Sex drive, comentario sobre la película
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Sex drive cartel reducidoSex driveDirigida por Sean Anders
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Sex Drive sigue las aventuras de tres amigos adolescentes en el viaje por carretera de su vida. La película está protagonizada por Josh Zuckerman (Leones por corderos), Amanda Crew (Exorcismo en Connecticut), Clark Duke ("Microsiervos"), James Marsden (Encantada) y Seth Green (Austin Powers en Miembro de Oro), con un reparto que incluye a Alice Greczyn (Cabeza de muerte), Katrina Bowden ("30 Rock"), Charlie McDermott (The Ten) y Mark L. Young ("Dexter"). Sean Anders (Never Been Thawed) la dirige a partir de un guión que escribió conjuntamente con John Morris (She’s Out of My League), basado en la novela All the Way de Andy Behrens. Los productores son John Morris, Leslie Morgenstein (Uno para todas) y Bob Levy ("Gossip Girl"), con Mike Nelson ejerciendo de productor ejecutivo.

El equipo de producción incluye al director de fotografía Tim Orr (Year of the Dog), el director artístico Aaron Osborne (Kiss Kiss, Bang Bang), el montador George Folsey, Jr. (Doce en casa) y la diseñadora de vestuario Kristin M. Burke (La maldición 2).


Acerca de la historia
El productor Bob Levy no tuvo que ir muy lejos para buscar el material de base para su último proyecto fílmico. Levy es director de la sección de películas y televisión de Alloy Entertainment, que publicó All the Way, la novela para jóvenes de Andy Behrens en la que se basa Sex Drive. Alloy, que fue fundada por Leslie Morgenstein, también productor de Sex Drive, ha descubierto un nicho de mercado único en la industria del entretenimiento. La compañía había producido previamente la popular serie de televisión "Gossip girls" y la saga de películas de Uno para todas, desarrolladas ambas a partir de libros publicados por Alloy.

Con la novela en sus manos, el siguiente paso de los productores era encontrar guionistas capaces de trasladar la historia desde la letra impresa hasta la gran pantalla. Levy y Morgenstein se reunieron con varios escritores antes de elegir al equipo formado por Sean Anders y John Morris para adaptar el libro y convertirlo en un desvergonzado y exuberante guión que al final recibió el nombre de Sex Drive.

"Una vez que nos hubimos entrevistado con Sean y John y escuchado su visión de la historia, quedó todo claro", dice Levy. "Llegaron y nos dejaron alucinados con una escena que era mil veces más graciosa, inteligente y real que todo lo que habíamos oído antes. Habían concebido exactamente cómo transformar el libro en una película".

Morris y Anders habían colaborado previamente en la comedia para adolescentes Never Been Thawed, que se convirtió en un clásico de culto en los campus universitarios de todo EEUU. Estaban decididos desde el principio a imprimir su inimitable huella en el proyecto. "La película es un poco diferente del libro que Bob nos envió", dice Anders, quien también dirigió la película. "Pero parte de la misma premisa básica: un chico conduce por todo EEU para perder su virginidad. A John y a mí nos encantó e inmediatamente empezamos a hablar de cómo hacerla más cinematográfica, divertida y alocada".

Para Sex Drive, la pareja se inspiró en las películas de John Hughes, autor de aventuras adolescentes como La chica de rosa y Dieciséis velas. "Nosotros, al igual que Hughes, empezamos por la historia y los personajes", dice Anders. "Cuando nos pareció que teníamos eso resuelto, entonces pensamos, ¿cómo hacerlo gracioso? Y entonces intentábamos hacerlo gracioso".

Para Levy, eso equivale a subestimar el talento de la pareja. "Una cosa es ser gracioso, y hay muchos escritores graciosos en Hollywood", afirma. "Estos tipos también son inteligentes. Han creado chistes estupendos y originales, pero también cuentan una historia magnífica con unas caracterizaciones realmente ricas y profundas. Encontrar todas esas cualidades en un mismo saco es algo muy raro".

