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Evolución Humana, línea de tiempo: del Sahelanthropus al Homo sapiens

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Evolución (EBIO-063)

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Año académico: 2020/2021

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EVOLUCIÓN HUMANA: LÍNEA DE TIEMPO

Curso: Evolución

Autor: Raúl Iván Pereira P.

Profesora tutora: Msc. Elizabeth Batista

Zea, julio de 2021

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO

EXTENSIÓN ACADÉMICA MÉRIDA

CENTRO DE ATENCIÓN ZEA

Evolución Humana 6,2-5,8 Ma
3,7-3,0 Ma 4,2-3,9 Ma 4,4 Ma
2,7-2,3 Ma 2,5-1,2 Ma

Sahelanthropus tchadensis Recreación. [Fuente: Smithsonian Institution].

Orrorin tugenensis Recreación. [Fuente: fandom].

Ardipithecus ramidus Recreación. [Fuente: Smithsonian Institution].

Australopithecus anamensis Recreación. [Fuente: Mc Libre].

Australopithecus afarensis Cráneo reconstruido. [Fuente: Mc Libre].

Paranthropus aethiopicus Recreación. [Fuente: Smithsonian Institution]. Paranthropus boisei Recreación. [Fuente: Lillyundfreya].

2,0 Ma

Homo habilis Cráneo KNM-ER 1470, hallado por B. Ngeneo, en 1972, en Kenia. [Fuente: Universitat de Valencia].

400 ka

Homo neanderthalensis Recreación. [Fuente: Smithsonian Institution].

Fósil hallado en Toros-Menalla, Chad (África Central), en 2002, por Michel Brunet y colaboradores. Luego del Nakaliphithecus nakayamai, que exisƟó hace unos 10 Ma, el S. tchadensis es el homínido más primiƟvo encontrado hasta ahora, con unos 7 Ma (Cadena, 2013).

Rasgos homínidos derivados: Caninos pequeños con desgaste apical (puede indicar un cambio de dieta con relación a los monos arbóreos). Base del cráneo con orientación horizontal, cara con prognaƟsmo nasal reducido y largo torus supraorbital. Caminar erguido con desplazamiento bípedo (ob. cit.).

Rasgos primiƟvos: Cerebro de tamaño pequeño, un hueso basioccipital truncado y una porción del hueso tempotal orientado 60º hacia el cordón bicaróƟdo. Estos rasgos lo ubican filogenéƟcamente como un homídido cercano al úlƟmo ancestro común entre humanos y chimpancés (ob. cit.).

Estatura de 140 cm. Capacidad craneana: 320-380 cc, promediando la de un chimpancé (Piñerúa, 2011).

El primer hallazgo fósil de Orrorin tugenensis fue en Tugen Hills, zona montañosa de Kenia (África del Este), en 2001, por BrigiƩe Senut y colaboradores (Wikipedia, 2021).

De morfología similar al chimpancé, pero con notables diferencias en la longitud y forma del húmero y del fémur, así como la disposición de la arƟculación con la pelvis, que evidencian su capacidad bípeda (ob. cit.).

La cabeza del fémur y la evidencia postcraneal sugieren que Or. tugenensis estaba adaptado al bipedismo obligado para el suelo, pero también era un buen trepador (Senut et al., 2001: citados en Cadena, 2013).

Por sus caninos pequeños y molares bastante grandes, se deduce que tenían una dieta principalmente herbívora y frugívora, aunque es muy probable que fueran omnívoros y obtuvieran sus proteínas alimentándose también de insectos (Wikipedia, 2021).

Las adaptaciones del fémur que permiƟeron caminar erguido al Or. tugenensis se mantuvieron con pequeños cambios desde hace unos 6 Ma hasta hace dos, cuando los primeros Homo desarrollaron una nueva configuración de muslos y cadera (Piñerúa, 2011).

Pesaba unos 30-50 Kg. Talla o estatura: 1,5 m. Capacidad craneana: por su talla, se supone que la capacidad craneana fuera similar a la del chimpancé actual (275-500 cc) (Ibarra, 2018).

Hábitat: La estructura de sus huesos y la similitud de los mismos con otras especies de primates sugieren que el hábitat de esta especie se centraría en los bosques y las sabanas (ob. cit.).

La expedición de Tim White halla fósiles de Ardipithecus ramidus en la aldea de Aramis, EƟopía (África del Este), entre 1992 y 1993 (Amat, 2005). De 1990 a 2005 se descubrieron fósiles clasificados como Ar. ramidus, incluyendo de hembras, con datas de 4,4 a 4,1 Ma (Paleoantropología Hoy, 2015).

Talla: 120 cm. Capacidad craneana: 350 cc (Amat, 2005). El Ardipithecus representa un puente entre el ancestro común más reciente de chimpancés y humanos y los autralopitecos (Paleoantropología Hoy, 2015).

Más parecido a un simio que a un Australopithecus, diferenciándose de este por tener molares más pequeños, caninos más grandes y una capa más delgada de esmalte dental (Amat, 2005). Además, carecía de las adaptaciones en la mano para el agarre peculiares en la trepa arbórea de los simios africanos actuales (Paleoantropología Hoy, 2015).

Se considera posible que Or. tugenensis sea descendiente directo de Sahelanthropus tchadiensis y ancestro directo de Ardipithecus (Wikipedia, 2021).

En su relación filogenéƟca con Autralopithecus, el Ar. ramidus presentaba especializaciones tarsales y metatarsales/falanges relacionadas con la posición erecta (ob. cit.).

Los primeros y mayor canƟdad de fósiles de Australopithecus afarensis se hallaron entre 1972 y 1973, en Hadar, Ɵerra de los Afar, EƟopía (África del Este), datados entre 3,7 y 3,0 Ma (Amat, 2005). Se exƟnguió hace unos 2 Ma.

Su primer vesƟgio fósil fue un húmero ubicado por Bryan PaƩerson, en Kanapoi, Kenia, en 1965. Luego, Meave Leakey y Alan Walker descubren nuevos fósiles de Australopithecus anamensis también en Kanapoi, cerca del lago Turkana, Kenia, en 1994 (Amat, 2005).

El Au. anamensis estaba bien adaptado a la bipedialidad (sic), pero retuvo capacidades arbóreas (Cadena, 2013; Tomás, s.f). Tiene mucho de humano uno de los húmeros hallados; aunque no caminaba exactamente como humano por tener piernas cortas si lo hacía erguido (Amat, 2005; Tovar, s.).

El Au. afarensis presentaba un cráneo aplanado, frente pequeña y aplanada, arcos superciliares muy abultados, mandíbula prominente y una reducida cavidad encefálica: 400-550 cc (Universitat de Valencia, s.). De contextura delgada y grácil, de talla entre 120 y 150 cm, y peso entre 33 y 67 kg (Tomás, s.f).

