Las etiquetas de whisky Johnnie Walker

Con permiso de algunos whiskies indios, Johnnie Walker sigue siendo la marca de whisky más vendida y conocida a nivel mundial. En cualquier caso, es el número 1 en ventas si hablamos de whisky escocés, a gran distancia de su inmediato perseguidor, el también famoso Ballantine´s.

La botella cuadrada del caminante es ya todo un clásico en bares, pubs y reuniones de amigos. Quedan muy lejos las primeras destilaciones del joven John Walker en Kilmarnock, pero su legado se mantiene muy vivo en forma de diversas etiquetas o labels, cada una de un color diferente, aunque todas ellas sean whiskies blended o de mezcla (elaborados a partir de mezclas de whiskies de malta y de grano, salvo el Green Label, en el que se mezclan solo whiskies de malta).

En este artículo te enseño las características de las etiquetas de Johnnie Walker para que tengas en tu mano toda la información a la hora de comprar tu próxima botella, ya sea para consumo propio o para regalar. Te voy a ir mostrando toda la gama en orden creciente de precio, aunque ¡ojo, mayor precio no significa siempre mejor calidad!, como ya te comentaré…

7. Johnnie Walker Red Label (Etiqueta Roja)

La mezcla pionera de esta destilería, bautizada originalmente como «Special Old Highland», todavía es hoy la botella de whisky escocés más vendida en todo el mundo.

La mezcla combina whiskies ahumados de la costa oriental escocesa con destilados más ligeros de la costa este, por lo que se obtiene una referencia intensa, rica en aromas afrutados y toques de vainilla, canela o pimienta, para acabar con ese final ahumado característico de los scotch.

La marca asegura que el Johnnie Walker Etiqueta Roja proviene de hasta 35 whiskies escoceses, ya que la receta original se ideó para que gustase en todos los países a los que se iba exportando. Así pues, no es de extrañar que haya obtenido más de 30 premios internacionales, destacando tres medallas de oro en la International Wine and Spirit Competition.

La destilería no incluye declaración de edad para esta referencia, pero es de suponer que se trata de una combinación de whiskies de entre 3 y 6 años. Así pues, aunque también se puede tomar solo, por maduración y por precio el Red Label es ideal para combinar con tu refresco favorito o para preparar cócteles.

6. Johnnie Walker Black Label (Etiqueta Negra)

El Johnnie Walker Etiqueta Negra se elabora a partir de whiskies escoceses con al menos 12 años de maduración. El antiguo «Extra Special Old Highland» combina más de 30 destilados procedentes de todas las regiones productoras de Escocia, entre los que destacan marcas como Talisker o Caol Ila.

El resultado: una bebida intensa pero muy equilibrada entre el dulzor de las frutas y el carácter ahumado. Los cítricos se combinan con notas de caramelo, frutos secos, pasas y recuerdos amaderados con toques de vainilla y malta.

El whisky Johnnie Walker Black Label es perfecto para un amplio rango de paladares, al huir de los extremos. También es una muy buena puerta de entrada a whiskies escoceses de malta con sabor marcado a humo de turba, como Lagavulin o Ardbeg.

El Etiqueta Negra es algo más caro que el Etiqueta Roja, pero en mi opinión vale la pena pagar esa ligera diferencia de precio por un whisky que ya puedes tomar solo (aunque, por supuesto, admite muchas combinaciones). Si no tienes a mano un single malt de precio similar, el Black Label es un valor seguro.

5. Johnnie Walker Double Black Label (Etiqueta Doble Negra)

El Johnnie Walker Etiqueta Doble Negra se concibió como una versión más ahumada e intensa del Black Label. Creado en 2011 por el maestro mezclador de la marca (Jim Beveridge), acentúa su sabor con potentes whiskies de la costa oeste de Escocia y de las islas. Debido a esa potencia, se recomienda añadir algo de agua antes de degustarlo para liberar todas las notas ahumadas y de especias que contiene.