"En este negocio hay gente que lleva años machacando", dice el productor. "Estos muchachos llevan poco tiempo en ello. Hollywood es la mayor meritocracia de nuestra época, y su ascenso ha sido realmente meteórico. John y Sean son el mejor negocio".

Levy describe el argumento de Sex Drive como una arquetípica historia humana. "Trata de buscar el amor en los sitios equivocados. Trata de pensar que lo que se quiere es sexo y descubrir que lo que se necesita es amor".

Ese tema subyacente es el que según Levy hace que la película funcione en muchos niveles diferentes. "Es inteligente, es estúpida, es emocional, es física, es ingeniosa, es sexual. Reunir todas esas características enriquece la narrativa, hace más graciosos los chistes y consigue que uno quiera aún más a todos los personajes".

Ya desde la primera reunión, Anders se propuso dirigir la película así como escribir el guión. Pese a contar en su haber solamente con un largometraje, abordó el proyecto con el pulso firme de un veterano, según Levy. "Acertó exactamente con el tono que debería tener esta película, que es una especie de realidad con el humor acentuado. En gran medida, el humor depende del equilibrio entre los tres chicos, que están firmemente anclados a la realidad, y los personajes y situaciones ligeramente magnificados con que se encuentran en la carretera. Pero el núcleo del viaje son los personajes reales y con los que uno se puede identificar".

"Por supuesto, la película tiene grandes dosis de humor abierto y a la vez inteligente", observa el actor Clark Duke, que interpreta a Lance, el insólito Lotario adolescente. "No compararía a la película tanto con American Pie como con una comedia de los años ochenta. Es un tanto extravagante, pero Josh, Amanda y yo abordamos nuestros personajes desde un punto de vista naturalista. Algunas de las cosas que suceden son ridículas, en el buen sentido, pero los tres personajes principales las afrontan desde una perspectiva realista".

Seth Green, que está inolvidable en el estupendo papel secundario de un sardónico mecánico de coches amish, afirma que la alquimia de la comedia es más bien un arte que una ciencia. "Siempre es un golpe de suerte reunir al grupo adecuado de gente con el director adecuado y el material apropiado. Uno nunca lo sabe hasta llegar allí. Me alegré mucho de que, cuando llegué, eso fue justo lo que encontré".

"Nadie hubiera dicho que Sean no era un director experimentado", dice el prolífico y joven actor cuyos numerosos papeles memorables abarcan desde el de Scott Evil en la trilogía de Austin Powers hasta la voz de Chris Griffin en "Padre de familia". "Es culto y tiene muy claro qué es lo que quiere realmente. También tiene mucho gusto para la comedia y un agudo sentido de cómo va a quedar al final. Pero también está abierto a la espontaneidad, lo que es una cualidad realmente buena, porque contábamos con un montón de gente que podía improvisar brillantemente si se les daba la oportunidad. Sean era realmente bueno para captar los momentos adecuados y dejarles actuar".

El productor Bob Levy añade: "Era un gran placer estar en el plató contemplando a una gente brillantemente graciosa haciendo lo que se les da mejor. Era un motivo de inspiración ver a Sean darles la comodidad, la seguridad y la autorización para que fueran ellos mismos, y fueran graciosos y comediantes".


El casting de Sex Drive
Parte de la idea de los realizadores para Sex Drive consistía en reunir a la gente más graciosa que pudieran encontrar y darles libertad, según Bob Levy. "Reunimos un grupo de gente realmente graciosa y con mucho talento y les dimos un mapa en forma de guión. Sean les dejó que aportaran sus propias ideas y su sensibilidad al viaje".

Tanto Anders como Levy se quedaron sorprendidos y se divirtieron mucho al comprobar cuánto se parecían realmente los tres actores protagonistas a sus personajes respectivos. "A veces, simplemente encendíamos la cámara y decíamos: ‘Sé tú mismo’", dice el director. "Josh es un tipo estupendo de verdad y un poco torpe. Clark es algo así como una máquina de ligar. Consigue a todas las chicas. Así que sencillamente poníamos la cámara delante de ellos y les dejábamos a su aire".

