(PDF) Historia Moderna XVI - XVIII. Los Medici de la ciudad al campo de Florencia. El Gran Ducado de la Toscana | Alejandro Aranda Lasheras - Academia.edu
«Historia Moderna XVII y XVIII» El Gran Ducado de la Toscana Alejandro Aranda Lasheras FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS. GRADO EN HISTORIA Año académico 2019/2020 Este trabajo pretende explorar la formación del estado toscano como una unidad territorial autónoma surgida a mediados del siglo XVI, tras las disputas entre la corona hispánica y la francesa por el control de la península itálica, pero cuyos orígenes son anteriores y van ligados a la hegemonía de la familia Medici durante la Republica de Florencia. En cualquier el estudio se va a enmarcar en el contexto de toda Italia que a pese estar fragmentada políticamente comparte muchos aspectos sociales, culturales y económicos. En Florencia un enriquecido comerciante, Giovani , en el siglo XV, será el principal monopolizador del comercio del alumbre y creará junto a los Fugger la banca e industria textil más potente de los territorios europeos bajo influencia Habsburgo con el beneplácito del papado, del que además será su banquero.1 Paralelamente la influencia de la familia en las instituciones municipales de la ciudad no dejaba de crecer. Giovani tendrá dos hijos los cuales formaran las dos ramas principales de la dinastía, por un lado, Cosme el Viejo, cuya descendencia dará lugar a dos pontífices León X y Clemente VII. Nos interesa este último por ser, para algunos historiadores, padre ilegitimo de Alejandro, el cual recibirá como herencia el ducado de Florencia, obteniéndolo de facto, en 1530 tras el sitio de la ciudad por la coalición de los ejércitos imperiales y papales. En esta etapa la poderosa independencia de las ciudad-estado declinaba sin posible remedio. 2 Algunos partidarios de la República a cuya cabeza estaba Lorenzino, primo lejano de la otra rama dinástica asesinaron al primer duque toscano. Así, Cosme I de Medici, nieto de Catalina Sforza, fue quien con el beneplácito del emperador Carlos V se erigió como autoridad en la región en el siglo XVI, mando asesinar a su primo, Lorenzino, que había huido a Venecia, y emprendió una serie de reformas que acabaron en amplias campañas militares terminando con la conquista de Siena y el incremento de su autoridad en detrimento de las demás familias aristocráticas de Florencia, centralizó la administración del estado toscano pidiendo al papa su nombramiento como rey, finalmente consiguió ser nombrado por Pio V, Gran Duque de la Toscana. 3 Hay que señalar que en tal coyuntura Italia estaba en evidente decadencia económica y bajo predominación extranjera herencia de las guerras franco-españolas, al menos sus estados fueron más cautelosos intentando adecuarse mejor al marco político internacional, aminorando enormemente sus campañas bélicas, lo que no impidió que el Gran Ducado de la Toscana se valiera de la piratería. Pocos estados italianos tenían el poder de medirse contra las potencias europeas. La nobleza de estos estados buscó así su estabilidad, mejorando en la mayoría de los casos la producción agrícola, y potenciando su imagen ganaban prestigio. Así toda Italia, en general a excepción prácticamente de Roma sufre una dura crisis demográfica, la cual afectó sobre todo a las ciudades. Las epidemias y la carestía que caracterizan al siglo XVII dejaron una huella patente en la península, como se puede ver en el poblamiento urbano, Florencia tenía noventa y cinco mil habitantes en el año 1300, mientras que, a comienzos del siglo XVIII, había disminuido ha ochenta mil habitantes. 4 La ciudad había reducido un duro revés en el siglo XIV con la gran calamidad, de la que se recuperó al principio con vigor, pero parece que sobre todo tras la Guerra de los Treinta años, se entra en una clara etapa de decadencia a Págs. 220 – 221. (Kinder, Hilgemann y Hergt 2007). Págs. 83 y 84. (Duggan 1996). 