La Catedral de Rochester

La Catedral de Rochester, ciudad portuaria situada en el condado de Kent, resulta a primera vista impresionante. Su origen tiene lugar en el año 604, fundada por el obispo Justus. Más tarde se convirtió en una abadía, pero fue destruida por los daneses, para volver a ser de nuevo reconstruida por el obispo Gundulph en el siglo XI, estableciéndose en ella una orden de monjes benedictinos.

La estructura del edificio se debe principalmente a los normandos, en particular la impresionante nave central y la cripta abovedada. Debido a los daños causados por un incendio del siglo XII, la mayoría de lo que vemos hoy son adiciones que con el paso de los siglos dieron lugar a la edificación actual, de ahí la mezcla de estilos.

La fachada es puramente románica, probablemente la mejor de toda Inglaterra, mientras que la riqueza del interior contrasta con el impresionante silencio que nos rodea. La magnificencia del conjunto hará que los ojos se nos vayan a cualquier rincón del templo.

La Catedral de Rochester destaca a su vez por sus ricos monumentos funerarios. Probablemente el más importante de todos sea el de Lord Henniker, de estilo romántico victoriano, obra de John Bacon el Joven. El monumento es de mármol tallado, con estatuas majestuosas. A su lado está el monumento funerario de Anne de Henniker, un ataúd flanqueado por dos estatuas de pie, una de ellas un ángel, y la otra una estatua alada con una guadaña, que simboliza el Tiempo.

Entre sus otros tesoros tenemos la magnífica puerta de la biblioteca, del siglo XIV, o la genial pintura de Sergei Fyodorov que domina el norte del transepto y que se ha colgado recientemente.

Históricamente se dice que en los claustros de esta catedral fue donde Enrique VIII conoció a una de sus esposas, Anne de Cleeves. Pero también pasó su época mala cuando, en los primeros años del siglo XIX, al empobrecerse sobremanera la diócesis, la catedral se convirtió en un lugar de mala reputación, y era utilizada para juegos de azar y para beber en su interior.

Con más de 1400 años de historia, la Catedral de Rochester es hoy en día la segunda más antigua del mundo. Hoy en día, rodeada de un bonito césped y flores, nos presenta una sorprendente y a la vez serena belleza arquitectónica.