Josh Zuckerman, que lleva trabajando asiduamente en cine y televisión desde que tenía diez años, fue el primer elegido por los productores para el papel de Ian por su innata vulnerabilidad, así como por su talento para la comedia. "Aquí, su principal labor consiste en hacer que el público se enamore de él", dice Levy. "Tiene que importarles si al final de la historia consigue a la chica. Josh es emocional, sensible, bondadoso, ingenioso e inteligente, y todas esas cosas coinciden en el actor Josh Zuckerman y el personaje de Ian Lafferty. Esperamos que eso haga que el espectador desee que tome la decisión correcta".

"Para mí, Josh era el candidato perfecto para Ian", dice Anders. "Es un chico sumamente atractivo y un muchacho encantador. Y como persona, es realmente dulce, educado y decente. Sin embargo, también es como todos los de su edad. Es inseguro, y tiene esa chifladura pos-adolescente que encaja con el personaje. Cuando fuimos conociendo a Josh después de haberle contratado, nos dijimos: 'Dios mío, este chico es realmente Ian'".

Por su parte, Zuckerman se alegró al descubrir que la comedia sexual para adolescentes funcionaba en diversos niveles y que los personajes iban creciendo a lo largo de la historia. "La primera vez que leí el guión, pensé que era muy gracioso", dice el actor. "Tiene magníficos gags, pero también me atrajo mucho el grado de desarrollo de los personajes de Ian, Felicia y Lance. Superficialmente, se trata sólo de sexo, pero termina siendo mucho más que eso. Termina tratando de la amistad y del cambio al transformarse todos en algo nuevo al final de la historia".

Uno de esos "magníficos gags" impulsó a James Marsden, coprotagonista junto a Zuckerman, a definirle como "uno de los actores con más agallas con los que he trabajado nunca. Hace falta mucho valor para disfrazarse de donut y decir las frases con sinceridad".

El disfraz, que Ian se ve obligado a llevar durante su trabajo de verano en Señor Donut, transforma al adolescente en una rosquilla gigante ambulante y le convierte en objeto de crueles bromas mientras patrulla el centro comercial intentando promocionar el negocio. "Me hacía reír todas las veces", dice el actor Clark Duke. "Soy un gran fan del disfraz de donut. Quería conseguirle uno de esos grandes carteles que hay por las esquinas de Los Ángeles con los que la gente flipa".

Para el papel de Felicia, los realizadores llevaron cabo una serie de pruebas en Los Ángeles con la intención de ajustar el papel a la actriz que eligiesen. "Entonces nos llegó una cinta de Amanda Crew", dice Anders. "De repente no hubo dudas acerca de quién tenía que interpretar a Felicia. Amanda era totalmente la Felicia que yo tenía en mente".

"Era guapa, pero también ingeniosa, y tenía un aspecto real y genial", continúa diciendo. "Parecía la clase de chica que sale contigo en tu barrio y que es amiga de todos los chicos, y aún así sigue siendo excitante. Es alguien muy cercano y hay que tener cuidado cuando está cerca, porque tiene una lengua muy afilada".

"Amanda es Felicia a unos niveles que ninguno de nosotros sabía hasta que la vimos en el plató", coincide Bob Levy. "Amanda es honesta e intrépida y la clase de persona que no se autocensura, y eso es exactamente lo que es Felicia".

El hecho de no interpretar a la típica "piba" de película adolescente fue lo que atrajo a Crew del papel. "Por lo general, las actrices jóvenes tienen que interpretar a la vecinita sexy y caliente a la que todos los chicos desean", dice. "Felicia es un chicazo con un aspecto realmente duro, pero en realidad, interiormente es como cualquier otra chica, con un interior dulce que quiere proteger. Cuando leí el guión, me dije: ‘Tengo que interpretar a este personaje’. Creo que me parezco mucho a ella".

