amonites

Amonites

Los amonites o ammonoideos eran animales prehistóricos que se distribuían por todos los mares del período Devónico hace unos 400 millones de años aproximadamente. Estas curiosas criaturas pertenecían a una subclase extinta de moluscos cefalópodos de gran tamaño.

Información: Amonites

  • Género / Especie: Multitud de especies dentro del género.
  • Etimología: Su parecido con la forma de los cuernos de los carneros hizo que se les diese este nombre, inspirado en el dios egipcio Amón, que se representaba con cuernos
  • Localización Global: En todo el mundo
  • Rango Temporal / Era: Terciario Mioceno
  • Estado de conservación: Extinto [EX]
  • Orden: Ammonitida, Goniatitida y Ceratitida
  • Familia: Numerosas
  • Alimentación / Dieta: Carnívoro
  • Diametro: 2 metros
  • Hallazgo / Yacimiento: Se han encontrado fósiles de amonites por todo el mundo.


Los parientes más cercanos de los amonites son el pulpo, el calamar y la sepia, incluso más que los Nautilus. Los amonites en realidad eran unas criaturas marinas cuyos caparazones alcanzaban dimensiones muy variadas. Llegando a alcanzar el metro y medio de diámetro en  los especímenes más grandes.

Sus fósiles son los más comunes

Se han encontrado restos fósiles de amonites por todo el mundo gracias a su amplia distribución mundial y a su acelerada evolución. Los fósiles de amonites se hallan normalmente en las rocas y a menudo se utilizan como fósiles indicadores para datar las rocas que les rodean, dado que cada especie vivió únicamente en determinados períodos.

Las más antiguas pertenecen al Devónico, y sobrevivieron hasta que finalmente desaparecieron junto con los dinosaurios no voladores. Sus formas habituales en espiral inspiraron la creencia primitiva de que se trataba de serpientes que se habían convertido en piedra.

Características de los Amonites

Estos primitivos moluscos no poseían vértebras y se encontraban protegidos por una dura concha compuesta de aragonito, dado que cazaban otros animales marinos.  Presentaban tentáculos similares a los que tienen los nautilos actuales, estos se usaban para atrapar a los pequeños animales de los que se alimentaba. Por otro lado los ejemplares de uno de los grupos, denominados heteromórfidos, presentaban conchas desenrolladas como si se tratase de un alambre retorcido.

Su concha se dividía en cámaras

Los amonites poseían una concha enroscada que se dividía en cámaras separadas. El animal vivía en la parte más externa de la concha, mientras que llenaba con agua y gases las otras cámaras para controlar su flotabilidad y de esta manera la profundidad a la que se movía desplazándose por las aguas.

Se impulsaba expulsando chorros de agua

La mayor parte de su cuerpo permanecía en el interior de la cámara abierta en la parte final de la concha. Únicamente los tentáculos, la boca, los ojos y un delgado conducto, denominado hiponomo o sifón, habrían sido visibles. Este conducto expulsaba potentes  chorros de agua para impulsar a este molusco a través del medio marino.