Bertan 5 - Corsarios y piratas - Korsarioak eta piratak - Corsairs and pirates - Corsaires et pirates

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lunes 27 mayo 2024

Bertan > Corsarios y piratas > Versión en español: Los comienzos

LOS COMIENZOS

Los vascos y el mar

No cabe duda de que los vascos se han contado entre los pueblos que han dado individuos que, por su af�n de aventura o por su car�cter emprendedor, no han dudado en lanzarse m�s all� de los horizontes que los costre��an. A pesar de su apego al pa�s, los vascos abandonaron su tierra empujados por la necesidad as� como por el gusto por las aventuras, contando a su favor con la vecindad del mar.

Con el paso del tiempo, y aunando esas motivaciones, se dieron en esta parte del Cant�brico buenos ejemplos de corsarios y piratas que comenzaron surcando las aguas que, desde antiguo, sus antepasados hab�an ido, poco a poco, conociendo y, en la medida de lo posible, dominando. Pues no debemos olvidar, que el corso y la pirater�a son tan viejos como el comercio, y est�n �ntimamente relacionados con el tr�fico mar�timo.
Marinero vasco.
8. Marinero vasco. � Joseba Urretabizkaia
Las aguas del Cantábrico.
9. Las aguas del Cant�brico fueron desde antiguo dominadas por los marinos guipuzcoanos. � Joseba Urretabizkaia
Las tradiciones sobre los viajes de marinos vascos y sus relaciones con las tierras del norte est�n muy extendidas. Mairin Mitchell nos habla de la leyenda en la que el primer rey de Kerry, en Irlanda, fue Eber, que hab�a llegado desde el norte de la Pen�nsula Ib�rica. A fines de la Edad Media se daba como cosa cierta que Juan Zuria, el primer se�or de Vizcaya, era nieto de cierto rey de Escocia, hijo de una mujer desterrada de all� por su padre.

Como comenta Julio Caro Baroja, esto no podr�a ser tomado como verdadero en una sociedad sin una gran tradici�n marinera. Y tampoco sin una gran tradici�n marinera, hubieran llegado los marinos vascos en su trayectoria hacia el norte hasta Glasgow y las islas Orcadas.

Pero de la misma manera en que los vascos se abr�an camino, fue poco a poco necesario defender la tierra y el mar. La �poca de los siglos IX y X fue muy atormentada y es entonces cuando aparecen los vikingos, primeros saqueadores que llegaron hasta las costas vascofrancesas, y los normandos.
Grabado de escena de pesca.
10. Grabado de escena de pesca en una casa de Orio. � Joseba Urretabizkaia
Proa del barco de Oseberg.
11. Proa del barco de Oseberg. Oslo. Los vikingos aparecieron entre las brumas, procedentes de Escandinavia y saquearon ciudades como Worms, Par�s, Aquisgr�n, Maguncia, Lisboa... Basaban su estrategia en la sorpresa. Cuando las velas de sus Drakkar aparec�an en el horizonte, el temor cund�a entre los habitantes de la costa.
� Joseba Urretabizkaia
La costa vasca desde Castro Urdiales hasta Baiona, tiene bastantes refugios y en los de Baiona precisamente y en su puerto concretamente se asentaron los primeros piratas que aparecieron en nuestras costas. Baiona, en ese momento y hasta la segunda mitad del siglo XI, era un foco importante que atrajo a estos piratas, pues era puerto mar�timo con cantidad de mercaderes y pescadores, sede episcopal y punto de relaci�n entre Aquitania, Gipuzkoa y Navarra. Precisamente el evangelizador y fundador de la sede episcopal, San Le�n, fue decapitado por los piratas normandos en el siglo IX.

El reto de los normandos y estas apariciones de los piratas hicieron que los reyes comprendieran la importancia de defender sus propias costas, por lo que, a comienzos del siglo IX, aquellos refugios o puertos fueron recibiendo su consideraci�n oficial en forma de fueros, con los que se fundaron las villas, adem�s de por una motivaci�n defensiva, como punto de salida de mercanc�as en una �poca de auge comercial castellano.
Impronta del sello de Fuenterrabía.
12. Impronta del sello de Fuenterrab�a.
� Joseba Urretabizkaia
El lugar donde en el año 892 y tras ser decapitado por los piratas normandos, el cuerpo de San León cayó.
13. En Baiona la tradici�n marca el lugar donde en el a�o 892 y tras ser decapitado por los piratas normandos, el cuerpo de San Le�n cay� despu�s de haber recorrido unos cientos de metros con su cabeza en las manos. En dicho lugar brot� una fuente.
� Joseba Urretabizkaia

Las villas

El fuero m�s antiguo del pa�s fue el de Bermeo, fundado en 1082. En cuanto a Gipuzkoa, en este primer momento, las fundaciones se dieron de esta manera: San Sebasti�n, antes de 1180; Fuenterrab�a en 1204; Guetaria y Motrico, en 1209; y Zarauz en 1237. M�s tarde, se ir�an fundando las siguientes: Villanueva de Oiarso, en 1320; Monreal de Deva, en 1346; Villagrana de Zumaya, en 1347; Belmonte de Usurbil, en 1371; y San Nicol�s de Orio, en 1379.