Johanson determina, en 1978, que la arƟculación de la rodilla, fémur y la pelvis ósea de Au. afarensis, son indicadores evidentes de una adaptación bípeda. Combinaba sus caminatas con acƟvidad arbórea (Cadena, 2013).

Hábitat: se estableció en un ambiente de pastos, en una sabana con árboles (Cadena, 2013). Entre otras especies sucesoras de Au. anamensis están: Au. afarensis, Au. deyiremela, Au. bahrelghazali, Au. africanus, Au. robustus (o P. robustus), Au. garhi y Au. sediba.

Todos los fósiles de Au. anamensis están datados entre 3,9 y 4,2 Ma. Esta especie presenta los rasgos más primiƟvos del género Australopithecus y se considera antecesor, sea por anagénesis o cladogénesis, de Au. afarensis (Cadena, 2013).

Presentaba dimorfismo sexual en los miembros anteriores y posteriores (con estos más cortos), y los caninos son mayores en los machos, pero menores que los de chimpancés y gorilas (Cadena, 2013).

El más importante decubrimiento fósil de esta especie fue el esqueleto (40%) y cráneo fragmentado de "Lucy": una hembra adulta de Au. afarensis (3,2 Ma). Hallazgo hecho por Donald Johanson y Toni Gray, en 1974, en Hadar, EƟopía (Cadena, 2013).

Hábitat: Residió en bosques secos y aclarados. Filogenia: Es aceptado entre la mayoría de la comunidad cienơfica que el Au. afarensis es uno de los ancestros más cercanos del género Homo (Tomás, s.f).

Rasgos: Capacidad craneana: 420 cc, talla: 120-150 cm, peso: 40-50 kg (Rodríguez, 2018). La cabeza exhibía una mezcla de caracterísƟcas simias y humanas: una frente baja y un rostro simiesco pero con dientes proporcionados como los de los humanos (Tovar, s.).

De esta especie se han hallado varios fósiles, pero los primeros fueron encontrados por Y. Coppens y C. Arambourg , en 1967, en los depósitos de Shungura, Omo, EƟopía. Luego, Alan Walker, en 1985, halló otro fósil, el famoso "Cráneo Negro" (KNM-WT), en la orilla oeste del lago Turkana, Kenia (Helm, 2017a).

El Parantropus aethiopicus era un homínido de pequeño tamaño, con gran dimorfismo sexual, carecía de lenguaje arƟculado y sin tecnología líƟca (Tovar, s.). Filogenia: se cree que P. aethiopicus desciende de Au. afarensis y dio origen a Pa. boisei (Helm, 2017a).

Ragos primiƟvos comparƟdos con Au. afarensis: Foramen magnum en forma de corazón, base craneal plana. Por su cara ancha con cerebro pequeño (410 cc) tuvo alto grado de constricción postorbital. Tenía molares largos y prognaƟsmo notable en la cara inferior (Ob. cit.).

Esqueleto reconstruido de Lucy. [Fuente: Chip Clark].

Cráneo de Au. anamensis [Fuente: Omori y Russell].

Hábitat y dieta: habría vivido entre el límite boscoso y la sabana (Amat, 2005). Llevaba una alimentación muy parecida a la de los chimpancés (frutos, brotes de tallos Ɵernos y hojas frescas) (Tovar, s.).

El planeta Tierra ha venido experimentado en los úlƟmos 4 Ma una clara tendencia hacia un clima más frío y seco. Un momento de notable acentuación del proceso se sitúa sobre 2,8 Ma. Este cambio climáƟco tuvo como efectos en el este de África la expansión de ecosistemas más o menos abiertos y como consecuencia la exƟnción de los Australopithecus y la aparición de dos nuevos Ɵpos de homínidos adaptados a estos hábitats que coexisƟeron al mismo Ɵempo: los Paranthropus y el género Homo (Tovar, s.).

A finales del Mioceno (7,2-5,3 Ma) el conƟnente africano fue escenario de violentas transformaciones geomorfológicas que venían ocurriendo desde el Oligoceno, hace unos 30 millones de años (Ma). En la parte oriental fallas o grietas dieron lugar al nacimiento de un extenso valle de riŌ o de fractura, en medio de constante acƟvidad volcánica que dio lugar al nacimiento de cordilleras y una cadena de grandes lagos, alimentados por numerosos ríos. El valle del RiŌ se empezó a formar hace unos 30 Ma como consecuencia de la separación de las placas tectónicas. Surgió allí entonces una extensa sabana tropical, medio ambiente que fue propicio para la evolución de los homínidos. Dicho valle atraviesa, entre otros, países como: EƟopía, Kenia y Tanzania, que son precisamente los que han proporcionado valiosos vesƟgios de fósiles de homínidos (Amat, 2005).

Rasgos: Capacidad craneana de 530 cc (Amat, 2021). Especie sexualmente dimórfica: machos con 137 cm de estatura y 49 kg de peso y crestas sagitales-nucales pronunciadas; hembras de 124 cm de altura y 34 kg de peso. Junto con las otras formas robustas, comparơan un cráneo, una cara y una mandíbula contrafuertes; molares y premolares grandes; una cresta sagital-nucal compuesta (Helm, 2017b).

1,8 Ma

Hom o erectus Recreación. [Fuente: Smithsonian Institution].

200 ka

Homo sapiens Cráneo del Hombre de Cro-Magnon. [Fuente: Univ. de Valencia].

Cráneo de H. neanderthalensis hallado en La Chappelle-aux- Saints, Francia, en 1908. [Fuente: Univ. de Valencia].

Rasgos: Capacidad craneana: 1550 cc, pero con menos circunvoluciones cerebrales que el Homo sapiens. Carecían de lóbulo frontal, frente baja. Estatura media: 160 cm, con cuerpo macizo-robusto y piel blanca. Peso: 65-80 kg. Mandíbula prominente (prognaƟsmo) y sin mentón (Ruiz, 1997). Caminar bípedo ligeramente inclinado hacia adelante. Tibias y antebrazos acortados. Nariz con grandes fosas nasales (Tovar, s.).

Cráneo de Homo erectus hallado en Gona, EƟopía, en 2000. [Fuente: CENIEH].

Rasgos: Capacidad craneana voluminosa: 1000-900 cc. Estatura: 165 cm. Peso: 60-80 kg (Irausquín, 2005). Huesos craneales gruesos y robustos. Cara proyectada hacia delante con frente aplanada, mandíbulas prominentes y sin mentón y arcos superciliares gruesos-abultados. Abertura nasal Ɵpo Homo sapiens. Dientes reducidos. Fémures arƟculados a una pelvis de huesos anchos y cortos (Colección Bicentenario, 2012; Ruiz, 1997).

El primer fósil de la especie fue descubierto en 1964 por L. Leakey, P. Tobias y J. Napier, en Olduvai, Tanzania. Filogenia: se atribuye como antecesor de Homo habilis al Australophitecus garhi (Amat, 2005).

