Si llevas al día 'The Walking Dead' sabrás que los protagonistas han tenido que afrontar una de las despedidas más difíciles de todas, las del joven Carl. El hijo del Rick Grimes fue mordido por un zombi y tuvo que decir adiós a sus familiares y amigos en un emotivo episodio que sembraba cierta esperanza para el futuro.

Chandler Riggs, el actor que ha dado vida al chico del sombrero de sheriff durante ocho temporadas, ha explicado a EW cómo fue despedirse de su personaje: "Ha sido realmente extraño porque me siento muy cercano a Carl. He crecido con él. Realmente tener que decir adiós a toda esa parte de mi vida es muy raro. Pero en cierto modo es un alivio saber que tengo que salir fuera y hacer otras cosas, películas y cosas por el estilo", aunque señala que "Cuando estábamos grabando, en realidad estaba muy emocionado por ver el resultado porque todo en el set era una locura. Como cuando arrastran a Carl a la iglesia y Alexandra está en llamas, todo lo que filmaban era muy bello y cuando llegué a verlo fue incluso mejor".

A diferencia de otras muertes de 'The Walking Dead' que llegan cuando el espectador menos se lo espera, con Carl hubo suficiente tiempo para decirle adiós: "Los directores querían que fuera sombrío y tranquilo y aportar una perspectiva muy madura a la situación. Mientras que Rick y Michonne estaban algo desconcertados por qué debían hacer, Carl estaba más tranquilo porque ya había escrito sus cartas". Esa forma de afrontar la muerte de Carl deja para su padre un claro mensaje de paz y de fe en que la situación podría ser como en las ensoñaciones del personaje que vimos, con Negan viviendo en Alexandria: "Si Rick realmente escucha a Carl y realmente quiere una vida mejor para Judith, eso es lo que tendrá que hacer", apunta Riggs.

Y aunque el actor parece haberse tomado de buen grado el final de su personaje, hubo algo que le costó mucho: "La escena de despedida con Judith creo siempre me va a seguir por lo deprimente que eran algunas de las cosas que decía. Recuerdo que cuando leí el guión pensé: 'Dios, ¿voy a tener que decir todo eso?'. Definitivamente no era una escena por la que estuviera emocionado. Cuando cuando dice que su madre le dijo que iba a sobreponerse a este mundo y luego no lo consigue. Todo eso era muy triste".

Entre los recuerdos que se queda de su paso por 'The Walking Dead', destaca un capítulo en concreto como su favorito: "El infame episodio del pudín [episodio 9 de la temporada 4] porque tuve que afrontar mis límites de lo que podía hacer como actor. Me dieron un episodio completo dedicado a mí y tuve hacer cosas que nunca antes había hecho, lo cual fue muy divertido. Era algo que estuve esperando durante mucho tiempo y estoy muy contento con cómo quedó".