"Disfruté mucho trabajando en un proyecto al que todo el mundo estaba completamente entregado", continúa. "Desde el primer día, Shawn demostró lo entregado que estaba. Cuando los realizadores están tan entregados, uno también quiere darles todo. Uno no quiere decepcionarles".

Clark Duke, que interpreta a Lance Nesbit, el copiloto de Ian, es una de las estrellas de la serie de televisión "Greek", y apareció en la comedia súper taquillera Supersalidos. Pero anteriormente se había dado a conocer con el programa cómico de Internet "Clark y Michael", que creó junto con el también actor Michael Cera. Los realizadores admiten francamente que Duke al principio puede parecer una elección insólita para el papel de Lance, un ligón que atrae a las chicas como un imán y que se enrolla con todas. El personaje estaba concebido como el clásico chico guapo, de mandíbula cuadrada y ojos azules.

Levy atribuye a Anders y a Morris el mérito de pensar en darle a Duke el papel de Lance. "Estaban preguntando todo el rato: ‘¿Cómo podemos hacer esto más sorprendente? ¿Cómo podemos hacerlo más rico e interesante y con menos clichés?’"

Duke había acudido a las pruebas para el papel de Ian. "Pero la razón por la que me habían llamado era porque habían visto un episodio de "Clark y Michael" en el que le doy una patada de kárate en el pecho a una chica", dice el actor. "Dijeron que les gustaba el extraño sentido de la seguridad que tenía el personaje de Clark".

"Se trata más bien de la personalidad, del estilo, de la seguridad, y no del clásico guaperas norteamericano", dice Levy. "Uno quiere a Clark y cree que es el que se liga a todas las chicas por su autosuficiencia".

Su compañero Zuckerman coincide en que Duke no es la versión guaperas del "chico famoso". "Yo diría que Clark es la versión más real y auténtica de eso, la del chico que es sencillamente encantador. Tiene más confianza en sí mismo y más encanto que la mayoría de la gente que conozco. Gran parte de ello tiene que ver con su sentido del humor y su inteligencia".

"La primera vez que leí el guión, pensé que era hilarante", dice Duke. "Pero me atrajo sobre todo el papel de Lance. Al ir completamente a la contra del cliché, el personaje inmediatamente se volvía más interesante y fiel a la realidad. Demuestra que son más bien tu confianza y tu comportamiento, y no tu aspecto, los que te hacen tener una personalidad fuerte. Y creo que eso también es cierto en la vida real".

Los realizadores se apuntaron un gran tanto cuando James Marsden, un rompecorazones famoso por sus papeles románticos en películas de tanto éxito como Encantada y Hairspray, fue contratado para interpretar a Rex, el ridículamente engreído hermano mayor de Ian. "Cuando se trabaja con un actor de la talla de James Marsden, hay que preocuparse de si el actor se va a entregar de verdad al interpretar a un personaje tan poco halagüeño", dice Levy. "Desde la primera toma en su primer día en el plató, se metió en la piel de Rex y se mostró intrépido e hilarante. Disfrutó con la oportunidad de interpretar el tipo a la contra. Le encantaba ser el capullo que es Rex".

Marsden dice que el guión era uno de los más graciosos que había leído nunca. "Pero cuando se lee un guión, hay que tener en cuenta su ejecución. Como quién es el director, por ejemplo. Y quiénes son los otros actores. ¿Van a hacer una versión tonta, o van a hacer la versión realmente inteligente de la película?"

"La comedia es más difícil de hacer que las obras dramáticas y serias", continúa diciendo. "Uno se tiene que creer que esos personajes se encuentran de verdad en ese momento. Y si se interpreta bien y con realismo, entonces los momentos cómicos pueden tomar aliento y cobrar vida".