Capacidad craneana: c. 600-645 cc. Peso: 50 kg. Estatura: alrededor de 1, m (Colección Bicentenario, 2012).

Modo de vida: En su dieta había inclusión de alimentos de origen tanto vegetal como animal. No usó el fuego. Junto a sus fósiles se hallaron herramientas de piedra de tecnología olduvayense, con la que procesó alimentos, como carne de caza y vegetales. Pudo estar en capacidad de organizarse y trabajar en equipo gracias a su mayor cerebro que los australopitecos (Colección Bicentenario, 2012). Al H. habilis se le reconoce como el primer hominido fabricante de instrumentos o herramientas líƟcas, en las que aplicó la tecnología olduvayense (Amat, 2005).

EVOLUCIÓN HUMANA: Línea de tiempo

+rasgos: Sus muelas poseían gruesos esmaltes, por lo que se deduce que no comía solo hojas y frutos sino alimentos más duros. Además, sus caninos eran más reducidos que Ardipithecus ramidus (Tomás, s.f). Por no conocer el manejo del fuego, consumía la carne cruda (Rodríguez, 2018).

Los hallazgos descritos por Cueva (2016), que datan de hace 3,39 Ma, sugieren que el Au. afarensis tenía ya cierto Ɵpo rudimentario de herramientas de piedra con las que cortaban la piel y el hueso del producto de su caza.

Los primeros fósiles de Homo sapiens se hallaron en 1868 en la cueva de Cro-Magnon, ubicada en Lez Eyzies, Francia (Universitat de Valencia, s.). Luego se descubrieron otros restos de anƟguos H. sapiens en disƟntas ubicaciones del planeta.

Habilidades: El H. sapiens primiƟvo dominó y empleó el fuego, entre otros usos, para cocinar alimentos y fundir metales (creó la metalurgia). Creó y amplificó la agricultura y cría. Creó y desarrolló el arte rupestre y la pintura al aire libre, también la escultura en arcilla, hueso y cristal de roca (obsidiana) (Colección Bicentenario, 2012; Ruiz, 1997).

Hizo uso prolongado y simultáneo de las tecnologías olduvayense y achelense en la construcción de herramientas de piedra, que por los buenos resultados se considera la primera elaboración sistemáƟca de herramientas líƟcas (Nat Geo, 2020).

Rasgos derivados con P. robustus: Refuerzo del cráneo, la cara y la mandíbula. Músculos de la masƟcación muy fuertes. Cresta sagital más alta con ubicación más posterior y cejas más pequeñas que las otras especies robustas. Huesos cigomáƟcos grandes y acampanados. Músculos nucales pesados. Terceras muelas maxilares convergentes (Ob. cit.)

+rasgos: ComparƟeron con P. robustus y Homo rasgos tales como: Base del cráneo flexionada, cara más ortognáƟca, la cara inferior meƟda debajo del encéfalo, una arcada dental más parabólica, y un pulgar más largo con falanges anchas, planas y distales. La cresta sagital en P. boisei y P. robustus estaba posicionada más anterior en relación con P. aethiopicus. Sus huesos cigomáƟcos eran grandes, pesados y ampliamente acampanados, como en P. aethiopicus. Sus dientes frontales estaban tan empequeñecidos por sus enormes dientes de las mejillas, que casi parecen juveniles (ob. cit.).

Modo de vida y hábitat: Según la evidencia de microdesgaste de sus molares, todos o la mayoría de los cuales son planos, es probable que P. boisei subsisƟera en plantaciones abiertas y adaptadas a la sequedad (ob. cit.).

+modo de vida y hábitat: Dado que se adaptaron a los recursos de la sabana de baja calidad y podrían recurrir a alimentos que no estaban disponibles para otras especies simpátricas, es posible que los P. boisei hayan evitado una fuerte competencia de alimentación dentro y entre grupos (ob. cit.).

Rasgos: Respecto con los australopitecos, tenía: cara más pequeña respecto a su cráneo y menos proyectada hacia adelante. Frente más verƟcal: la bóveda del cráneo es más alta. Caminar bípedo y más erguido (Ruiz, 1997).

Modo de vida: Fue errante y cazador en las praderas y montes europeos. Usó el fuego para cocinar sus alimentos y calentarse del frío glacial que imperó en Europa. Su dieta era omnívora. Talló la piedra con mayor habilidad (tecnologías musteriense y auriñaciense) que el H. habilis, además fabricó y uso agujas de coser de hueso y otros arơculos de madera. Desarrolló un esƟlo propio de utensilios y empleo estrategias complejas de caza (Ruiz, 1997).

+modo de vida: Residió en pequeñas comunidades tribales habitando en refugios hechos de pieles y en cuevas. Poseyó un lenguaje poco arƟculado (protolenguaje). Cosía sus vesƟmentas de pieles animales con agujas de hueso. Dibujó y grabó figuras sobre huesos (primeras expresiones de arte homínido). Dejó indicios de acƟtudes mágicas y de culto a sus muertos (Colección Bicentenario, 2012).

Los H. erectus fueron los primeros homínidos que aprendieron a dominar el fuego, hace unos 700 mil años (ka). Tenían un caminar bípedo y posición más erecta que Homo habilis. Mostraron gran dimorfismo sexual (Colección Bicentenario, 2012). Modo de vida: PrácƟcó el intercambio social a través del lenguaje arƟculado que desarrolló (primero oral y luego escrito). Dedicó gran parte de su coƟdianidad a la agricultura y cría. Igual que los neandertales, manifestó acƟtudes mágicas y culto a los muertos. PracƟcó el intercambio amplio de mercancias entre sus poblaciones y con los neandertales (Ruiz, 1997).

El perfeccionamiento de la Posición Erecta y de la Locomoción Bípeda. Se sabe que el andar erguido se produjo mucho antes que la expansión del cerebro. Los cambios ocurridos en las extremidades inferiores fueron muchos y radicales. Los huesos se modificaron por la presión del medio ambiente hasta permitir un postura erecta y eficiente con movimiento sobre los dos pies. Otras modificaciones que facilitaron la postura erecta tuvieron que ver con la transformación de los huesos de la cadera y de los músculos respectivos. La configuración de los pies se invirtió totalmente. Los dedos laterales se acortaron, el dedo central se inmovilizó y el torso cobró mayor rigidez para soportar el peso corporal.

Inicio de la bipedaidad habitual: 4,0 Ma; Inicio de la movilidad de larga resistencia: 1,7 Ma.

