¡Descubre la explicación del final de Gone Baby Gone! ¡Spoilers!
¡Gone Baby Gone está disponible en Netflix! Si quieres saber la explicación del final, ¡sigue leyendo! “Gone Baby Gone” (2007) es una película de acción clásica con muchos giros que te tomarán por sorpresa. Es suficiente para motivarte a disfrutar de una experiencia cinematográfica que es a la vez inquietante e intrigante.
Pero hay muchas otras razones para ver esta película. Entre los destacados del reparto se encuentra el sargento de policía e intenso detective Ed Harris en uno de sus mejores papeles secundarios. Morgan Freeman, también en un papel secundario, interpreta al experimentado capitán de policía que intenta mantener el rumbo en la confusión de dos casos de secuestro de niños que se cruzan, en medio de familias disfuncionales infestadas de drogas y bajo la presión de bostonianos desanimados y enojados que quieren que la policía haz más, ahora.
Y luego está la pareja de treintañeros enamorados excelentemente interpretados por Casey Affleck y Michelle Monaghan que trabajan en las sombras para encontrar a la pequeña Amanda, desaparecida durante días y presuntamente perdida para siempre. ¡Si no le tienes miedo al lenguaje soez, a la sangre y las entrañas, y a los seres humanos patéticos! ¡Aquí está la explicación del final de Gone Baby Gone!
Gone Baby Gone final explicado
A la fin de Gone Baby Gone, Patrick rend visite au capitaine de police Jack Doyle, ayant compris que le service de police avait conspiré pour enlever Amanda à sa mère Helene, qui la négligeait, et lui donner un foyer stable et aimant avec Doyle et su mujer. Y entonces Amanda, viva y bien, sale corriendo por la puerta principal y abraza felizmente a Doyle.
En esta escena, Doyle afirma que si Amanda se queda con Helene, probablemente seguirá el mismo camino sombrío que su madre. Organizó el secuestro, dijo, “por el bien del niño”. Patrick sostiene que Hélène es la madre de Amanda y por tanto tiene derecho a criarla.
Sin embargo, al final de Gone Baby Gone, Patrick no siempre ha sido tan claro cuando se trata de decisiones extrajudiciales. Tras descubrir el cadáver de un niño en casa de un pedófilo, ejecutó a este último en el acto. Cuando otro policía, Rémy, le dice que hizo lo correcto y admite haber colocado pruebas a otro hombre para que le quitaran a su hijo, Patrick no está de acuerdo.
Las historias reales de agentes de policía que cometen actos de justicia vigilante suelen girar en torno a la corrupción y una brutalidad espantosa. Pero la versión hollywoodense del oficial de policía rebelde generalmente retrata al personaje como alguien dispuesto a romper las reglas porque eso es lo que se necesita para atrapar a los «malos».
Al final de Gone Baby Gone, la película encaja en este tropo. El gran giro de la película implica hacernos creer que la participación de Remy en el secuestro tiene que ver con el dinero, solo para luego revelar que todo el departamento de policía estaba actuando en lo que creían que era el mejor interés de Amanda.
Al final de Gone Baby Gone, incluso Patrick duda de su decisión tras descubrir que Hélène dejó a su hija sin supervisión para salir. Gone Baby Gone es más ingenioso que el thriller de acción criminal promedio y le gusta resaltar sus debates sobre la moralidad. Pero, en última instancia, se trata de un drama sobre la policía atrapando e incluso asesinando a civiles en nombre de su propia justicia.