PROL. DE MANUEL RODRIGUEZ RIVERO En la peripecia de Jude Fawley -en el abandono de su mujer, en su renuncia forzosa a seguir estudios universitarios, en la relación ilícita y tortuosa que emprende con su prima Sue- Thomas Hardy quiso basar una fábula trágica con el propósito de mostrar que, como dice Diderot, la ley civil debería ser sólo el enunciado de una ley natural. Sin embargo, esta personal ilustración del conflicto entre la ley y el instinto fue acogida con escándalo hipócrita por sus contemporáneos. Tal vez el mundo -dice uno de sus personajes- no esté lo bastante iluminado para comprender una experiencia como la nuestra.