3 Págs. 164 – 166. (Floristan 2002) 4 Casos similares se dan en poderosas ciudades medievales como Verona, Milán, Nápoles o Venecia. Hacia 1630, a mediados del conflicto internacional europeo, una dura epidemia de peste asolo toda Italia potenciando la crisis en la que se veía sumida. Págs. 191 – 193. (Tenenti 2011) 1 2 pesar de ser este territorio una zona periférica del escenario de la guerra, en el que el Cosimo II de la Toscana prácticamente no tuvo actividad a pesar de sus intentos de participación. Así en el siglo XVI hubo un claro aumento poblacional con una economía dinámica, los montes de la Toscana estaban llenos de vid, olmos, frutales, moreras… En Florencia la producción de lana se duplico entre 1527 y 1572. En esta época los bancos florentinos tendieron a colaborar más con la corona francesa en auge a comienzos del XVII, sin embargo, todos los bancos sufrían la posibilidad de que los gobiernos entraran en bancarrota, como era corriente en la época. Así la insolvencia de la monarquía hispánica acabo por arruinar varias entidades bancarias italianas y alemanas. Como ocurre en la monarquía hispánica, las clases pudientes acapararon los cargos públicos mientras los burgueses más ricos accedieron a la nobleza, dejando de lado a la aristocracia tradicional, y al contrario que en otras zonas del norte de Europa se inclinaron por invertir en, casas de campo, palacios urbanos, y obras de arte, pero en general en el sector agrícola dejándose de lado las actividades manufactureras y comerciales. En ese sentido, la producción de prendas de lana en Florencia se redujo entre 1602 y 1629 hasta un 30 %, solo 15 años después esta cantidad se redujo a la mitad, unas 5600 unidades. El reparto del territorio se basaba principalmente en latifundios, en detrimento de la pequeña propiedad campesina, se mantenían las formas medievales, aduanas, mantenimiento de privilegios, exacción de impuestos…. A escala europea, la reducción de la producción textil italiana beneficio de mercados extranjeros, perjudicando la economía de los puertos italianos,5 siendo una de las excepciones el toscano puerto de Livorno impulsado por los Medici que alcanzó gran esplendor, sin embargo, su crecimiento y poderío, pese a medidas proteccionistas repercutió negativamente en el interior de la Toscana, pues la mayoría de los productos allí intercambiados eran extranjeros, en ningún caso los impuestos contrapesaron el descenso de puestos de trabajo y la producción. Así pues, la mayoría de las ciudades italianas que habían sido el centro del comercio europeo en los siglos precedentes pasaban a formar partes periféricas productoras, cuyo significado económico más significativo es el aporte de grano, desde las zonas agrarias, para la autosubsistencia. La nobleza florentina, al frente de la cual estaba el príncipe Medici, tendió ha mantener su patrimonio unido, aprovechando el aparato de gobierno siendo hostiles a la aristocracia, pero a mediados del XVII, estos empezaron a disgregar la centralización estatal. Pero el Ducado logro alcanzar gran equilibrio, entre la influencia española y francesa, mientras que los Estados Pontificios que tras el revés del saqueo de Roma en 1530 veían disminuir su autoridad e infleuncia externa en favor de las monarquías occidentales. La debilidad en la que se habían sumido los estados italianos les obligaba a mantener la cautela en el plano bélico internacional, algo que hicieron durante todo el siglo XVII, el territorio italiano dividido políticamente se veía obligado a replegarse sobre sí mismo. 6 5 Génova también, pero sobre todo Venecia que había extendido desde el siglo XII un poderoso imperio marítimo por el Mediterráneo Oriental y el Mar Negro se veía ahora asolada por la lucha sin ayuda contra el imperio turco, estaba prácticamente arruinada a comienzos del siglo XVIII, mientras su enemigo saboyano Víctor Amadeo II se ceñía la Corona Real. Las bases de su potencial económico basadas en el comercio habían ido diluyéndose con la perdida de sus colonias. Págs. 238 – 239 (Tenenti 2011) 6 Ibídem. 240 - 248. El puerto de Livorno en el siglo XVII hacía de escala en los barcos del Mediterráneo era casi el único de Italia que se librara de crisis comercial. Como ya se ha apuntado ahora Italia importaba productos manufacturados a los ingleses, franceses, y holandeses mientras exportaba bienes primarios como aceite vino y seda. Habría que resaltar como causa del estancamiento en parte de Italia es el papel que habían jugado los gremios como monopolizadores de los productos de calidad, el control que habían fijado sobre los precios y el mantenimiento de las costumbres en las prácticas laborales pudo ser otro factor a incluir en la decadencia de los comerciantes italianos. El mercantilismo de las zonas del norte de Europa, mas proclive a la liberalización económica con menos restricciones ponía