Carte Blanche (2015), de Jacek Lusinski

Kacper, profesor de instituto, está perdiendo la vista, todo apunta a que quedará ciego. Tal hecho logrará ocultar tanto a sus colegas de trabajo como a sus alumnos, entre los cuales es muy apreciado a causa de su profesionalidad, siempre luce una sonrisa y se entrega a los estudiantes hasta el punto de que le concede la tutoría de una clase. Sólo un amigo conoce su delicado problema de salud.

Jacek Lusinski es el guionista y director de esta película que, aunque basada en hechos reales, no es fácil de creer, se diría imposible que alguien pueda ocultar una discapacidad de tal calibre sin que nadie se dé cuenta. Aceptado este hecho, y aunque la trama tiene su interés, el conjunto está desarrollado irregularmente. El cineasta no acaba de plasmar bien en la pantalla cuáles son las motivaciones del protagonista, lo que le hace seguir adelante, a pesar del meritorio trabajo actoral de Andrzej Chyra. Se podía haber trabajado mejor la relación con el amigo, y decididamente con la profesora con la que entabla una relación sentimental, algo que surge muy de repente, bien avanzado el metraje. También lo relativo a su dedicación docente se muestra de un modo un tanto escaso, aunque tiene su interés el modo en que ayuda a una alumna que atraviesa algunas dificultades.