Marsden tenía las ideas claras acerca del aspecto que iba a tener el personaje. "Yo crecí en Oklahoma, y sé cómo es ese tipo. Tiene 34 ó 35 años, y sigue viviendo con sus padres. Se le congelan las puntas de los dedos y lleva un pendiente que se compró en el centro comercial. Lo lleva en la oreja izquierda, y no en la derecha, pues si no sería gay, y necesita asegurarse de que todo el mundo sepa que no es gay".

En su primer día en el plató, el actor apareció con su idea de la vestimenta de Rex, que incluía mallas de kung-fu y una camiseta ajustada. "Le dijimos: ‘Tío, vuélvete al guardarropa’, pero él dijo: ‘No, voy a llevar esto puesto’. Y yo dije: ‘Tenemos ropa mejor para ti. Pareces un gilipollas’. Y él dijo: ‘Así es como convenzo’. Y tenía razón".

Dado que los tres personajes principales se pasan la mayor parte de la película conduciendo por Estados Unidos, los escritores pudieron crear un rico plantel de personajes secundarios. "Cada vez que hacen una parada de dos minutos de duración en pantalla, nos encontramos con nuevos personajes", dice Levy. "Pudimos contar con grandes actores cómicos que llegaban y elevaban sus escenas a la enésima potencia".

Seth Green interpreta a Ezekiel, un amish que se alejó demasiado de su granja cuando era joven y adquirió algunas aptitudes mundanas, como la de reparar coches de carreras. "Ezekiel es esencialmente un producto de la imaginación de Sean y John", dice Bob Levy. "Y el personaje es opuesto a todo lo que hayamos visto o imaginado de Seth Green".

Anders dice que tenían en mente a Green para el papel ya desde el principio. "Queríamos que este mundanal amish fuese realmente sarcástico", dice. "Nadie interpreta el sarcasmo como Seth Green".

"Seth estaba encantado de enfundarse el vestuario y la barba amish, que daban mucho calor y eran realmente incómodos", añade el productor Levy. "Nuestro equipo de vestuario y maquillaje investigó detenidamente la indumentaria de los amish para intentar recrear algo que fuera auténtico. Seth utilizó el aspecto de Ezekiel como punto de partida para dar impulso al personaje y a la gran interpretación que consiguió".

Green se refiere a sí mismo, de manera un tanto irónica, como "el portavoz de la juventud amish actual". Dice el actor: "El retrato cinematográfico que se hace habitualmente de los amish es, o bien increíblemente dramático, o bien realmente ridículo. Nunca se ha realizado una descripción correcta de los amish adolescentes. O bien es Lukas Haas en Único testigo, o es Randy Quaid en Vaya par de idiotas. Así que pensé que ésta era una buena oportunidad".

El viaje por carretera también les ofreció a los realizadores la oportunidad de llenar la película de cameos hilarantes a cargo de algunos rostros realmente conocidos. "Dave Koechner, que apareció en algunas de las grandes películas de Will Ferrell, está sencillamente de muerte en su escena como autoestopista", dice Levy. "Kyle Gass, que ha trabajado con Jack Black en Tenacious D dando la nota, está desternillante como camionero. Brian Posehn, de "The Sarah Silverman Program", interpreta a un feriante que se enreda en una especie de duelo verbal con Ian y Lance".

"También hemos encontrado algunos chavales nuevos que son realmente graciosos", continúa. "Charlie McDermott y Mark Young interpretan a Andy y Randy, que son los Beavis y Butt-Head de los artistas universitarios ineptos. Esos dos chicos son unos cómicos natos".

El hecho de rodar en Florida permitió a los realizadores sacar partido del numeroso grupo de actores que trabajan en el trepidante mundo del entretenimiento de Miami. Uno de esos afortunados intérpretes fue Caley Hayes, que hace su debut como actriz en el papel de Mandy, una provocativa y rubia animadora, que resulta que predica la abstinencia.