menos resistencias comerciales. Hay que resaltar además que la demanda interna en general de los estados italianos era bastante baja, debido a la mala calidad de vida, y la pobreza de la mayoría del pueblo minuto, el cual no alcanzaba para comprar prendas de mucha calidad. A finales del siglo XVI el bandidaje se hizo común sobre todo en las zonas rurales, recorridas por bandas de saqueadores. La proliferación de este fenómeno tiene varias causas, por un lado, la escasez de alimentos, la falta de empleo provocada por la decadencia de la industria, y la posibilidad de los bandidos de pasar de un estado a otro en sus correrías. Pero el golpe duro para la sociedad y los estados italianos, teniendo en cuenta que estamos en la época del mercantilismo es la peste que en 1630 ataco toda Italia incluida Florencia, algunos autores como Romano cifran la perdida entre un tercio y la mitad de la poblacion. En general en el siglo XVIII se produce un rápido ascenso demográfico, en la Toscana la poblacion llego a ser más del doble. 7 La bajada de precios del trigo hizo que los propietarios abandonaran algunas tierras lo que llevo a convertir tierras drenadas y fértiles, en ciénagas, como es en el caso de la Maremma toscana. Además, el aumento de poder de la nobleza hizo que se acotaran mayores zonas para la caza y el pasto, esto aceleró el proceso de inmigración a las ciudades. Durante el XVII las parcelas trabajadas por las clases campesinas del norte tuvieran mayor estabilidad debido a sus mejores relaciones con los propietarios. En la Toscana se ejemplifica el intento de renovación económica en el hecho de que en 1644 se sorprendió al propio duque Fernando II de Medici participando de forma activa en el comercio del vino. En resumen, el siglo XVII está caracterizado por el estancamiento, la imposibilidad de que ascendiera una escasa burguesía, impedida por la nobleza el 1 % de la poblacion, que ocupaba además los cargos públicos de forma hereditaria. Mientras tanto los pobres no dejaban dar misa en Florencia, mostrando sus cuerpos heridos. 8 Al sur, sobre todo en Nápoles, acuciaron importantes revueltas campesinas. Situación mantenida durante los inicios del siglo XVIII. Así pues, la monarquía hispánica que había mantenido su autoridad en amplias zonas de Italia, como Milán, Sicilia, Nápoles, o el Presidí, un enclave en frente de la toscana, en clara decadencia a comienzos del XVIII incapaz de mantener su integridad territorial tan dispersa en Europa, perdió la hegemonía en la región, tras la guerra de Sucesión Felipe V hubo de aceptar las perdidas en el tratado de Utrecht. El rey se había enfrentado a los austriacos en el sur de Italia obteniendo Nápoles y Sicilia, en compensación cedió a los Habsburgo sus derechos sobre Piacenza y Parma, y al marido de María Teresa, Francisco I, emperador del Sacro Imperio se le asignó el gran ducado de la Toscana, en 1737 tras el final de la dinastía Medicis, pues Juan Gastón, hombre pacifico e inteligente se había mantenido al margen de las disputas políticas europeas consciente ya desde antes de su muerte sin descendencia de que el territorio que gobernaba estaba en disputa en los juegos de reequilibrio de poder de las grandes dinastías continentales que gobernaban las potencias europeas continentales ( Hasburgo y Borbon) así pues la Toscana pasaba a estar bajo 7 8 (Duggan 1996). En el capítulo Inmovilismo o Reforma. Ibídem. 100 - 104 dominio de la casa Habsburgo- Lorena. Mientras Estanislao de Polonia en compensación se quedaba con el menor Ducado de Lorena. Austria en 1707 adquiría la Lombardía, y 7 años después el ducado de Mantua, así paso a ocupar un papel hegemónico en el norte, junto con el duque de Saboya que aprovechaba las disputas para ampliar su territorio cambiando de bando según le convenía. En 1748 tras la Paz de Aquisgrán se puso fin a la disputa entre los Habsburgo y los Borbón, lo que permitió que el mapa político italiano se mantuviera inalterado prácticamente hasta los tiempos de Napoleón. Pero las guerras europeas de la primera mitad del siglo XVIII afectaron irremediablemente a la sociedad italiana, se dio lugar a una crisis de identidad de tipo cultural y político. Los estancados estados italianos intentaron hacer reformas para aumentar los ingresos y reducir el descontento social. Las primeras medidas se sucedieron en el reino piamontés, redujo el poder de la aristocracia