marcó el destino de la etnia incaica y la actuación del séquito fundador fue consecuencia de creencias religiosas íntimamente ligadas con la cualidad una y múltiple de su dios Hacedor: Viracocha.

11) La leyenda de los hermanos Ayar es rica en pensamiento incaico. De ahí deducimos que es un documento histórico genuino de los incas.

11. Referencias

Cerrón, Palomino, R. (2013) Las lenguas de los incas: el puquina el aimara y el quechua. Peter Lang, Frankfurt am Main, Alemania.

Cerrón, Palomino, R. (2016). El lenguaje como hermenéutica en la comprensión del pasado: a propósito del puquina en la génesis del imperio incaico. Diálogo Andino N° 49, páginas 11-27. Obtenido de: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php ?script =sci_arttext&pid=S0719-26812016000100004&lng=es&nrm =iso.

Cobo, B. (1964 [1653]). Historia del Nuevo Mundo. Obtenido de: https:// es.scribd.com/doc /50568547/COBO-Bernabe-165 3-1964-Histo ria-del-Nuevo-Mundo#scribd

De Sarmiento, P. (1965 [1572]). Historia de los Incas (Segunda parte de la Historia general Llamada Indica). Obtenido de: https://es .scribd.com/document/50568767/SARMIENTO-DE-GAMBOA-Pedro-1572-1965-Historia-de-los-Incas-Segunda-parte-de-la-Historia-General-Llamada-Indica.

De Molina, C. (1947 [1573]). Ritos y Fábulas de los Incas. Obtenido de https://es.scribd.com/document/50568715/MOLINA-Cristo bal-de-del-Cuzco-1573-1947-Ritos-y-fabulas-de-los-incas.

Molinié, A. (1987). El regreso de Viracocha. Obtenido de: https: //es.scribd.com/doc/306223148/El-Regreso-de-Viracocha.

Sáenz, O. (2021). El mito de Viracocha. (1ra. ed.). 1ra Ed. Lima, Perú.

Valcárcel, L. (1964). Historia del Antiguo Perú (Vol. 3 volúmenes). Lima, Perú: Juan Mejía Baca.