"Mandy más o menos seduce a Ian para que vaya a verla bailar, y lo que él no sabe es que una trampa en pro de la abstinencia", dice Levy. "Es empujado al interior de una tienda por un grupo de sensuales bailarinas que hacen una coreografía de hip-hop".

Hayes tenía alguna experiencia entre bambalinas en el mundo del espectáculo, pero nunca antes se había puesto frente a una cámara. "Era mi primera prueba. La primera de mi vida, ya que nunca he hecho anuncios, ni he hecho películas, ni he hecho nunca de extra".

Dice que no tenía ni idea de dónde se estaba metiendo. "El primer día todo el mundo me preguntaba: ‘¿Estás nerviosa? ¿Estás nerviosa?’. Cuando me puse frente a las cámaras, pensé: ‘Vaya, esto es asombroso’. ¡Probablemente fue el mejor día de mi vida!"

El resto del reparto y el equipo técnico fueron de gran ayuda, dice ella. "Que todos ellos fueran unos grandes actores lo hizo todo mucho más fácil. Creo que poder trabajar con gente de mi edad que sabe de dónde vengo me fue también de gran ayuda en mi primera vez".

Y finalmente, la actriz que interpreta a la señorita Tasty, el ligue de Internet de Ian, tenía que ser guapa y sexy, pero sin ser intimidante. "Katrina Bowden, que es famosa por "30 Rock", tiene que ser el atractivo supremo, la chica por la que nadie se resistiría a viajar desde Chicago a Knoxville para verla", dice Anders. "Lo interesante del caso es que ella, en persona, no tiene ese matiz tan cortante. Fue ciertamente curioso ver a una chica realmente dulce esforzándose tanto por convertirse en una zorra".


En la carretera
El viaje de Chicago a Knoxville serpentea por Illinois, Indiana, Ohio y Kentucky antes de llegar a Tennesse unos 800 kilómetros después. Por el camino, la carretera pasa por grandes ciudades como Indianápolis, pequeñas ciudades-dormitorio y tierras de labor. Los realizadores explotaron el rico filón de descubrimientos que iban haciendo por el camino para crear una aventura auténtica, aunque poco convencional.

"La película en realidad trata del viaje en coche y de todas las cosas raras que le pasan a Ian y a sus amigos por el camino", dice Levy. "Creo que la carretera, en las películas y en nuestra cultura, representa la libertad y la independencia. ¿Qué es lo que quiere cualquier chaval sino poder tomar sus propias decisiones? Éste es física y emocionalmente un viaje para nuestro héroe que acaba por convertirle en otra persona".

La idea de hacer una clásica película de carretera atraía a Anders y Morris, sobre todo una actualizada al siglo XXI como Sex Drive. "El libro tenía un concepto muy contemporáneo puesto que todo comienza en Internet", dice el director. "Y aún así, es algo con lo que todo el mundo puede identificarse, porque es algo por lo que todo el mundo ha pasado o pasará alguna vez".

Clark Duke piensa también que la historia de marcharse de la universidad y salir a la carretera atraerá al público. "La mayoría de la gente puede identificarse con toda la experiencia de graduarse en el instituto y entonces o bien ir a la universidad o conseguir un trabajo de adulto", dice. "Y todo el verano antes de ir a la universidad es un período raro y de transición en tu vida. Es una ambientación realmente buena para una película".

Toda película de carretera que se precie necesita un medio de transporte, y el coche que Ian, Lance y Felicia sacan a la carretera es una leyenda entre los aficionados a los coches: "El Juez", un Pontiac GTO color naranja brillante. Considerado uno de los primeros coches con músculo, El Juez se impuso en las exhibiciones al aire libre desde 1.969 hasta 1.971. "El coche es otro buen ejemplo de cómo Sean y John tomaron el libro y lo elevaron hasta un nuevo nivel", dice Bob Levy. "En el libro se le llama ‘El Monstruo’ y es un viejo cacharro de los años 80. Sean y John dijeron: ‘Esto es una película. Es algo visual. Tenemos que estar encantados de mirar a esa cosa".