Un whisky con un gran cuerpo, donde los aromas de humo de turba se unen a los de pasas, manzanas, peras y cítricos. Estos dan paso a los matices especiados (jengibre, pimienta) y a un gran final de roble tostado cálido, persistente y rico en taninos. El color más oscuro de esta versión Double Black procede de las barricas de roble carbonizadas (charred) que se usan para la maduración de la mezcla, lo que también le proporciona una mayor cremosidad.

Si te gustan los whiskies ahumados, es el Johnnie Walker que te recomiendo, ya que además tiene una excelente relación calidad-precio dentro de los whiskies blended. Además, este whisky ha ganado varios premios internacionales, como una medalla de oro en el International Spirits Challenge.

Aunque fue creado tomando como base el Black Label (12 años de maduración), cabe destacar que no incluye declaración de edad, puesto que esta etiqueta especial se elabora añadiendo whiskies más jóvenes (sobre todo de Islay) a la mezcla.

4. Johnnie Walker Green Label (Etiqueta Verde)

¡Atención, amantes del whisky de malta escocés! El Johnnie Walker Etiqueta Verde es el único de esta marca que no incluye whiskies de grano en su composición. Se trata de una mezcla única con 4 whiskies de malta (single malt) procedentes de las regiones de Speyside, Highland y las islas como componentes principales. En concreto, las destilerías elegidas son Talisker (isla de Skye, Highland), Cragganmore (Ballindalloch, Speyside), Linkwood (Elgin, Speyside) y Caol Ila (isla de Islay).

Esta mezcla (en realidad un vatted malt) añejada en barricas de roble europeo y americano durante un mínimo de 15 años da como resultado final un whisky con el carácter de un single malt, pero con un abanico de sabores mucho más amplio. Se logra así un equilibrio entre el aroma intenso a hierba recién cortada y fruta fresca con el toque ahumado y las potentes notas de vainilla, pimienta negra y sándalo. Una combinación que es muy difícil encontrar en un único whisky de malta.

Se introdujo en el catálogo del caminante escocés en 1997 como «Pure Malt», pero se rebautizó con el nombre definitivo de Green Label en 2004. El rico equilibrio de sabores y aromas donde ninguno de ellos llega a predominar sobre los demás hacen que sea para mí uno de los mejores whiskies Johnnie Walker.

Respecto al precio, vale la pena pagar la diferencia respecto al Double Black si no eres muy fan de los whiskies con aroma de turba marcado, ya que aquí encontrarás algo totalmente distinto. Y si me apuras, el Etiqueta Verde supera a bastantes whiskies de malta de precio igual o incluso mayor, pero ya sabes que en cuestión de gustos…

Dato curioso: En 2012, Johnnie Walker decidió retirar su Etiqueta Verde de los mercados, salvo en Taiwán, para dejar sitio a sus nuevas etiquetas Gold y Platinum (!?), con la consiguiente bajada de producción. Sin embargo, ante la gran demanda por parte del público de hacerlo de nuevo accesible, la marca escocesa lo volvió a poner a la venta en todo el mundo en 2016… y ahí sigue de momento. De todas formas, ya habían hecho una prueba piloto reintroduciendo pequeños lotes de Green Label en Estados Unidos y Australia en 2015 para ver cómo funcionaba el tema (por si acaso). Cosas del marketing.

3. Johnnie Walker Gold Label Reserve (Etiqueta Dorada)

El Johnnie Walker Etiqueta Dorada Reserva proviene de una mezcla de 15 whiskies de las regiones de Speyside y Highland. La marca no incluye declaración de edad en la botella, lo que no nos da ninguna pista sobre la edad del whisky más joven de la mezcla.

Es un whisky más suave, cremoso y afrutado que los anteriores, con aromas a miel de brezo, roble, frutas dulces, toques tropicales, vainilla y un final con ligeras notas ahumadas. La incorporación de whisky Clynelish procedente de las Highlands aporta ese punto sutil de turba a la mezcla.

