De chica imposible a chica del tren
Rebecca Ferguson demuestra con naturalidad que no es misión imposible ni tarea excesivamente hercúlea brillar en la pantalla. Todo es cuestión de trabajo y constancia, sin rendirse ante las dificultades.
Nació en Estocolmo, pero su madre es británica, que se trasladó a vivir a Suecia con 25 años. Algo de magnetismo se advertía ya a temprana edad, pues siendo adolescente ya fue modelo en revistas y anuncios televisivos, para ropa y productos de maquillaje. A los 16 años ingresó en la Adolf Fredriks Musikskola, de modo que en eso de la música y mover el esqueleto enseguida adquirió práctica, hasta el punto de que practica el tango, el ballet, el claqué, el jazz y el street funk. Parece ser que su apellido le liga con la famosa Sarah Ferguson, pero en cualquier caso se trataría de un perentesco lejano.
Sus primeros trabajos actorales fueron para la televisión suecia, Nya Tider y Ocean Ave. Mientras que en cine su debut fue El fantasma del lago. También en Wallander requirieron sus servicios, pero su eclosión internacional en la gran pantalla ha venido de la mano de The White Queen, serie histórica donde da vida a la reina Isabel de Inglaterra. De hecho, aquí es donde la descubrió Tom Cruise y la requirió para Misión imposible: Nación secreta. Aunque antes había hecho, también en Hollywood, Hércules, donde da la réplica como Hergenia a Dwayne Johnson.
Ahora su papel de Ilsa en la cinta de espías de Tom Cruise y Christopher McQuarrie donde también se pasea por Casablanca, le ha dado justa fama, aunque puede ser ir muy deprisa empezar a compararla con su compatriota Ingrid Bergman, que hizo precisamente Casablanca con un personaje del mismo nombre. Para hacer de heroína de acción tuvo un intenso entrenamiento, seis horas diarias de pilates y artes marciales, durante seis semanas. Curiosamente, Rebecca padece de vértigo y claustrofobia, pero no fueron obstáculos para desempeñar su papel, donde ella misma ha hecho la mayor parte de las escenas sin doble de acción. “Me encantan las películas de acción. Porque me gusta la danza, me gusta moverme, y más específicamente me gusta ver la coreografía de las peleas y detectar cómo lo hacen los protagonistas”, asegura la actriz.
¿Logrará una carrera más atractiva que su precesora “chica imposible” Paula Patton? En cualquier caso tiene ahora entre manos el rodaje de un film muy apetitoso, la adaptación del best-seller de Paula Hawkins La chica del tren, donde la va a a dirigir Tate Taylor.
Rebecca es madre de un niño nacido en 2007, que tuvo con su entonces novio Ludwig Hallberg.