El Crecimiento del Cerebro y su Relación con el Desarrollo de la Inteligencia. Recordando algunas capacidades craneales de los homínidos, vemos cómo ha variado esta desde, por ejemplo, el Australopithecus anamensis (420 cc) y el Hombre de Cro-Magnon u Homo sapiens (1450-1600 cc). El mayor tamaño del cerebro supone un incremento en el grado de inteligencia en relación con el proceso de la frontalización y a la disminución relativa del tamaño de la cara. En este sentido, al iniciar el hombre la fabricación de herramientas y utensilios aumentó su nivel cultural y adquirió un poder cada vez mayor sobre la naturaleza, lo cual le llevó a una organización social primitiva al principio, pero muy útil, que le permitió, entre otras actividades, cazar animales más grandes. En cuanto a la comunicación social, al principio debió usar gestos faciales y señas manuales para entenderse con sus semejantes, pero luego apareció el lenguaje articulado, que ha sido decisivo en la evolución cultural humana.

Primera fabricación de herramientas líticas (tec. olduvayense): 2,0 Ma; Inicio de la ampliación rápida del cerebro: 800 ka.

La Cultura en el Proceso de Evolución Humana. De igual importancia que los cambios morfológicos ocurridos en la especie humana a lo largo de su evolución, están los de su evolución cultural. La evolución cultural que más se enfatiza es la que se ha producido en los últimos 5 ka, porque es cuando ha sido mucho mayor el incremento de la capacidad mental, el desarrollo de la tecnología y el desarrollo del lenguaje articulado (habla estructurada y escritura) han contribuido a la compleja organización sociocultural. En el proceso de hominización, la aparición y desarrollo del lenguaje aceleró el proceso de herencia cultural pues la información se pudo transmitir verbalmente. Por ejemplo, con la invención de la pintura ideográfica y la escritura se difundió la tecnología con más rapidez y efectividad; con el desarrollo de la agricultura las relaciones principiaron rápidamente a cambiar, y al aumentar las cosechas se incrementó la población humana, con lo que se establecieron aldeas, luego pueblos y ciudades. También el hombre descubrió el uso de los metales y la utilidad de la fuerza de los animales, que luego reemplazó por fuentes energéticas más efectivas. Con el dominio del uso del fuego ha sido capaz de cambiar su primitiva posición en la cadena alimenticia: de consumidor de primer orden, como herbívoro, a consumidor de segundo orden, como carnívoro. Mucho más adelante, en el siglo XX, junto al desarrollo cultural, los desarrollos científico y tecnológico han permitido importantes conquistas, que han dado al ser humano las posibilidades de mejorar o destruir su propio entorno y su propia vida (Hoyos y Camacaro, 2008).

Inicio de la expansión de la expresión simbólica, la innovación y la diversidad cultural: 280 ka.

####### ALGUNOS CAMBIOS EVOLUTIVOS Y ADAPTACIONES DETERMINANTES EN EL PROCESO DE HOMINIZACIÓN

Cráneo KNM-ER 406 de P. boisei. [Fuente: Universitat de Valencia].

Sus primeros fósiles fueron descubiertos en 1856 en una cueva del valle de Neander, Alemania (Universitat de Valencia, s.). Posteriormente se hallaron más restos de esta especie en otros lugares europeos: Alemania, Francia, Gales y España. Se exƟnguieron hace unos 35 ka.

HoloƟpo: Cráneo KNM-ER 406 de Paranthropus boisei, datado con 1,7 Ma, hallado en 1959 por Louis y Mary Leakey, en Olduvai Gorge, Tanzania (Amat, 2005). Desde entonces, otros fósiles atribuidos a esta especie se han encontrado en otros siƟos en Tanzania, Kenia y EƟopía.

Filogenia: El apoyo a P. boisei que desciende de P. aethiopicus ha aumentado constantemente (Helm, 2017b). El P. boisei mostraba cierto parecido con el Au. robustus hallado en Sudáfrica, pero con una complexión aún más fuerte (Amat, 2005). Al P. boisei algunos invesƟgadores también le llaman Australopithecus boisei.

+habilidades: Fabricó utensilios y herramientas con mayor calidad y diseño (con tecnologías solutrense, magdaleniense y aziliense) que los neandertales (Colección Bicentenario, 2012; Ruiz, 1997). PracƟcó intercambio de mercancías entre sus poblaciones y con neandertales. Construyó joyería y elaboró vesƟmentas con pieles y fibras vegetales (Colección Bicentenario, 2012; Ruiz, 1997).

Hábitat: Residió en diversos hábitats, como: praderas de gramíneas con bóvidos, agua fresca y bosques de galería con primates (ob. cit.).

Rasgos: Capacidad craneana de 1450 a 1600 cc. Estatura media de 1,6 m. Peso medio de 65 kg. Cerebro bastante complejo, bóveda del cráneo alta y redondeada. Frente y cara más verƟcal que los anteriores Homo. Arcos superciliares poco sobresalientes. Mándíbula nada prominente y con mentón (único homínido que lo posee) (Colección Bicentenario, 2012).

Hábitat: Vivió en el África del Este. Caminante en un medio ambiente más seco que los Australopithecus, en el que los pasƟzales se estaban expandiendo y los bosques se estaban reduciendo. Tenía una dieta estrictamente vegetariana (ob. cit.).

Es el primer Homo cuyos fósiles se encuentran en varios lugares fuera de África. El primer fósil hallado de Homo erectus, llamado primeramente Hombre de Java y Pithecanthropus, lo encontró Eugene Dubois, en 1891, en la isla de Java (Indonesia). Posteriormente, se decubrieron: el Hombre de Heidelberg, en 1908, en Alemania, y el Hombre de Pekin, hallado por Jia Lampo en ChukuƟen, China, en 1932 (Ruiz, 1997).

Hábitat y modo de vida: Habitaban cerca de ríos, en entornos con bosques de ribera adyacentes a espacios abiertos, y poseían una dieta predominante de vegetales y animales herbívoros o, de forma alternaƟva, una alimentación omnívora de amplio espectro. Supieron dedicarse a la caza sistemáƟca de mamuts y caballos salvajes. Levantó refugios y usó el fuego para cocinar e iluminar cuevas usadas como abrigo (Nat Geo, 2020).

4

Paleoantropología Hoy. (2015, abril 22). La filogenia del Ardipithecus [Artículo en línea].

Disponible: paleoantropologiahoy.blogspot/search/label/ Ardipithecus

[Consulta: 2021, julio 24].

Piñerúa, F. (2011, mayo 18). Antropología del laberinto: Antropología física-Orrorin

tugenensis [Artículo en línea]. Disponible: http://antropologiayecologiaupel.

blogspot.com/2011/05/nuestro-primer-ancestro-orrorin_18 [Consulta: 2021, julio

24].

Rodríguez, D. (2018, septiembre 12). Australopithecus Anamensis: Características,

cráneo, hábitat. Disponible: lifeder/ australopithecus-anamensis/

[Consulta: 2021, julio 11].

Ruiz, A. (1997). Biología. Libro de texto de Educación Media. Caracas: Triángulo, SRL.

