El estreno de Vengadores: Endgame supuso el final de la Saga del Infinito y con ella la conclusión de una era de éxito absoluto para Marvel. A partir de ese momento, las películas del Universo Cinematográfico de Marvel se han caracterizado por una irregularidad que ha acabado afectando a los resultados en taquilla, tocando fondo definitivamente con The Marvels, cuyo estreno el año pasado fue el peor de todo el UCM hasta la fecha.
Se puede afirmar que Marvel perdió el rumbo tras Endgame, realizando producciones cinematográficas donde en muchos casos la narrativa es cuestionable, focalizándose en exceso en situaciones cómicas que tan bien habían funcionado en pequeñas dosis en el pasado, pero maximizadas de una forma exagerada para películas que no están concebidas para ello. Esto es precisamente lo que ocurrió con Thor: Love and Thunder, convirtiéndose esta en algo muy alejado de lo que debería ser una aventura del Dios del Trueno, con situaciones totalmente hilarantes durante la mayor parte del metraje, acarreando indudablemente malas críticas por ello.
En este sentido, el director Taika Waititi, quien ya dirigió anteriormente Thor: Ragnarok con un resultado bastante notable, optó en Love and Thunder por caricaturizar totalmente a Thor, siendo muy llamativo el cambio de actitud que sufre con respecto a las primeras películas del personaje, llegando hasta el punto en el que en muchas escenas se siente algo de vergüenza ajena por lo que se está viendo en pantalla, siendo difícil de creer que los responsables de Marvel dejasen que una figura como la de Thor se rebajase hasta ese extremo.
Durante una entrevista reciente con Vanity Fair en la que Hemsworth ha abordado varios temas, uno de ellos ha sido el resultado de Thor: Love and Thunder, siendo sorprendentemente honesto sobre lo que salió mal en la película, consciente el actor australiano de las críticas que recibió.
Me dejé llevar por la improvisación y la locura, y me convertí en una parodia de mí mismo. No conseguí aterrizar.
'Thor: Love and Thunder' perdió una gran oportunidad
La historia de la cuarta entrega de Thor tenía todos los ingredientes para crear una gran película, contando con actores de primerísimo nivel como es el caso de Natalie Portman, quien retomó el papel de Jane, además de Christian Bale en el papel de Gorr. Una trama fundamentalmente oscura por los hechos que se narran, pero que se diluyó entre una comedia absurda metida con calzador, la cual en última instancia le quitó todo el dramatismo al destino de Jane, debiendo haber sido este un desenlace con tintes trágicos por lo que el personaje de Portman suponía para Thor.
Ahora, con una posible quinta entrega de la saga en el horizonte, la clave estará en ver cómo subsanan ese cambio en la personalidad de Thor, debiendo encontrar una forma que justifique volver a un tono más serio, siendo esto indudablemente algo fundamental si en Marvel quieren poner en valor al personaje.
