La historia de Françoise Hardy, la cantante francesa que ha pedido a Macron morir dignamente

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Cuando sus iconos hablan, Francia calla. Y estos días resuenan con fuerza en el país vecino las palabras de uno de sus mitos, la cantante y actriz Françoise Hardy. Aquejada por las duras secuelas de un cáncer que le fue diagnosticado hace más de 20 años, la cantante de éxitos como Comment te dire adieu y Tous les garçons et les filles ha publicado una carta abierta al presidente de la república, Emmanuel Macron, pidiéndole que legalice la eutanasia en Francia y reclamando su derecho a morir dignamente.

En abril de 1923 Macron prometió avanzar "hacia un modelo francés de opciones para terminar con la vida". Ahora, uno de los grandes nombres de la cultura francesa pide que no se retrase una ley que sus ciudadanos apoyan de manera mayoritaria.

Quién es Françoise Hardy

La suya es una de las voces que ha marcado a varias generaciones de franceses, con su estilo melancólico y sus canciones pop en las que ha cantado al amor. Françoise nació en París el 17 de enero de 1944 (acaba de cumplir 80 años) y su infancia transcurrió marcada por su timidez y por su estancia en un internado religioso. La música era su vía de escape, y la guitarra que su padre le regaló en plena adolescencia se convirtió en la invitación perfecta para comenzar su andadura artística.

Hardy cursó estudios de conservatorio y a los 17 años firmó su primer contrato discográfico. Con 18 años grabó su primer álbum y Tous les garçons et les filles, uno de los sencillos, la catapultó a la fama. Tanto es así que la revista Paris Match publicó su foto en portada y en 1963 participó en el Festival de Eurovisión representando a Mónaco. Había nacido una estrella.

Hardy se granjeó una imagen de mujer bella y sofisticada que no solo triunfaba en el mundo de la música (además de cantar, componía y hacía las veces de arreglista) sino que también enamoró a la industria de la moda. André Courrèges, Paco Rabanne o Yves Saint Laurent fueron algunos de los modistos que la convirtieron en musa de sus creaciones.

Hardy dio el salto a América con sus canciones y protagonizó algunos títulos de Hollywood como actriz, pero nunca renunció a la canción, su gran pasión, para ser una de las cantantes con mayor recorrido. Su gran amor fue el cantante Jacques Dutronc. Con un carácter diametralmente opuesto, fue el primer amor de Françoise quien les presentó sin saber que seguirían unidos, mediante lazos invisibles, de por vida.

Françoise Hardy y Jacques Dutronc, al comienzo de su historia de amor, en la década de los 60.

Él, alocado y transgresor, ella, siempre acechada por la tristeza. Juntos tuvieron un hijo y aunque él se marchó a Córcega con una de sus muchas conquistas poniendo fin y tierra de por medio a una convivencia marcada por las infidelidades, nunca se han divorciado oficialmente.

La carta en la que Françoise Hardy pide a Macron que legalice la eutanasia

El pasado mes de diciembre, la cantante, que está viviendo un calvario a causa del cáncer, publicaba en el diario La Tribune una carta abierta dirigida a Emmanuel Macron en la que relanzaba el debate sobre la eutanasia en Francia. Hardy comenzaba su carta recordando la muerte de su madre, aquejada de la enfermedad de Charcot. Con la complicidad de los médicos que la trataban, Hardy escribe cómo fue su madre quien decidió que era el momento de poner fin a su dolor y su sufrimiento.

"Gracias a dos médicos comprensivos y valientes, mi madre no tuvo que llegar al final de una enfermedad incurable e insoportable. Me quedé en una clínica oncológica y estaba en una planta donde solo había pacientes con cáncer, muchos de los cuales estaban en su segunda o tercera recurrencia y no podían soportarlo más. Todos lamentaron que no se legalizara la eutanasia, porque eran conscientes de sufrir innecesariamente", relata la artista.

"Como saben, una gran mayoría de personas quiere la legalización de la eutanasia. Todos contamos con su empatía y esperamos que permitan a los franceses que están muy enfermos y sin esperanzas de mejorar poner fin a su sufrimiento cuando saben que ya no hay ningún alivio posible", concluye Françoise Hardy en su misiva. La cantante se ha sometido a duros tratamientos para luchar contra el cáncer linfático que padece desde 2004.

Françoise Hardy en una de sus últimas apariciones en televisión, en 2012.

Según ha contado a la revista Paris Match, sufre problemas de visión y de movilidad, apenas puede hablar y ha perdido la memoria "de demasiadas cosas", se lamenta. Desde 2016 Francia contempla en su legislación que los pacientes que están agonizando puedan dejar de medicarse y pasar a cuidados paliativos, pero la ley no contempla una asistencia médica activa para ayudar a morir.

La estrella de la canción francesa pide apagarse con dignidad, poder decidir en qué momento dejar de sufrir. Su petición para legalizar la eutanasia promete acelerar un debate que lleva demasiado tiempo latente en la sociedad francesa.