El Gold Label es un whisky muy sabroso en el que los aromas florales predominan sobre los ahumados. Es una referencia que puede gustar a mucha gente, incluso a los no bebedores habituales de whisky. No obstante, la marca lo promociona como un whisky premium a pesar de no especificar los años de maduración, lo que eleva su precio. Yo personalmente solo lo compro cuando está en oferta y ronda los 30 €; a su precio normal, prefiero el Etiqueta Verde.

2. Johnnie Walker Aged 18 Years (18 años)

El Johnnie Walker 18 años puede llevar a error a primera vista, ya que tiene una presentación similar al Gold Label, aunque su precio sea considerablemente superior. Este whisky lo lanzó la destilería escocesa en 2013, denominándose hasta 2017 Johnnie Walker Etiqueta Platino.

Se trata de un whisky premium inspirado en la vieja tradición de la empresa John Walker & Sons de regalar mezclas selectas de ciertas barricas a su círculo más cercano de amigos, clientes y colaboradores. De hecho, la forma de la botella es más elegante, lo que unido a su nivel de precio lo convierte en un candidato ideal para regalar.

Como indica la etiqueta, la mezcla combina 18 whiskies de malta y de grano añejados al menos durante 18 años, así que además de los sabores característicos de JW ya comentados, encontramos aromas de cereales, nueces, mandarinas, almendras y flores. En boca se aprecia un dulzor de pasas y cítricos confitados, con toques de chocolate, malta caramelizada y ahumados, que finalizan en un acabado meloso con notas de canela.

Las principales destilerías de las que se nutre esta mezcla son Blair Athol (Highland), Cardhu (Speyside), Glen Elgin (Speyside) y Auchroisk (Speyside), aportando cada una matices enriquecedores.

Para mí, el único inconveniente del Johnnie Walker 18 años es su precio, que dobla prácticamente el de la Etiqueta Verde. Al ser una combinación de whiskies de 18 años, se nota ese extra de suavidad y riqueza de sabores y aromas que proporciona la maduración adicional, todos ellos perfectamente equilibrados. Como ya he comentado antes, un whisky excelente para regalar a un buen amigo o para darse uno mismo un homenaje.

1. Johnnie Walker Blue Label (Etiqueta Azul)

Y por último, el controvertido, lujoso y caro (cuesta más del doble que un JW 18 años) Johnnie Walker Etiqueta Azul, el top de la gama de etiquetas de la destilería. Lanzado en 1992, la propia marca lo define como «una obra maestra en forma de mezcla exquisita de los whiskies más raros y excepcionales de Escocia» (ahí es nada). Es tan exclusivo que cada botella incluye el sello de la Casa Real británica –para recordar que JW es proveedor oficial de la casa de Windsor desde 1934– y un número de serie.

Procede de una mezcla de whiskies escoceses de más de 30 años de diversas destilerías (algunas ya cerradas hace años) junto con aportaciones más jóvenes, por lo que no figura una declaración de edad en la botella. Así pues, combina la fuerza y el carácter de los destilados jóvenes con la complejidad y suavidad de los más añejos.

Aunque su composición es secreta, se rumorea que incorpora más de 40 variedades –lo que nos da una idea de su complejidad– con una media en torno a los 25 años, con alguno llegando casi a los 50.

La degustación del Blue Label comienza con toques de miel, avellanas, jerez y naranjas para liberar después notas de jengibre, chocolate negro y sándalo. El viaje se prolonga con recuerdos de pimienta y frutos secos para dar paso a un final ahumado sutil pero persistente con aromas florales.

No voy a discutir que sea uno de los blended mejor equilibrados del mercado, con las dosis justas de aromas ahumados y amaderados, muy fácil de beber, pero creo que está algo sobrevalorado. Por el mismo precio, prefiero probar un excelente whisky de malta de 18 años (Glenfiddich, Dalmore, Glenrothes) e incluso de 21 (Jura, Aberfeldy). En cualquier caso, es un whisky estupendo para ocasiones extraordinarias.

Espero que esta revisión de las etiquetas del whisky escocés más vendido te haya resultado útil para elegir tu mejor whisky Johnnie Walker. Si es así, haz feliz a otra persona compartiendo el artículo en redes sociales. ¡Gracias, y nos vemos en el siguiente post!

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