En pueblo costero de Escocia, una compañía petrolífera, negocia la compra de todas las propiedades de la zona para construir una refinería. Aunque parece la oportunidad que todos deseaban, un propietario impide el trato. A pesar de tentarle con mucho dinero el hombre es feliz en su casa y en medio de aquella vida tranquila y apacible se desarrolla una historia llena de moralejas.

Si alguien podía transmitir el sabor y los sentimientos de un lugar hermoso de Escocia es Mark Knopfler, líder del grupo; Dire Straits (uno de los músicos y autores de la música moderna más importante del siglo XX).

Su guitarra, siempre con su sonido inconfundible, llena y complementa a la perfección la película con temas extraordinarios. Es una obra inmortal de la música moderna que demuestra que los grandes compositores pueden desenvolverse en distintos escenarios de trabajo para hacer su música. Esto es algo que el compositor ya ha demostrado en otras ocasiones escribiendo bandas sonoras para películas como; ‘La princesa prometida’ (1987) o ‘Last exit to brooklyn’ (1989).