Earth Crisis - Salvation of Innocents

Si bien es bastante cierto que continuamente acaparan los medios y las vitrinas las agrupaciones de la vertiente más melodiosa y edulcorada del Metalcore –en la que cuento pocas que han sabido trascender y reinventarse–, la vertiente más clásica y recia del género, aquélla que le dio su nombre a la movida entre finales de los ochenta y comienzos de los noventa, es, para éste, lo más atractivo de un sub-género controvertido al que, en ocasiones injustamente, se le mira con indiferencia.

Siempre me es placentero tener como principal exponente de ese llamado “Hardcore Metálico” –o directamente “Metalcore”, el original– a EARTH CRISIS. Para mí son ejemplo, para sus seguidores influencia y para Victory Records –casa discográfica tan responsable de este movimiento como Metal Blade del Thrash– su banda estrella, con aquellas dos primeras obras básicas –“Destroy the Machines” de 1995 y “Gomorrah’s Season Ends” de 1996– que se transformaron en sus álbumes más vendidos.

Aunque no se han despechado nunca una agraviada “obra maestra”, después de casi treintaiún años activos –con un parón de seis–, han mantenido un nivel formidable, siempre atentos a toda entrega, sin abandonar aquel grito denunciante contra la destrucción del planeta a manos de las industrias, el maltrato y la experimentación con los animales y la indiferencia de la humanidad ante los tiempos que vivimos. Cada álbum manufacturado con pasión, con apenas baches, consagrando un estilo pesado y envolvente, filoso y oscuro, con una inspiración propia del Hardcore, pero así con escandalosos riffs cercanos al Death Metal –Karl Buechner manifestó siempre su devoción por NAPALM DEATH, OBITUARY y BOLT THROWER–, secciones densas con aroma Doom y una base arrolladora, en cada ocasión más patente y con mayor protagonismo.

“Salvation of Innocents” –2014– se trae un concepto llamativo, tras el cual Buechner nos trata el tema de la vivisección de los animales y la experimentación con ellos. Tradicional temática para ellos, ahora conceptualizada, en el plano musical nos sorprenden con su trabajo más melódico y digerible. Y cuando hablo de “melódico y digerible”, para lo que nos han despachado en siete ocasiones anteriores, me refiero a un sonido más limpio y ciertas voces más comprensibles, pero en ningún momento faltos de vigor, potencia y líricas espectrales.

Scott Crouse y Eric Edwards, junto al desenfrenado Karl, son los protagonistas de esta entrega, con Dennis Merrick acechante en la batería y el Ian “Bulldog” Edwards –hermano de Eric– siempre cabalgante a las cuatro cuerdas. Doce temas repletos de desbordantes riffs, e incluso unos cuantos estribillos, poco comunes para su estilo. Esto permite a la agrupación desenvolverse en terrenos donde tiene todas las de ganar, dado que a cada zarpada se enseñorean con compases intricados y el bien exigir de lo que realmente es Metalcore: la unión del Metal con el Hardcore. Poco más, sin rebuscarnos tanto.

En “Salvation of Innocents” profundizamos en algo más que la esquelética dama moribunda de la portada, que engendra como parca ciertos salvadores musicales que enloquecen a la jauría silenciosa escondida en oscuros departamentos para su alzamiento y posterior liberación. Así “De-Desensitize” nos prende con las alarmas de su mejor producción –a nivel de sonido–, abriendo paso a un huracán escabroso en poco más de media hora saturada de headbanging, gallardo con muchas de las melodías más logradas de la agrupación.

El álbum no tiene desperdicio. Al seguidor del Hardcore le calzará bien, al igual que al del Metal. Se intercalan momentos increíblemente lúgubres y asfixiantes –con reminiscencia Sludge– con ocasiones donde las baterías van a todo pulmón y las guitarras encienden interminables fulgores. Por otra parte, canciones como “Shiver”, “No Reason” e “Into Nothingness” exploran temáticas sombrías, con ciertos puntos ralentizados que desembocan a más tardar en riffeos cornudos y un Buechner colérico y explosivo. En buen Bulldog reluce como nunca su excelente apartado rítmico, ocupando en ocasiones tanto espacio que es imposible no fijarse en sus líneas de bajo para comprender las composiciones.

Por otro lado, “The Pallid Surgeon”, “Devoted to Death”, “Tentacles of the Altering Eye” y el feroz “Final Breath” –con uno de los mejores solos de la banda, que precisamente no se caracterizan por ellos– son la propuesta más convincente de “Salvation of Innocents”; cada una abordando lo más pavoroso y a la vez lo más osado de EARTH CRISIS, aquellos guturales descarnados, cubiertos en soberana lección junglera, donde la influencia del Death Metal en la línea de los OBITUARY del “World Demise” es sensitiva, con Crouse y Erick Edwards paseándose por aquí y por allá, con tufillo Groove brusco y sagaz, mientras “Out of the Cages”, “The Morbid Glare” y “Razors Through Flesh” nos percatan de los cortes más clásicos del Punk anárquico que no soporta a nadie. Cada una con poco más de dos minutos que le dejan el cuello molido a quien se agite al ritmo de los insaciables compases de Dennis Merrick, batería por excelencia de EARTH CRISIS.

Considerando que es un álbum con poca propensión a escalas y nos conecta con metralla inicialmente sin temas que puedan sobresalir más que otros –pero con varios que apuntan bastante bien en la trayectoria del combo–, dudo que las primeras escuchas sean sencillas. Sin embargo, dado su carácter más melódico y “ganchero” se me hace una muy buena propuesta para comenzar con la banda, dados sus inicios más robustos, con un estilo espeso y turbio que en ocasiones son insufribles para quienes no están acostumbrados. Lo que ha sido –To the Death” –2009, y uno de sus discos más pesados–, “Neutralize the Threat” –2011– y este “Salvation of Innocents”, para este servidor, sin hacer más honra a su merecida aportación, discos que no cumplen más función de seguir aseverando que son los reyes indiscutibles del Metalcore arcaico –ya en fusiones y experimentos, CONVERGE e INTEGRITY le rebasan abiertamente–, que a lo largo de estas décadas no han variado, simplemente para demostrarnos que no tienen nada que ganar ni perder, simplemente expresarse y hacernos danzar coléricamente al calor de sus himnos.

Lo dicho: un buen trabajo con aroma clásico y empaque actualizado, pero nunca decepcionante. Karl Buechner es una máquina imparable, un tipo que merece indiscutible mucha más atención de la que ya tiene. EARTH CRISIS merece mucho más, pero aquí está, entre otras obras, “Salvation of Innocents”, que reafirma su compromiso con el estilo de vida de quien siempre tiene que alzar la voz y poner los puntos sobre las íes.

Y en lo musical… simplemente devastadores.

–78%–