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mclibre/otros/daniel_tomas/4eso/evolucion-

humana/Australopithecus_anamensis [Consulta: 2021, julio 11].

Tomás, D. (s.f). Paranthropus aethiopicus [Artículo en línea]. Disponible:

mclibre/otros/daniel_tomas/4eso/evolucion-humana/

Paranthropus_aethiopicus [Consulta: 2021, junio 21].

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4ff3-9052-07e7b406c03e [Consulta: 2021, junio 17].

Universitat de Valencia. (s.). La evolución del hombre [Artículo en línea]. Disponible:

uv/fresquet/Expo_medicina/Morfologia_XIX/evolucion.html

[Consulta: 2021, junio 17].

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EVOLUCIÓN HUMANA: LÍNEA DE TIEMPO
Curso: Evolución
Autor: Raúl Iván Pereira P.
Profesora tutora: Msc. Elizabeth Batista
Zea, julio de 2021
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
EXTENSIÓN ACADÉMICA MÉRIDA
CENTRO DE ATENCIÓN ZEA

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EVOLUCIÓN HUMANA: LÍNEA DE TIEMPO

Curso: Evolución

Autor: Raúl Iván Pereira P.

Profesora tutora: Msc. Elizabeth Batista

Zea, julio de 2021

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO

EXTENSIÓN ACADÉMICA MÉRIDA

CENTRO DE ATENCIÓN ZEA

Evolución Humana 6,2-5,8 Ma
3,7-3,0 Ma 4,2-3,9 Ma 4,4 Ma
2,7-2,3 Ma 2,5-1,2 Ma

Sahelanthropus tchadensis Recreación. [Fuente: Smithsonian Institution].

Orrorin tugenensis Recreación. [Fuente: fandom].

Ardipithecus ramidus Recreación. [Fuente: Smithsonian Institution].

Australopithecus anamensis Recreación. [Fuente: Mc Libre].

Australopithecus afarensis Cráneo reconstruido. [Fuente: Mc Libre].

Paranthropus aethiopicus Recreación. [Fuente: Smithsonian Institution]. Paranthropus boisei Recreación. [Fuente: Lillyundfreya].

2,0 Ma

Homo habilis Cráneo KNM-ER 1470, hallado por B. Ngeneo, en 1972, en Kenia. [Fuente: Universitat de Valencia].

400 ka

Homo neanderthalensis Recreación. [Fuente: Smithsonian Institution].

Fósil hallado en Toros-Menalla, Chad (África Central), en 2002, por Michel Brunet y colaboradores. Luego del Nakaliphithecus nakayamai, que exisƟó hace unos 10 Ma, el S. tchadensis es el homínido más primiƟvo encontrado hasta ahora, con unos 7 Ma (Cadena, 2013).

Rasgos homínidos derivados: Caninos pequeños con desgaste apical (puede indicar un cambio de dieta con relación a los monos arbóreos). Base del cráneo con orientación horizontal, cara con prognaƟsmo nasal reducido y largo torus supraorbital. Caminar erguido con desplazamiento bípedo (ob. cit.).

Rasgos primiƟvos: Cerebro de tamaño pequeño, un hueso basioccipital truncado y una porción del hueso tempotal orientado 60º hacia el cordón bicaróƟdo. Estos rasgos lo ubican filogenéƟcamente como un homídido cercano al úlƟmo ancestro común entre humanos y chimpancés (ob. cit.).

Estatura de 140 cm. Capacidad craneana: 320-380 cc, promediando la de un chimpancé (Piñerúa, 2011).

El primer hallazgo fósil de Orrorin tugenensis fue en Tugen Hills, zona montañosa de Kenia (África del Este), en 2001, por BrigiƩe Senut y colaboradores (Wikipedia, 2021).

De morfología similar al chimpancé, pero con notables diferencias en la longitud y forma del húmero y del fémur, así como la disposición de la arƟculación con la pelvis, que evidencian su capacidad bípeda (ob. cit.).

La cabeza del fémur y la evidencia postcraneal sugieren que Or. tugenensis estaba adaptado al bipedismo obligado para el suelo, pero también era un buen trepador (Senut et al., 2001: citados en Cadena, 2013).

Por sus caninos pequeños y molares bastante grandes, se deduce que tenían una dieta principalmente herbívora y frugívora, aunque es muy probable que fueran omnívoros y obtuvieran sus proteínas alimentándose también de insectos (Wikipedia, 2021).

Las adaptaciones del fémur que permiƟeron caminar erguido al Or. tugenensis se mantuvieron con pequeños cambios desde hace unos 6 Ma hasta hace dos, cuando los primeros Homo desarrollaron una nueva configuración de muslos y cadera (Piñerúa, 2011).

Pesaba unos 30-50 Kg. Talla o estatura: 1,5 m. Capacidad craneana: por su talla, se supone que la capacidad craneana fuera similar a la del chimpancé actual (275-500 cc) (Ibarra, 2018).

Hábitat: La estructura de sus huesos y la similitud de los mismos con otras especies de primates sugieren que el hábitat de esta especie se centraría en los bosques y las sabanas (ob. cit.).

La expedición de Tim White halla fósiles de Ardipithecus ramidus en la aldea de Aramis, EƟopía (África del Este), entre 1992 y 1993 (Amat, 2005). De 1990 a 2005 se descubrieron fósiles clasificados como Ar. ramidus, incluyendo de hembras, con datas de 4,4 a 4,1 Ma (Paleoantropología Hoy, 2015).

Talla: 120 cm. Capacidad craneana: 350 cc (Amat, 2005). El Ardipithecus representa un puente entre el ancestro común más reciente de chimpancés y humanos y los autralopitecos (Paleoantropología Hoy, 2015).

Más parecido a un simio que a un Australopithecus, diferenciándose de este por tener molares más pequeños, caninos más grandes y una capa más delgada de esmalte dental (Amat, 2005). Además, carecía de las adaptaciones en la mano para el agarre peculiares en la trepa arbórea de los simios africanos actuales (Paleoantropología Hoy, 2015).

Se considera posible que Or. tugenensis sea descendiente directo de Sahelanthropus tchadiensis y ancestro directo de Ardipithecus (Wikipedia, 2021).

En su relación filogenéƟca con Autralopithecus, el Ar. ramidus presentaba especializaciones tarsales y metatarsales/falanges relacionadas con la posición erecta (ob. cit.).

Los primeros y mayor canƟdad de fósiles de Australopithecus afarensis se hallaron entre 1972 y 1973, en Hadar, Ɵerra de los Afar, EƟopía (África del Este), datados entre 3,7 y 3,0 Ma (Amat, 2005). Se exƟnguió hace unos 2 Ma.

Su primer vesƟgio fósil fue un húmero ubicado por Bryan PaƩerson, en Kanapoi, Kenia, en 1965. Luego, Meave Leakey y Alan Walker descubren nuevos fósiles de Australopithecus anamensis también en Kanapoi, cerca del lago Turkana, Kenia, en 1994 (Amat, 2005).

