Testament - Return to the Apocalyptic City

Testament, en pleno tour de "The Ritual" (que llevó a la banda a tocar con gigantes de la magnitud de Iron Maiden, Megadeth o Pantera) se enfrentaron a su peor momento de forma, tanto a nivel ventas, como a nivel estado anímico.

La formación americana llevaba años entregando un magno material devastador y metalero, pero ahora le tenían que hacer frente a una putada de órdago: Louie Clemente (batería) y Alex Skolnick (guitarra icono del combo) se largaban (y con la firme intención de no volver jamás) de las tierras "Testamenteras". La explicación, muy sencilla: Louie se quería centrar en su vida familiar y Alex quería indagar musicalmente, más allá de las fronteras del Heavy Metal. Con el tiempo, Alex se unió a los geniales Savatage (con el definitorio "A Handful of Rain") e indagó bastante en el mundillo del Jazz. Estaba claro que los caminos entre Testament y los dos musicazos que nos habían regalado joyitas como "The New Order", "Practice What You Preach" o "The Legacy" se iba a distanciar mucho. Pero bueno, a grandes males, grandes remedios. No hay más. Testament no se iban a rendir.

Glenn Alvelais (guitarra en Forbidden) y Paul Bostaph (batería en Forbidden, y futura leyenda en el feudo metalero gracias a sus, futuros, trabajos con Exodus, Slayer, o los mismísimos Testament, a los que, años después, acabaría volviendo, trás irse a ganarse un nombre eterno después de la grabación que nos ocupa) fueron los tremebundos reemplazos a los estimados Louie y Alex. Dificil papeleta, la de Glenn y Paul. Sobretodo para Glenn. Alex definió el sonido de Testament y es un rey de cara a los seguidores. Pero bueno, Eric, Greg y Billy (los supervivientes) tienen buen ojo para los fichajes. No os quepa duda.

Para calentar motores antes de la nueva entrega que el combo ya tenía en mente (o sea, el diabolicamente magno "Low", y que no acabó grabándose con la formación que nos ocupa) se decidió editar "Return to the Apocalyptic City", un EP que contenía temas en vivo (con la nueva formación) y dos temas, "Reign of Terror" y "Return to Serenity". Menos daba una piedra, ¿No? A un año de comernos la nueva obra de Testament (que nadie se esperaba que fuese a cambiarnos la vida) lo mejor era disfrutar de algún plato de la banda. Aunque ya nos sonase de algo.

Una portada enorme, despiporrante, con un desgraciado (¿sirviente de las hordas del Caos?) que se hace añicos (muy en plan "Hellraiser") nos da la bienvenida al trabajito del 93. Desde luego, el aura a ilustración de maqueta no se la quita ni Dios. Encantadoramente atroz y underground. Una de las ilustraciones a las que más cariño le tengo en el mundo del Metal. Fue una de mis primeras camisetas. Esa imagen vive conmigo, cada dia desde que la ví. Deliciosamente cutre y "bestiaja". Almenos, la primera impresión es favorable. Ilustración de cojones. Le habría quedado de puta madre a un disco como el legendario "The Legacy", sin duda.

"Over The Wall", que inicia el primer tema (de cuatro) del show en vivo, ataca feroz y orgánica, tanto como su versión en disco, sinó más. Paul es un batería mil veces superior al bienintencionado de Louie, y eso se nota desde el segundo en el que nace el tema bajo el clamor del público. Las guitarras no suenan con una dureza seminal pero sí que cumplen con el mínimo indispensable de cuota atroz. Desde luego, el protagonista absoluto del tema es Chuck Billy. Impagable, del todo, su torrente de voz, que tanto se esmera en sonar Thrash (a lo "Hetfield-Mustaine") como le da por pegarse un "eructo satánico". Brutal, Mr. Billy. Brutal. Alvelais no es Skolnick, y también lo notamos, pero el esmero, y desde luego, el pedazo de técnica del ex-Forbidden, hacen del nuevo seis cuerdas un tio a tener en cuenta. Me habría encantado vivir el show que nos narra el disco. Testament ya no cuentan con Alex (ni con Louie) en su armada poderosa, pero poco importa. Testament se sobreponen a todo y siguen su marcha por la conquista del planeta Metal. Sonido bien majo. Nada mejor que conocer a la nueva formación a través de un directo salvaje y entregado.

"So Many Lies", "The Haunting" y "Disciples of The Watch" (la mejor de todo el "minishow", y de calle, con la banda entregada al 120 %) nos dan un buen repaso. Nos dejan planchados, más bien. Fuerza de primer nivel, entrega apoteósica, muchas ganas, y hambre, y gloria, riffera. No podíamos soñar con dos reemplazos mejores que los que 1993 regaló a Testament, y a sus acólitos.

Pasado el furor de la batalla (el concierto, vaya) ahora, nos toca volver a revivir los tiempos en los que Alex y Louie no renegaban de estar en la mejor banda de Thrash Metal de toda la creación.

"Reign of Terror", tema que se grabó de cara a ser incluido en "The New Order" (y que nunca acabó ahí ) que en realidad es una composición que data de los primeros, primerísimos, tiempos de la banda (en los que se hacían llamar Legacy, allá por 1983-84) y que se puede encontrar en la primera demo del grupazo, ataca a toda mecha y sin piedad. Se nota que el tema lo cantaba Steve "Zetro" Souza (primer cantante de Testament y voceras mítico de la segunda era de oro de Exodus) pues Billy no canta como suele hacerlo. Hay mayor ira. Mola la apuesta de rescatar "carne muerta" e insuflarle nueva sangre. Testament molan haciendo lo que sea. Hasta de "Reanimators" me funcionan. Maestrazos.

"Return To Serenity", en su edición para la radio, no cambia, apenas, de lo que se vivió en el, infravaloradísimo, trabajo del 92, cierra, con presencia y clase, un trabajo cortito, que parece navegar en tierra de nadie, pero que con la tontería, tiene mucho encanto.

EP de lo más majete, con dosis de electricidad en directo, un temita regrabado y bien pulido, y un poco de relleno para que no nos quedemos con hambre. Detallistas que son nuestros Testament, jejeje.

4 cuernos (bajos) para un entremés molón. Entremés al magno "Low". No me extraña que Louie y Alex se fuesen antes del "huracán Low". Tendrían miedo, pobretes.