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Más allá de la vida y de la muerte
Asignatura: Cátedra Vallejo
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Universidad: Universidad César Vallejo
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Erase un día, como cualquier otro, del mes de julio, cuando César decide regresar a Santiago de
Chuco su tierra natal, después de 11 años de ausencia, César recuerda con nostalgia a su familia, en
especial a su madre que murió, hace dos años atrás, el dolor que siente hace que llore sin consuelo e
imaginar que cuando por fin llegue a casa, no podrá encontrarse con el abrazo estrecho y las tiernas
caricias de su madre tan amada.
Mi madre Dios mío, cuanto extrañaré el no verla más, no poder decirle cuanta falta me
hizo, cuanto la llore, cuanto la ame.
Entre lamentos y delirios continuo su camino, al llegar a su destino, encuentra a su hermano Ángel
en la puerta de su casa.
Ángel Hermano.
Ángel le mira con asombro al ver el rostro de su hermano tan desencajado. El hermano lo mira y
ambos se funden en un abrazo fraterno.
Hermano mío regresaste, en verdad, yo no pensé que lo harías
Esa noche de reencuentro ni uno, ni el otro pudo conciliar el sueño, por dedicarse a recordar tantos
acontecimientos y como no al recordar a su madre. Ambos recorrieron cada rincón de la casa donde
vivieron y fueron felices junto a su madre. Pasaron toda la noche platicando.
Al brillar la aurora César decide marcharse a la hacienda, donde ahora su padre y sus hermanos
vivían, para disminuir la pena por la pérdida de su madre.
Al marcharse junto su rostro junto al de su hermano para despedirse, en el camino hacia la hacienda
descansa en un poyo, de repente una señora se acerca y le pregunta:
Hijo mío que te paso.
Porque lo pregunta señora.
Dijo César desconcertado.
Veo en tu rostro una mancha de sangre.
Sangre no, no, se equivoca señora.
César salió corriendo y efectivamente al mirarse al espejo vio su rostro con manchas de sangre
reseca. Recordó haber juntado su rostro junto al de su hermano Ángel, sudaba frio ante tal espanto.
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