El Au. anamensis estaba bien adaptado a la bipedialidad (sic), pero retuvo capacidades arbóreas (Cadena, 2013; Tomás, s.f). Tiene mucho de humano uno de los húmeros hallados; aunque no caminaba exactamente como humano por tener piernas cortas si lo hacía erguido (Amat, 2005; Tovar, s.).

El Au. afarensis presentaba un cráneo aplanado, frente pequeña y aplanada, arcos superciliares muy abultados, mandíbula prominente y una reducida cavidad encefálica: 400-550 cc (Universitat de Valencia, s.). De contextura delgada y grácil, de talla entre 120 y 150 cm, y peso entre 33 y 67 kg (Tomás, s.f).

Johanson determina, en 1978, que la arƟculación de la rodilla, fémur y la pelvis ósea de Au. afarensis, son indicadores evidentes de una adaptación bípeda. Combinaba sus caminatas con acƟvidad arbórea (Cadena, 2013).

Hábitat: se estableció en un ambiente de pastos, en una sabana con árboles (Cadena, 2013). Entre otras especies sucesoras de Au. anamensis están: Au. afarensis, Au. deyiremela, Au. bahrelghazali, Au. africanus, Au. robustus (o P. robustus), Au. garhi y Au. sediba.

Todos los fósiles de Au. anamensis están datados entre 3,9 y 4,2 Ma. Esta especie presenta los rasgos más primiƟvos del género Australopithecus y se considera antecesor, sea por anagénesis o cladogénesis, de Au. afarensis (Cadena, 2013).

Presentaba dimorfismo sexual en los miembros anteriores y posteriores (con estos más cortos), y los caninos son mayores en los machos, pero menores que los de chimpancés y gorilas (Cadena, 2013).

El más importante decubrimiento fósil de esta especie fue el esqueleto (40%) y cráneo fragmentado de "Lucy": una hembra adulta de Au. afarensis (3,2 Ma). Hallazgo hecho por Donald Johanson y Toni Gray, en 1974, en Hadar, EƟopía (Cadena, 2013).

Hábitat: Residió en bosques secos y aclarados. Filogenia: Es aceptado entre la mayoría de la comunidad cienơfica que el Au. afarensis es uno de los ancestros más cercanos del género Homo (Tomás, s.f).

Rasgos: Capacidad craneana: 420 cc, talla: 120-150 cm, peso: 40-50 kg (Rodríguez, 2018). La cabeza exhibía una mezcla de caracterísƟcas simias y humanas: una frente baja y un rostro simiesco pero con dientes proporcionados como los de los humanos (Tovar, s.).

De esta especie se han hallado varios fósiles, pero los primeros fueron encontrados por Y. Coppens y C. Arambourg , en 1967, en los depósitos de Shungura, Omo, EƟopía. Luego, Alan Walker, en 1985, halló otro fósil, el famoso "Cráneo Negro" (KNM-WT), en la orilla oeste del lago Turkana, Kenia (Helm, 2017a).

El Parantropus aethiopicus era un homínido de pequeño tamaño, con gran dimorfismo sexual, carecía de lenguaje arƟculado y sin tecnología líƟca (Tovar, s.). Filogenia: se cree que P. aethiopicus desciende de Au. afarensis y dio origen a Pa. boisei (Helm, 2017a).

Ragos primiƟvos comparƟdos con Au. afarensis: Foramen magnum en forma de corazón, base craneal plana. Por su cara ancha con cerebro pequeño (410 cc) tuvo alto grado de constricción postorbital. Tenía molares largos y prognaƟsmo notable en la cara inferior (Ob. cit.).

Esqueleto reconstruido de Lucy. [Fuente: Chip Clark].

Cráneo de Au. anamensis [Fuente: Omori y Russell].

Hábitat y dieta: habría vivido entre el límite boscoso y la sabana (Amat, 2005). Llevaba una alimentación muy parecida a la de los chimpancés (frutos, brotes de tallos Ɵernos y hojas frescas) (Tovar, s.).

El planeta Tierra ha venido experimentado en los úlƟmos 4 Ma una clara tendencia hacia un clima más frío y seco. Un momento de notable acentuación del proceso se sitúa sobre 2,8 Ma. Este cambio climáƟco tuvo como efectos en el este de África la expansión de ecosistemas más o menos abiertos y como consecuencia la exƟnción de los Australopithecus y la aparición de dos nuevos Ɵpos de homínidos adaptados a estos hábitats que coexisƟeron al mismo Ɵempo: los Paranthropus y el género Homo (Tovar, s.).

A finales del Mioceno (7,2-5,3 Ma) el conƟnente africano fue escenario de violentas transformaciones geomorfológicas que venían ocurriendo desde el Oligoceno, hace unos 30 millones de años (Ma). En la parte oriental fallas o grietas dieron lugar al nacimiento de un extenso valle de riŌ o de fractura, en medio de constante acƟvidad volcánica que dio lugar al nacimiento de cordilleras y una cadena de grandes lagos, alimentados por numerosos ríos. El valle del RiŌ se empezó a formar hace unos 30 Ma como consecuencia de la separación de las placas tectónicas. Surgió allí entonces una extensa sabana tropical, medio ambiente que fue propicio para la evolución de los homínidos. Dicho valle atraviesa, entre otros, países como: EƟopía, Kenia y Tanzania, que son precisamente los que han proporcionado valiosos vesƟgios de fósiles de homínidos (Amat, 2005).

Rasgos: Capacidad craneana de 530 cc (Amat, 2021). Especie sexualmente dimórfica: machos con 137 cm de estatura y 49 kg de peso y crestas sagitales-nucales pronunciadas; hembras de 124 cm de altura y 34 kg de peso. Junto con las otras formas robustas, comparơan un cráneo, una cara y una mandíbula contrafuertes; molares y premolares grandes; una cresta sagital-nucal compuesta (Helm, 2017b).

1,8 Ma

Hom o erectus Recreación. [Fuente: Smithsonian Institution].

200 ka

Homo sapiens Cráneo del Hombre de Cro-Magnon. [Fuente: Univ. de Valencia].

Cráneo de H. neanderthalensis hallado en La Chappelle-aux- Saints, Francia, en 1908. [Fuente: Univ. de Valencia].

Rasgos: Capacidad craneana: 1550 cc, pero con menos circunvoluciones cerebrales que el Homo sapiens. Carecían de lóbulo frontal, frente baja. Estatura media: 160 cm, con cuerpo macizo-robusto y piel blanca. Peso: 65-80 kg. Mandíbula prominente (prognaƟsmo) y sin mentón (Ruiz, 1997). Caminar bípedo ligeramente inclinado hacia adelante. Tibias y antebrazos acortados. Nariz con grandes fosas nasales (Tovar, s.).

