Admito que el reparto es muy atractivo: Cary Grant, Jeanne Crain, Hume Cronyn (este último en un papel moralmente poco simpático). Pero los dos hilos principales de la historia (la trama sentimental entre Jeanne Crain y Cary Grant), así como el conflicto en el claustro universitario por celos y envidias profesionales, me parecen bastante traídos por los pelos.
De hecho, el mejor momento de la película está para mí en la hilarante entrevista a puerta abierta entre el resentido profesor Rodney Elwell (Hume Cronyn) y la suspicaz y misantrópica señorita Sarah Pickett (Margaret Hamilton). Esto sí que está a la altura del gran Joseph Leo Mankiewicz.