El impulso econ�mico que estas fundaciones produjeron se deja ver ya desde el siglo XII, en que Gipuzkoa y Bizkaia, comenzaron a cobrar una destacada significaci�n econ�mica, con su gran contingente de marinos y pescadores.

Centr�ndose en Donostia, su fuero fue el primero de la pen�nsula que tuvo ordenaciones mar�timas, pues supuso la creaci�n de un verdadero c�digo mar�timo. Luego fue aplicado a todos los municipios guipuzcoanos. Gracias al fuero, el puerto de Donostia, se convirti� en salida natural para los productos de Castilla, que con el tiempo se convirti� en una gran potencia exportadora, especialmente de lana. El car�cter marcadamente comercial que San Sebasti�n fue tomando, adem�s de la consiguiente prosperidad, trajo hacia nuestras costas a piratas y corsarios, de siempre amigos de los bienes ajenos.
Sello y en el escudo de San Sebastián.
14. En el sello y en el escudo de San Sebastián no aparece un barco pesquero como en los de Getaria o Fuenterrabía, sino una nave comercial, debido al carácter mercantil que la villa adoptó desde sus inicios. � Joseba Urretabizkaia
Costa entre  Zarautz y Getaria.
15. Costa entre Zarautz y Getaria.
� Joseba Urretabizkaia

Lejos de nuestras costas

Los marinos vascos fueron dej�ndose ver por todos los mares conocidos, y algunos de ellos, no s�lo como comerciantes. En 1282, un cuerpo de voluntarios vascos tom� parte activa en la conquista del Pa�s de Gales, junto con el ej�rcito anglonormando. Y como recoge un cronista genov�s en 1304,..."pasaron el estrecho (de Gibraltar) gentes del golfo de Gascu�a, con nav�os llamados cocas y entraron en corso para nuestras naves haciendo no poco da�o".

En la Baja Edad Media los vascos act�an como transportistas de los mercaderes italianos y ponen en comunicaci�n el Mediterr�neo con otras zonas del Norte de Europa. Cuando los catalanes necesitaban naves de bordo alto, sol�an buscarlas en los puertos del norte, como en el Pa�s Vasco. Eso quiere decir que el pueblo vasco las armaba, las tripulaba y, al uso de la �poca, las ced�a en alquiler a los reyes y a los extra�os.

Y pasando del Mediterr�neo al Atl�ntico, tambi�n fueron vistos marinos vascos en 1393, reconociendo las Islas Canarias, o m�s tarde navegando en las expediciones al golfo de Guinea.

Sobre la presencia marinera vasca en estas zonas, recordemos que, como dice Carlos Claver�a, exist�a en C�diz, desde tiempo inmemorial, un colegio de pilotos vascos.

Con el paso del tiempo la participaci�n vasca en las guerras que en los siglos XIV y XV enfrentaron a ingleses y franceses se dej� notar. Durante la guerra de los Cien A�os (1337-1453), los vascos se enrolaban en naves francesas, en virtud de varios tratados firmados con �stos.

La flota comercial del Pa�s Vasco se convirti� en una verdadera potencia. En aquel siglo XIV la uni�n de nuestra marina se form� hasta que constituyeron su propio Consulado en Brujas, en el barrio de los "esterlines". Pero otro escenario y otras actividades reclaman nuestra atenci�n.
Reproducción de la coca representada en el crucero de la catedral de Baiona.
16. Reproducci�n de la coca representada en el crucero de la catedral de Baiona.
� Joseba Urretabizkaia
Nuestras aguas guardan el recuerdo de las aventuras de los corsarios.
17. Nuestras aguas guardan el recuerdo de las aventuras de los corsarios. � Joseba Urretabizkaia
El nombre de esta calle donostiarra recuerda alguna lonja u hospedería que éstos tendrían en ella.
18. En los siglos XIV y XV San Sebasti�n era el centro de contrataci�n m�s importante de la costa cant�brica y la plaza m�s frecuentada por los comerciantes alemanes de la Hansa, conocidos como "esterlines". El nombre de esta calle donostiarra recuerda alguna lonja u hospeder�a que �stos tendr�an en ella. � Joseba Urretabizkaia
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