Cráneo de Homo erectus hallado en Gona, EƟopía, en 2000. [Fuente: CENIEH].

Rasgos: Capacidad craneana voluminosa: 1000-900 cc. Estatura: 165 cm. Peso: 60-80 kg (Irausquín, 2005). Huesos craneales gruesos y robustos. Cara proyectada hacia delante con frente aplanada, mandíbulas prominentes y sin mentón y arcos superciliares gruesos-abultados. Abertura nasal Ɵpo Homo sapiens. Dientes reducidos. Fémures arƟculados a una pelvis de huesos anchos y cortos (Colección Bicentenario, 2012; Ruiz, 1997).

El primer fósil de la especie fue descubierto en 1964 por L. Leakey, P. Tobias y J. Napier, en Olduvai, Tanzania. Filogenia: se atribuye como antecesor de Homo habilis al Australophitecus garhi (Amat, 2005).

Capacidad craneana: c. 600-645 cc. Peso: 50 kg. Estatura: alrededor de 1, m (Colección Bicentenario, 2012).

Modo de vida: En su dieta había inclusión de alimentos de origen tanto vegetal como animal. No usó el fuego. Junto a sus fósiles se hallaron herramientas de piedra de tecnología olduvayense, con la que procesó alimentos, como carne de caza y vegetales. Pudo estar en capacidad de organizarse y trabajar en equipo gracias a su mayor cerebro que los australopitecos (Colección Bicentenario, 2012). Al H. habilis se le reconoce como el primer hominido fabricante de instrumentos o herramientas líƟcas, en las que aplicó la tecnología olduvayense (Amat, 2005).

EVOLUCIÓN HUMANA: Línea de tiempo

+rasgos: Sus muelas poseían gruesos esmaltes, por lo que se deduce que no comía solo hojas y frutos sino alimentos más duros. Además, sus caninos eran más reducidos que Ardipithecus ramidus (Tomás, s.f). Por no conocer el manejo del fuego, consumía la carne cruda (Rodríguez, 2018).

Los hallazgos descritos por Cueva (2016), que datan de hace 3,39 Ma, sugieren que el Au. afarensis tenía ya cierto Ɵpo rudimentario de herramientas de piedra con las que cortaban la piel y el hueso del producto de su caza.

Los primeros fósiles de Homo sapiens se hallaron en 1868 en la cueva de Cro-Magnon, ubicada en Lez Eyzies, Francia (Universitat de Valencia, s.). Luego se descubrieron otros restos de anƟguos H. sapiens en disƟntas ubicaciones del planeta.

Habilidades: El H. sapiens primiƟvo dominó y empleó el fuego, entre otros usos, para cocinar alimentos y fundir metales (creó la metalurgia). Creó y amplificó la agricultura y cría. Creó y desarrolló el arte rupestre y la pintura al aire libre, también la escultura en arcilla, hueso y cristal de roca (obsidiana) (Colección Bicentenario, 2012; Ruiz, 1997).

Hizo uso prolongado y simultáneo de las tecnologías olduvayense y achelense en la construcción de herramientas de piedra, que por los buenos resultados se considera la primera elaboración sistemáƟca de herramientas líƟcas (Nat Geo, 2020).

Rasgos derivados con P. robustus: Refuerzo del cráneo, la cara y la mandíbula. Músculos de la masƟcación muy fuertes. Cresta sagital más alta con ubicación más posterior y cejas más pequeñas que las otras especies robustas. Huesos cigomáƟcos grandes y acampanados. Músculos nucales pesados. Terceras muelas maxilares convergentes (Ob. cit.)

+rasgos: ComparƟeron con P. robustus y Homo rasgos tales como: Base del cráneo flexionada, cara más ortognáƟca, la cara inferior meƟda debajo del encéfalo, una arcada dental más parabólica, y un pulgar más largo con falanges anchas, planas y distales. La cresta sagital en P. boisei y P. robustus estaba posicionada más anterior en relación con P. aethiopicus. Sus huesos cigomáƟcos eran grandes, pesados y ampliamente acampanados, como en P. aethiopicus. Sus dientes frontales estaban tan empequeñecidos por sus enormes dientes de las mejillas, que casi parecen juveniles (ob. cit.).

Modo de vida y hábitat: Según la evidencia de microdesgaste de sus molares, todos o la mayoría de los cuales son planos, es probable que P. boisei subsisƟera en plantaciones abiertas y adaptadas a la sequedad (ob. cit.).

+modo de vida y hábitat: Dado que se adaptaron a los recursos de la sabana de baja calidad y podrían recurrir a alimentos que no estaban disponibles para otras especies simpátricas, es posible que los P. boisei hayan evitado una fuerte competencia de alimentación dentro y entre grupos (ob. cit.).

Rasgos: Respecto con los australopitecos, tenía: cara más pequeña respecto a su cráneo y menos proyectada hacia adelante. Frente más verƟcal: la bóveda del cráneo es más alta. Caminar bípedo y más erguido (Ruiz, 1997).

Modo de vida: Fue errante y cazador en las praderas y montes europeos. Usó el fuego para cocinar sus alimentos y calentarse del frío glacial que imperó en Europa. Su dieta era omnívora. Talló la piedra con mayor habilidad (tecnologías musteriense y auriñaciense) que el H. habilis, además fabricó y uso agujas de coser de hueso y otros arơculos de madera. Desarrolló un esƟlo propio de utensilios y empleo estrategias complejas de caza (Ruiz, 1997).

+modo de vida: Residió en pequeñas comunidades tribales habitando en refugios hechos de pieles y en cuevas. Poseyó un lenguaje poco arƟculado (protolenguaje). Cosía sus vesƟmentas de pieles animales con agujas de hueso. Dibujó y grabó figuras sobre huesos (primeras expresiones de arte homínido). Dejó indicios de acƟtudes mágicas y de culto a sus muertos (Colección Bicentenario, 2012).

Los H. erectus fueron los primeros homínidos que aprendieron a dominar el fuego, hace unos 700 mil años (ka). Tenían un caminar bípedo y posición más erecta que Homo habilis. Mostraron gran dimorfismo sexual (Colección Bicentenario, 2012). Modo de vida: PrácƟcó el intercambio social a través del lenguaje arƟculado que desarrolló (primero oral y luego escrito). Dedicó gran parte de su coƟdianidad a la agricultura y cría. Igual que los neandertales, manifestó acƟtudes mágicas y culto a los muertos. PracƟcó el intercambio amplio de mercancias entre sus poblaciones y con los neandertales (Ruiz, 1997).