feudal, reforzando el gobierno central, las confiscaciones que hizo de algunas tierras repercutieron favorablemente en algunos siervos leales a la Corona. Se reorganizo el sistema legal, se abordó el tema de la pobreza creándose hospicios donde se preparaba a los pobres para realizar trabajos productivos. Además, se introdujeron escuelas laicas tanto primarias como superiores. En la Italia central, en parte correspondiente a la Toscana, poco más de cien familias se repartían el 60 % del agro romano. A lo largo del XVIII, los privilegios tradicionales de nobleza no hicieron más que seguir sofocando con altos tributos, e impartición de justicia de forma más o menos arbitraria a la masa empobrecida de campesinos. Cabe resaltar el alto de grado de contradicción que se acumulaba en el interior de cada uno de los gobiernos italianos, en cuanto a las diferentes jurisdicciones existentes. En el caso de Florencia había más de 40 tribunales diferentes, 14 eran aun de los gremios. La organización administrativa estaba descontrolada, la iglesia ocupaba un lugar primordial entre otras causas por el derecho de auxilio proporcionado por las propiedades eclesiásticas a los delincuentes, se estima que en 1740 hubiera unas 20.000 personas esquivando el arresto, paradójicamente las iglesias eran los lugares donde se tramaban los delitos. 9 A mediados del XVIII, el racionalismo comenzó a penetrar en la península con la llegada de Mabillon, lo que produjo cambios en la estancada forma de administración italianas, por otro lado, produjo el malestar de la Iglesia pues, criticaba la usura como una manera de dar fuerza los protestantes norteños frente al sur católico de Europa, entre otras perplejidades se puso en duda la existencia de los demonios y la magia, algo inaudito. Las nuevas ideas tuvieron un alcance limitado pues muchos gobernantes no veían el beneficio inmediato que estas podían traer. En 1760 de nuevo, la península se ve estancada por la hambruna, miles de campesinos morían de hambre otra vez en Nápoles. En la Toscana entre 1763 y 1766 la hambruna resultó igualmente traumática. La culpa de ello recayó en las annone las corruptas compañías que regulaban y suministraban el trigo. Para estimular la producción en 1767, la Toscana aprobó una ley que implantaba el libre comercio del grano del comercio lo que supuso una ruptura decisiva con el Antiguo Régimen. El ducado había pasado a manos del nuevo emperador del Sacro Imperio Romano, el gobierno del Gran Duque Leopoldo (1765 – 1790) de la Toscana prosperó hasta convertirse en uno de los estados más progresistas de Europa, hombre enérgico había leído a la mayoría de los autores de la Ilustración lo que aporto algunas ideas, para diseñar y promover medidas que trajeron una 9 Ibídem. 105 – 112. mayor calidad de vida en la poblacion, se racionalizó así la economía y la administración. Se puso fin a los privilegios fiscales, se liquidó la propiedad comunal con la idea de que la propiedad privada mejoraba la productividad, sin tener en cuenta que podía perjudicar a los campesinos, y se abolieron los gremios en beneficio de una mayor libertad en las relaciones laborales urbanas. Los terratenientes prevalecieron sobre la nobleza, en 1786 se introdujo un nuevo código penal, termino así la pena de muerte, y la tortura, ahora la Toscana se situaba en la vanguardia de la reforma. Un grupo de funcionarios instruidos en la Universidad de Pisa formo parte de su círculo de influencia. De esta forma se plasmaba la idea de que un estado bien gobernado podía repercutir positivamente tanto en los súbditos como en el gobernante. Las ideas ilustradas llegaran a la Italia central y del sur de forma lenta y fueron mal aceptadas, tal como estaba la sociedad anclada en el tradicionalismo y la Iglesia en posición defensiva, tampoco estaba por la labor de ceder su espacio político ni cultural. Todo ello, plasmó en la mayoría de los estados y de sus dirigentes una crisis de identidad, pues las diferencias culturales que les separaban con la otra Europa eran enormes, entre la autoafirmación y el aperturismo se plasmará tras la revolución francesa el nacionalismo italiano, que acompañado del romanticismo conducirá al camino de la unificación final en el último tercio del siglo XIX. 10 Bibliografía Colonel G. F. Young, CB. The Medici. New York : E. P. Dutton And Company, 1920. 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