"Es una máquina veloz, sexy y masculina, y es un personaje importante de la película", dice Anders. "Representa perfectamente el viaje que emprende Ian. Es una cosa abrumadoramente potente que no puede controlar, de la que tiene miedo al principio de la historia, pero al final Ian es el amo de El Juez".

Entre los lugares que visitan Ian, Lance y Felicia en su viaje, la comunidad amish que se convierte en una insólita parada de descanso para ellos puede que sea la más memorable. Cuando Anders y Morris descubrieron que esa comunidad tiene una presencia significativa en Indiana y Ohio, se inspiraron en ella para incorporar a su guión el Rumspringa, una costumbre amish poco conocida. Traducido del holandés de Pennsylvania como "correr por ahí", Rumspringa permite a los jóvenes explorar el mundo exterior antes de someterse a las reglas de su iglesia. Cuando un amish cumple 16 años, a él o ella se le permite experimentar con comportamientos prohibidos. Para algunos, puede ser algo tan sencillo como montar en coche por primera vez. Para otros, puede ser algo tan extremo como experimentar con drogas duras.

Según explica Seth Green, "Es un período en el que a los jóvenes amish se les permite explorar cosas de fuera de su comunidad, para que puedan dedicarse por decisión propia a la vida y costumbres de los amish. Pero a veces suceden cosas escandalosas, porque es un esfuerzo muy concentrado: ‘Sólo tengo un breve período de tiempo, y voy a ver de verdad lo que el mundo tiene para ofrecerme’".

Los realizadores escenificaron una bacanal total en honor de Rumspringa. "En la película, nuestros chicos están bastante seguros de que será un desastre", dice Levy. "Pero cuando llegan al cobertizo del Rumspringa, se encuentran con una banda famosa a nivel mundial metiendo una caña total en una loca ‘Juerga Hash Amish’".

Metiendo marcha para la ocasión están las superestrellas pop Fall Out Boy. "Hicimos una lista de las bandas que queríamos y que fueran inmediatamente reconocibles en cuanto se abrieran las puertas del cobertizo", dice Levy. "En lo más alto de la lista estaban Fall Out Boy. Les enviamos el guión y cruzamos los dedos. Nos encantó que accedieran a hacer la película. Sinceramente, estábamos tan ilusionados como cualquier adolescente por ir a la fiesta de Rumspringa a verles".

Los realizadores admiten abiertamente haberse tomado algunas licencias con la cultura amish. Como dice Anders: "Si uno sabe algo sobre los amish, va a decir todo el rato: ‘¡Hala, eso es incorrecto!’ Pero a nosotros nos pareció que si uno es un joven amish y está en el cine… bueno, ya sabes".

Para el productor Bob Levy, uno de los momentos más interesantes de la película surge de un descubrimiento que el productor y coautor del guión John Morris hizo por casualidad. "Aún a riesgo de parecer pretencioso, intentamos meter un poco de todo en esta película: comedia, sexo, drama, emoción y una brizna de poesía en forma de Árbol de los Zapatos", dice. "John se encontró con uno en las afueras de Reno, Nevada, y lo metió en el guión. Tim Orr, nuestro director de fotografía, tomó ese momento de poesía de nuestro borrador del guión, y lo elevó hasta convertirlo en auténtica poesía cinematográfica".

"Para mí, es la imagen más bonita de la película", continúa. "El árbol de los zapatos está cubierto de zapatos que han sido atados y arrojados a lo alto. Es extraño e impresionante. Hay 480 pares de zapatos en el árbol. El departamento artístico compró zapatos al peso, y tuvieron que tirar todos los mocasines porque no se podían atar juntos. Lo rodamos en unas tres o cuatro horas, y la semana siguiente tuvimos que volver y desatar todos los pares de zapatos y bajarlos. Me parte un poco el corazón la idea de que creamos esa cosa tan hermosa para la película, y ahora el Árbol de los Zapatos ya no existe".