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Pecado Original
El primer pecado que se cometió en la Tierra, en los principios de la humanidad.


Por: P. Jorge Loring | Fuente: Para Salvarte



43.- Empezamos a vivir la vida de la gracia con el sacramento del bautismo.


2. Cuando nacemos a la vida natural, nacemos muertos a la vida de la gracia, porque nacemos con el pecado original.

El pecado original se lava con el bautismo.

El bautismo es como un segundo nacimiento: un nacimiento a la vida sobrenatural.

Dios creó a nuestros primeros padres en estado de gracia.

Dios en señal de su soberanía les dio un mandato para que ellos cumpliéndolo mostraran su aceptación. Ellos cediendo a la tentación del demonio desobedecieron32.

«Puesto que el fin propio del precepto era probar la obediencia, no podemos medir la gravedad de la culpa por la acción exterior en que se manifiesta»
33.

«El hombre creado por Dios en la justicia, sin embargo, por instigación del demonio, en el mismo comienzo de la historia, abusó de su libertad, levantándose contra Dios»
34.

Este pecado de desobediencia
35 fue el pecado original, llamado así porque fue el primer pecado que se cometió en la Tierra, en los principios de la humanidad. Dice San Pablo que Adán introdujo el pecado en el mundo36.

El pecado original es origen de otros muchos.

El pecado original es la raíz de los demás pecados de los hombres
37.

La realidad del pecado original es dogma de fe
38.

Con este pecado de desobediencia nuestros primeros padres perdieron la gracia para ellos y para nosotros sus hijos
39.

Lo mismo que lo pierden todo los hijos del que se arruina en el juego de la ruleta.

Si un monarca concede a una familia un titulo nobiliario con la condición de que el cabeza de familia no se haga indigno de semejante gracia, ¿quién puede protestar si después de una ingratitud de este cabeza de familia, el monarca retira el título a toda la familia?

Lo mismo que cuando el embajador de una nación firma un tratado compromete a todo su país, lo mismo nos afecta a todos el pecado de Adán, que fue la cabeza del género humano.

«En su voluntad estaba incluido nuestro destino. Las aguas corren putrefactas porque la fuente está contaminada»
40.

El Concilio de Trento «el más trascendental de toda la Historia de la Iglesia»
41 define como de fe que el pecado original se transmite por generación, por herencia42.

Dice Pablo VI en el Credo del Pueblo de Dios: "Mantenemos, siguiendo el Concilio de Trento, que el pecado original se trasmite juntamente con la naturaleza humana, por generación"
43.


2. Nosotros no somos responsables del pecado original porque no es pecado personal nuestro
44; pero lo heredamos al nacer45.

«Por eso el pecado original es llamado "pecado" de manera análoga: es un pecado "contraído", no "cometido"; es un estado, no un acto»
46.

En virtud de la ley de solidaridad de Adán con toda la humanidad, por ser su cabeza físico-jurídica
47, nos priva de los dones extraordinarios que Dios había concedido en un principio a Adán para que los comunicara a sus descendientes48.

«Del mismo modo que entre Adán y sus descendientes hubiera existido solidaridad si hubiera sido fiel, del mismo modo existe también solidaridad en su rebeldía»
49.

El gran desastre del pecado de Adán fue que arrastró consigo a toda la naturaleza humana
50.

De igual manera que si Adán se hubiese suicidado antes de tener hijos, hubiera privado de la vida a todo el género humano, así con su pecado nos priva de la gracia. Fue un suicidio espiritual.

No debemos protestar por sufrir nosotros las consecuencias del pecado de Adán. ¿Habríamos sabido nosotros conservar estos dones?
51 ¿No son nuestros pecados personales una prueba de que también nosotros habríamos prevaricado?

El pecado original fue un pecado de soberbia
52.

El pecado de Adán y Eva es un pecado muy frecuente hoy día.

Hombres y mujeres autosuficientes, independientes, rebeldes a toda norma, orden o mandato, aunque venga del Papa.

Para ellos sólo vale lo que ellos opinan, y lo que ellos quieren.
No se someten a nadie.

Quieren ser ellos los que deciden lo que es bueno y lo que es malo.
Quieren ser como dioses.

Ése fue el pecado de Adán y Eva.


3. Antes de pecar, el demonio dijo a nuestros primeros padres que si pecaban serían como dioses.

Ellos pecaron y se dieron cuenta del engaño del demonio.

Con esto el demonio logró lo que pretendía: derribar a Adán de su estado de privilegio.

El demonio es el «padre de la mentira»
53.

Eva fue seducida por él
54.

El que peca se entrega al espíritu de la mentira.

En la medida que somos pecadores somos «mentirosos»
55, pues el pecado es el abandono de la verdad, que es Dios, por la mentira.

El demonio también nos engaña a nosotros en las tentaciones
56 presentándonos el pecado muy atractivo, y luego siempre quedamos desilusionados, con el alma vacía y con ganas de más.

Porque el pecado nunca sacia. Pero el demonio logra lo suyo: encadenarnos al infierno.

El demonio nos tienta induciéndonos al mal
57, porque nos tiene envidia58 , porque podemos alcanzar el cielo que él perdió por su culpa59 .

Todas las tentaciones del demonio se pueden vencer con la ayuda de Dios
60.

El demonio es como un perro encadenado: puede ladrar, pero sólo puede morder al que se le acerca
61.

«En el estado de pecado original el hombre carece de la gracia y amistad de Dios, y su libertad está debilitada e inclinada al mal; no podemos ser totalmente dueños de nosotros mismos y de nuestros actos»
62.

La vida de la gracia que empieza con el bautismo necesita respirar para no ahogarse.

Lo mismo que la vida del cuerpo que, si no se tiene aire para respirar, también se ahoga.

Dice San Agustín que la respiración de la vida del alma es la oración.

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