El perfeccionamiento de la Posición Erecta y de la Locomoción Bípeda. Se sabe que el andar erguido se produjo mucho antes que la expansión del cerebro. Los cambios ocurridos en las extremidades inferiores fueron muchos y radicales. Los huesos se modificaron por la presión del medio ambiente hasta permitir un postura erecta y eficiente con movimiento sobre los dos pies. Otras modificaciones que facilitaron la postura erecta tuvieron que ver con la transformación de los huesos de la cadera y de los músculos respectivos. La configuración de los pies se invirtió totalmente. Los dedos laterales se acortaron, el dedo central se inmovilizó y el torso cobró mayor rigidez para soportar el peso corporal.

Inicio de la bipedaidad habitual: 4,0 Ma; Inicio de la movilidad de larga resistencia: 1,7 Ma.

El Crecimiento del Cerebro y su Relación con el Desarrollo de la Inteligencia. Recordando algunas capacidades craneales de los homínidos, vemos cómo ha variado esta desde, por ejemplo, el Australopithecus anamensis (420 cc) y el Hombre de Cro-Magnon u Homo sapiens (1450-1600 cc). El mayor tamaño del cerebro supone un incremento en el grado de inteligencia en relación con el proceso de la frontalización y a la disminución relativa del tamaño de la cara. En este sentido, al iniciar el hombre la fabricación de herramientas y utensilios aumentó su nivel cultural y adquirió un poder cada vez mayor sobre la naturaleza, lo cual le llevó a una organización social primitiva al principio, pero muy útil, que le permitió, entre otras actividades, cazar animales más grandes. En cuanto a la comunicación social, al principio debió usar gestos faciales y señas manuales para entenderse con sus semejantes, pero luego apareció el lenguaje articulado, que ha sido decisivo en la evolución cultural humana.

Primera fabricación de herramientas líticas (tec. olduvayense): 2,0 Ma; Inicio de la ampliación rápida del cerebro: 800 ka.

La Cultura en el Proceso de Evolución Humana. De igual importancia que los cambios morfológicos ocurridos en la especie humana a lo largo de su evolución, están los de su evolución cultural. La evolución cultural que más se enfatiza es la que se ha producido en los últimos 5 ka, porque es cuando ha sido mucho mayor el incremento de la capacidad mental, el desarrollo de la tecnología y el desarrollo del lenguaje articulado (habla estructurada y escritura) han contribuido a la compleja organización sociocultural. En el proceso de hominización, la aparición y desarrollo del lenguaje aceleró el proceso de herencia cultural pues la información se pudo transmitir verbalmente. Por ejemplo, con la invención de la pintura ideográfica y la escritura se difundió la tecnología con más rapidez y efectividad; con el desarrollo de la agricultura las relaciones principiaron rápidamente a cambiar, y al aumentar las cosechas se incrementó la población humana, con lo que se establecieron aldeas, luego pueblos y ciudades. También el hombre descubrió el uso de los metales y la utilidad de la fuerza de los animales, que luego reemplazó por fuentes energéticas más efectivas. Con el dominio del uso del fuego ha sido capaz de cambiar su primitiva posición en la cadena alimenticia: de consumidor de primer orden, como herbívoro, a consumidor de segundo orden, como carnívoro. Mucho más adelante, en el siglo XX, junto al desarrollo cultural, los desarrollos científico y tecnológico han permitido importantes conquistas, que han dado al ser humano las posibilidades de mejorar o destruir su propio entorno y su propia vida (Hoyos y Camacaro, 2008).

Inicio de la expansión de la expresión simbólica, la innovación y la diversidad cultural: 280 ka.

####### ALGUNOS CAMBIOS EVOLUTIVOS Y ADAPTACIONES DETERMINANTES EN EL PROCESO DE HOMINIZACIÓN

Cráneo KNM-ER 406 de P. boisei. [Fuente: Universitat de Valencia].

Sus primeros fósiles fueron descubiertos en 1856 en una cueva del valle de Neander, Alemania (Universitat de Valencia, s.). Posteriormente se hallaron más restos de esta especie en otros lugares europeos: Alemania, Francia, Gales y España. Se exƟnguieron hace unos 35 ka.

HoloƟpo: Cráneo KNM-ER 406 de Paranthropus boisei, datado con 1,7 Ma, hallado en 1959 por Louis y Mary Leakey, en Olduvai Gorge, Tanzania (Amat, 2005). Desde entonces, otros fósiles atribuidos a esta especie se han encontrado en otros siƟos en Tanzania, Kenia y EƟopía.

Filogenia: El apoyo a P. boisei que desciende de P. aethiopicus ha aumentado constantemente (Helm, 2017b). El P. boisei mostraba cierto parecido con el Au. robustus hallado en Sudáfrica, pero con una complexión aún más fuerte (Amat, 2005). Al P. boisei algunos invesƟgadores también le llaman Australopithecus boisei.

+habilidades: Fabricó utensilios y herramientas con mayor calidad y diseño (con tecnologías solutrense, magdaleniense y aziliense) que los neandertales (Colección Bicentenario, 2012; Ruiz, 1997). PracƟcó intercambio de mercancías entre sus poblaciones y con neandertales. Construyó joyería y elaboró vesƟmentas con pieles y fibras vegetales (Colección Bicentenario, 2012; Ruiz, 1997).

Hábitat: Residió en diversos hábitats, como: praderas de gramíneas con bóvidos, agua fresca y bosques de galería con primates (ob. cit.).

Rasgos: Capacidad craneana de 1450 a 1600 cc. Estatura media de 1,6 m. Peso medio de 65 kg. Cerebro bastante complejo, bóveda del cráneo alta y redondeada. Frente y cara más verƟcal que los anteriores Homo. Arcos superciliares poco sobresalientes. Mándíbula nada prominente y con mentón (único homínido que lo posee) (Colección Bicentenario, 2012).

Hábitat: Vivió en el África del Este. Caminante en un medio ambiente más seco que los Australopithecus, en el que los pasƟzales se estaban expandiendo y los bosques se estaban reduciendo. Tenía una dieta estrictamente vegetariana (ob. cit.).

Es el primer Homo cuyos fósiles se encuentran en varios lugares fuera de África. El primer fósil hallado de Homo erectus, llamado primeramente Hombre de Java y Pithecanthropus, lo encontró Eugene Dubois, en 1891, en la isla de Java (Indonesia). Posteriormente, se decubrieron: el Hombre de Heidelberg, en 1908, en Alemania, y el Hombre de Pekin, hallado por Jia Lampo en ChukuƟen, China, en 1932 (Ruiz, 1997).

Hábitat y modo de vida: Habitaban cerca de ríos, en entornos con bosques de ribera adyacentes a espacios abiertos, y poseían una dieta predominante de vegetales y animales herbívoros o, de forma alternaƟva, una alimentación omnívora de amplio espectro. Supieron dedicarse a la caza sistemáƟca de mamuts y caballos salvajes. Levantó refugios y usó el fuego para cocinar e iluminar cuevas usadas como abrigo (Nat Geo, 2020).

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