Ad Vitam, de Thomas Cailley - Sitio de Ciencia-Ficción - Series
Ad Vitam
Ad Vitam Francia, 2018
Título original: Ad Vitam
Dirección: Dirección: Thomas Cailley, Manuel Schapira
Guión: Thomas Cailley, Sébastien Mounier
Producción: Thomas Cailley
Música: Philippe Deshaies, Lionel Flairs, Benoit Rault
Fotografía: Yves Cape
Duración: 50 min.
IMDb:
Reparto: Yvan Attal (Darius Asram); Garance Marillier (Christa Novak); Niels Schneider (Virgil Berti); Victor Assié (Théo Lesky); Rod Paradot (Léonard Ader); Anne Azoulay (Béat); Adel Bencherif (Elias Azuelo); Vassili Schneider (Virgil Berti Jeune); Julie Moulier (Leyla Perrik); Ariane Labed (Odessa)
Comentarios de: Luis del Barrio

¿Qué ocurriría si la inmortalidad fuera una realidad y el hecho de morir una elección vital más? Ad Vitam nos plantea esta cuestión de una forma bastante cruda y desde mi punto de vista desapasionada, lo que por un lado le hace ser casi hiperrealista y por otro quizá resulte un tanto fría vista la trascendencia del argumento.

Se trata de otra serie Netflix Internacional (no busque eso, no existe tal cosa, me lo he inventado yo) que la plataforma de distribución de vídeo lanza continuamente. Por un lado la necesidad de generar contenido de forma casi continua hace que las plataformas encargen sus productos aquí y allá. No se cual es exactamente que proceso siguen para elegir que series producir en los distintos países, supongo que sondearán en el mundillo audiovisual para captar ideas interesantes y ponen el dinero para que las productoras locales rueden las series. Como son de corta duración, seis, ocho, diez capítulos, y además no suelen ser grandes superproducciones (si exceptuamos algunas como The Expanse, o Sense 8) el dinero que se invierte no es muy elevado y el retorno de la inversión está casi asegurado, además, de funcionar bien, se pueden producir de forma barata temporadas y más temporadas hasta el agotamiento de la idea.

Para el espectador todo son ventajas, tiene contenido nuevo regularmente y conocen visiones y culturas del mundo muy alejadas de las propias y el omnipresente American Way of Life. Para los artistas locales igualmente implica darse a conocer internacionalmente de una forma masiva, inimaginable hace pocos años, y en cierto modo trabajar con una cierta libertad creativa que las encorsetadas emisiones por antena no les permitían.

En el caso de Ad Vitam tenemos un sorprendente tratamiento de la problemática de la inmortalidad puesto de relieve precisamente a partir de un suicidio. Darius Asram (Yvan Attal) es un veterano policía (total, solo lleva cien años en el cuerpo), al que se le encarga investigar algo inimaginable: un caso de suicidio. Algo inconcebible en el mundo en el que se mueve, la gente quiere vivir, todo lo que le sea posible, y de hecho una de las estampas más significativas de la serie es la celebración del cumpleaños de la mujer más vieja del mundo, que a sus 169 años no aparenta más de 23.

En vista de los paralelismos con cierto caso sucedido unos años antes, Darius cuenta para su investigación con Christa (Garance Marillier) una adolescente relacionada con aquel suceso y que está internada en una institución, a mitad de camino entre un instituto y un psiquiátrico. La serie se basa en gran medida en los conflictos que generan la rebeldía cínica de Christa y el agotamiento existencial de Darius, que además está pasando por una complicada separación.

Al tratar la inmortalidad, inmediatamente salen los temas más evidentes, el aburrimiento vital y el conflicto generacional, además de la anomalía que supone que personas de más de ciento cincuenta años tengan el aspecto de jóvenes de poco más de veinte. Darius es un ejemplo de ese hastío, navega por la serie con una mezcla de tristeza y cinismo muy reveladora. Christa representa el otro extremo, rebeldía y no tener muy claro cual es el sentido de su vida, todo lo más cuando la mayoría de edad se ha situado en los treinta años. La superpoblación es otro problema evidente, de hecho la muerte se ha convertido en algo tan extraño y traumático que incluso hay un grupo de especialistas en hacerla asumir y comprender a familiares y amigos. Por otro lado, un tema de fondo es un referendum para restringir nuevos nacimientos.

La estética esta cuidadosamente descuidada. Por un lado, apenas se ha gastado nada en ambientación, casi no hay diferencia entre este mundo futuro y el actual, sin embargo, todo aparece destartalado, a medio hacer, como si el ciclo de renovación no se aplicara también al entorno urbano. Para dar sensación de extrañeza, se emplea profusamente el neón, luces, decoración todo se empapa de tonos azules eléctricos. Otro tema recurrente son las medusas, de ellas se extrae el principio activo de la regeneración y tienen presencia constante durante toda la producción.

Con un ritmo pausado se van desgranando las claves del caso, y como Darius y Christa crean su particular alianza. Ad Vitam cuenta solo con seis capítulos, y ofrece un buen policiaco en un escenario ciertamente perturbador.

© Luis del Barrio
(729 palabras) Créditos